Creado en: abril 22, 2021 a las 09:18 am.

Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras

Por Fabián Escalante

La reciedumbre revolucionaria

El trabajo político ideológico fue la razón de ser para César Escalante Dellundé. Un hombre inagotable en su actividad revolucionaria. En sus lejanos años del Instituto de La Habana ingresó en la Liga Juvenil Comunista. Durante la dictadura de Gerardo Machado participó en la fundación de los soviets de campesinos en el oriente cubano, liderándolos para apoderarse de los realengos que se encontraban entre los latifundios.

Fue organizador de la Liga Juvenil, más tarde dirigente de la Unión Revolucionaria Comunista; después, concejal en el ayuntamiento capitalino, donde con ferocidad defendía, junto a sus compañeros de Partido Socialista Popular (PSP), los intereses del pueblo.

Siempre propagandista interminable. Escribía y participaba en programas radiales, entrevistas de prensa y actos sindicales y fraternales, en los cuales desde la voz de los oprimidos acusaba a los politiqueros de entonces. Hasta que fue despojado de su cargo tras el golpe de Estado del 10 de marzo, con el que la dictadura de Fulgencio Batista se cebó nuevamente sobre la Nación cubana. César Escalante se fue a vivir a la clandestinidad, como secretario del PSP de la capital y miembro de su dirección Nacional.

Prisiones, golpes, torturas, caracterizaron aquellas etapas, sin hacer mella nunca en sus concepciones políticas, morales e ideológicas. Nieto de un coronel mambí e hijo de un joven capitán que combatió en la “Guerra necesaria”, a perpetuidad mantuvo las tradiciones de sus ancestros, y las enriqueció cuando, también con 16 años ingresó en el movimiento comunista cubano.

Identificado totalmente con las ideas de Fidel, al triunfo de la revolución, se entregó a ella y cumplió importantes responsabilidades. Entre otras la de organizar, junto al comandante Rogelio Acevedo, las Milicias Nacionales capitalinas, siempre desde la trinchera del Partido provincial del cual continuaba siendo responsable.

Con la creación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas, ORI, por designación del Comandante en Jefe pasó a ocupar la responsabilidad de dirigir la Comisión de Orientación Revolucionaria, antecedente del Departamento Ideológico del Comité Central del PCC. La Radio, la Televisión, los medios de comunicación todos, fueron testigos de sus desvelos para que las ideas de Fidel se reflejaran en ellos, de forma clara e inmediata; también en el combate contra la reacción y la derecha que se aferraron a sus instrumentos mediáticos hasta que fueron expropiados y expulsados por la Revolución. Organizador de los multitudinarios actos políticos en el país, se ocupaba hasta de los detalles más pequeños, que son los que hacen la diferencia.

Hace 56 años -precisamente un 18 de abril- lo perdimos a causa del cáncer. Fidel, el día 19 recordando la victoria de Girón, expresó:

“Hoy precisamente cuando conmemoramos un aniversario más de la Batalla de Girón, que es al mismo tiempo que la conmemoración de una Victoria y el recuerdo también de los sacrificios que aquella victoria costó, tuvimos todos el amargo deber de despedir a un compañero dirigente de la Revolución, que sin dudas, por sus condiciones revolucionarias, su modestia, su lealtad a la Revolución, su espíritu de sacrificio y abnegación,  mereció la más alta estima de todos nosotros, el compañero CESAR ESCALANTE…….”

Y pidió un minuto de silencio.

El cortejo fúnebre había salido de la Plaza. Llovía. La solemnidad de los rostros mojados acompañó al revolucionario hasta el cementerio de Colón. Allí cientos de personas también hicieron un minuto de silencio, que rompió la voz trepidante del Presidente Osvaldo Dorticós. Recordó en la despedida de duelo que César trabajó desde su lecho de enfermo hasta el último suspiro a los 49 años de edad. Así fue su vida, de entrega total a la causa de Cuba, libre independiente, soberana y socialista. Un ejemplo de reciedumbre revolucionaria, afirmó Dorticós.

El valor de las ideas

Al releer hoy las intervenciones, charlas y conferencias de César Escalante durante los primeros años del triunfo, sobre la propaganda revolucionaria y la conciencia política, -temas de una actualidad meridiana-  decidimos recordar, por su vigencia las ideas y conceptos entonces expresados, atendiendo a su valor y a actualidad.

Por supuesto, muchas cosas han cambiado desde 1961. La Televisión, la radio y la prensa eran los medios de información, de difusión, de educación, de entretenimiento, por excelencia y estaban en nuestras manos. Hoy, el desarrollo científico tecnológico en las comunicaciones ha introducido una revolución que se llama internet y creado las redes sociales “al alcance de todos”, controlados mayormente por la tecnología en manos del enemigo, que censura, propagandiza y manipula a sus usuarios, incluso, realiza estudios sobre las particularidades de los internautas, preferencias etc., lo que le permite  utilizarlos en las agresiones de subversión política e ideológica que, la maquinaria imperial, pone en marcha, a través de sus cipayos nativos.

Al enemigo hay que vencerlo en cualquier terreno, afirmó muchas veces Fidel y este es hoy, quizás, el principal escenario. Pero, vencerlo con ideas, con conceptos, sin dogmas, con frescura, sin repeticiones de consignas vacías, que poco dicen en ocasiones, manteniendo otras, que no pierden su vigencia, -como la de Patria o Muerte, Venceremos-, que se agrandan más allá del archipiélago cubano.

