Creado en: octubre 24, 2023 a las 08:03 am.
Tres documentales, una cubana emoción
Por Guille Vilar
Contarnos entre los espectadores genuinamente impactados por la relevancia profesional desplegada en la muestra documental a cargo del Icaic, que fuera ofrecida este octubre en el cine Acapulco, fue suficiente para acentuar el inmenso potencial que tiene el arte cubano para maravillarnos.
Tres documentales como Oriki para Bola de Nieve, de la directora Lourdes de los Santos; La vida es un sueño, de la joven realizadora Arlety Venue, y Sigue cantando, Celina, una realización a cargo del músico Paulo F.G., tuvieron su premier. Resultan distintas perspectivas del tratamiento audiovisual al tema de la música que se han recibido como portadores del esplendor de la cultura en la nación cubana. Si para nuestros jóvenes lectores la referencia a Bola de Nieve pudiera limitarse a la de un destacado músico de hace décadas, la experimentada directora Lourdes de los Santos nos convence de la sorprendente vigencia del Bola, en el contexto cultural cotidiano.
La oportuna selección de testimonios de intelectuales de alta valía, intercalados con materiales de archivo del propio Bola de Nieve, nos conmueven profundamente, por el orgullo de que este artista excepcional de todos los tiempos sea cubano. Que la joven directora Arlety Venue rinda tributo a una figura legendaria como Arsenio Rodríguez, nos concede la certeza de que el arte está en buenas manos.
El hecho de que el documental La vida es un sueño nos permita compartir tanto los criterios del inolvidable Adalberto Álvarez como los del tresista Pancho Amat, en torno a los innovadores acentos creativos de Arsenio por medio de la aparición del conjunto en el panorama de la música cubana, constituyen un reclamo para no olvidar el origen del inigualable sabor de temas clásicos de la música bailable como Dile a Catalina, El reloj de Pastora y Fuego en el 23, entre tantos otros.
Para el cierre de esta muestra se escogió una verdadera sorpresa: Sigue cantando, Celina. Decimos sorpresa porque Paulo F.G. ha manejado con oficio y gracia la coherencia de la dramaturgia apropiada para este material filmado durante la grabación de un disco en homenaje a Celina.
Si estos tres magníficos materiales logran emocionarnos, ¿qué sucedería entonces si asistiéramos a la presentación, un día tras otro, de diferentes documentales, inspirados en glorias de la música cubana de todas las épocas? Sencillamente, estaríamos envueltos en una verdadera apoteosis cultural, esa que nos hace sentir sumamente congratulados por haber nacido en esta tierra de tantos buenos músicos.
