Creado en: mayo 30, 2022 a las 08:00 am.
Ramiro Ricardo, magisterio y creación como fe de vida
Ramiro Ricardo Feria no dejaba de crear, de apostar por la obra de los demás. Dirigió la Academia de Artes Plásticas El Alba en uno de los momentos de mayor esplendor de esta institución y no había abandonado el espíritu pedagógico de esos años. En la muestra Configurando catacumbas (mundos soñados), como parte de la 14 Bienal de La Habana, expuso en el Centro Provincial de Arte la obra “Esperando a Heráclito”, una instalación con mil fragmentos, de similares dimensiones, de diferentes grabados (muchos de los cuales obsequió al público) en diálogo con la memoria y la dispersión, con la fragmentación de la realidad y la propia conservación del arte.
Trabajaba en el proyecto de una gran exposición que pensaba para 2023, con obras suyas y de otros artistas holguineros, y que desde ya preparaba. Hace apenas unas semanas, en la última jornada de Romerías de Mayo, coincidimos en un panel del evento Babel. Él presentando la revista Arte cubano y yo dialogando con el artista Liester Amador sobre su obra y el siempre complejo y polémico tema de la crítica de arte.
Ese día, Ramiro me invitó a acompañarlo en este proyecto, a trabajar con él. Acompañarlo, le dije, sería un placer inmenso, y una gran oportunidad para aprender de un gran artista, pedagogo y curador; y claro, acepté de inmediato. Ese día conversamos bastante, de artes visuales, de cine… pasiones que compartíamos. Un mensaje suyo –que no llegará– me avisaría de una fecha para vernos y comenzar el proceso.
Ramiro Ricardo falleció este 29 de mayo. Él, que nació el mismo día que Cuba celebraba el centenario de Martí, el 28 de enero de 1953, se despedía en el mes de la muerte del Apóstol de una manera sorpresiva. Gracias Ramiro Ricardo por la confianza, por la invitación al pensamiento, a la creación, por el arte.
Ramiro Ricardo Feria se graduó en la Escuela Nacional de Arte, en La Habana, en 1975, y del Instituto Superior Pedagógico, en Holguín, en 1992. Diplomado en Enseñanza y aprendizaje de las Artes Plásticas, en el ISA habanero en 1998, dirigió la Academia de Artes Plásticas El Alba en uno de los momentos de mayor esplendor de esta institución. Trabajó además en el Centro Nacional de Escuelas de Arte.
Entre sus exposiciones personales se encuentran: Naturaleza alternativa, en Mozambique, en 1990; Apariencia Vital, en La Habana, en 1995; Luz y Sombras, y Pinturas, Dibujos y Grabados, ambas en Holguín, en 1997 y 2008. Era miembro de la UNEAC. Su labor creativa y pedagógica fue valorada con numerosos reconocimientos, y el respeto y admiración de sus alumnos y colegas.