En este sentido, una de las tantas conferencias que dio César, -en ese entonces eran solo posible cara a cara con sus atentos escuchas- fue la del 8 de septiembre de 1961.

Las ideas y conceptos sobre la propaganda revolucionaria, que allí expresó parecen tan actuales y necesarias, como experiencia y arma útiles para emplear en la actual batalla de ideas ante esta nueva ofensiva de guerra sicológica enemiga, en la cual intentan desacreditar nuestra cultura, la grandeza y estatura de la intelectualidad cubana, confundir y desanimar a la población, fabricar “incidentes” internos, que puedan presentarse como “violaciones de los derechos humanos” en Cuba.

Las ideas que se relacionan, revelan el profundo pensamiento de César, cómo proyectaba desde su responsabilidad, el trabajo político ideológico, qué pensaba de los jóvenes, las organizaciones de masas y sociales y de la unidad revolucionaria, que más tarde se materializaría al proclamar Fidel la unión de todos los revolucionarios cubanos en una organización política de nuevo tipo, el Partido Unido de la Revolución Socialista, el cual se proponía la construcción en nuestra Patria, de una sociedad sin explotados y explotadores, libre e independiente, soberana y digna.

Vienen también a mi mente, aunque no pueda citarlas textualmente, las palabras del entonces Jefe del II Frente Oriental, Comandante Raúl Castro, en una entrevista de prensa –a finales de 1958-  en medio de los combates de entonces: La conciencia política y su formación, se asemeja a un arma de guerra, cuyas municiones se agotan en la batalla, y debe ser recargada constantemente, en la medida en que se dispara, pues de no hacerlo implicaría la derrota.  ¡Cuánta razón!, La conciencia política que no solo está inmersa en el combate cotidiano contra el enemigo, las dificultades, los errores, las deficiencias y la erosión del escenario político social en el cual se desenvuelve, que causan desgaste, envejecimiento de las ideas y es necesario el amunicionamiento, de nuevos conocimientos y conceptos, es decir recargar los proyectiles del arma, para proseguir el combate.

Cuando habla un comunista

Para los fines ya expuestos, he seleccionado párrafos esenciales de las palabras de César, en aquella charla que considero fundamentales. El resto de las ideas vertidas pueden ser obtenidas en el documento original: “Obra Revolucionaria”, nro.34, 2/10/61.

“La propaganda revolucionaria es tarea constante, diaria y sistemática. Sería útil, al objeto de fijar algunos conceptos necesarios, que dijéramos algunas palabras de introducción que permitan apreciar la naturaleza, el carácter y los fines específicos de la propaganda revolucionaria….Porque solamente comprendiendo el significado de la Revolución, podemos descubrir mejor a sus enemigos, podemos superar las dificultades y los obstáculos, podemos vencerlos y podemos alcanzar las tareas propuestas.

La Revolución tiene etapas y cada una, tareas concretas…que nacen del desarrollo mismo de las necesidades de la Revolución…. pero no basta con eso, hay que comprobar su justeza y posibilidades de su aplicación….

 “Son diversas las formas de lucha del Imperialismo y la contrarrevolución,  y para poder responder de forma efectiva a esas agresiones, -abiertas o encubiertas, directas o indirectas-  es evidente que tenemos que saber qué cosa es la Revolución, qué camino toma la Revolución, cuáles son los fenómenos, las dificultades y los obstáculos que pueden presentarse en el proceso revolucionario.

 “La Revolución y la Contrarrevolución no pueden coexistir. Es una ley, elevada a esa categoría por el desarrollo de todas las Revoluciones contemporáneas… El enfrentamiento de ambos conceptos se desarrolla en todas las esferas de la vida social, la cultura, la producción, la sociedad. Las ideas están en constante contraposición entre los conceptos conservadores, retrógrados, contrarrevolucionarios, heredados del pasado, muchas veces sin que las mismas personas que los enarbolan se percaten, y los revolucionarios que pretenden cambiar, modificar, modernizar, adecuar la sociedad, la cultura y la producción a la dinámica y conceptos de nuevo tipo que desarrolló velozmente una Revolución triunfante en pos de la justicia social, la independencia y la soberanía nacional.

 “…. la propaganda revolucionaria tiene una finalidad, el exponer constantemente las ideas revolucionarias, que tienen como propósito educar a los trabajadores y al pueblo elevando su conciencia social; la propaganda revolucionaria  tiene como fin  promover la movilización de todo el pueblo para cumplir con cada una de las tareas que fija la Revolución, la propaganda revolucionaria  tiene como propósito movilizar a todas las fuerzas revolucionarias y populares, para la construcción de la sociedad socialista, por eso la propaganda revolucionaria debe ocupar y ocupa un destacado papel en el trabajo del Partido, en la labor de las organizaciones sindicales, en la labor de las organizaciones campesinas, juveniles y femeninas.

 “Creo que no descubrimos el Mediterráneo, si afirmamos que, precisamente un exponente destacado de esta labor de propaganda revolucionaria la encontramos en el mismo jefe de la Revolución, el compañero Fidel Castro…… y creo que todos los propagandistas revolucionarios y que todas las organizaciones se inspiren en el ejemplo del compañero Fidel…que en sus discursos, la médula de sus mensajes es llevar a nuestro pueblo la comprensión de lo que es nuestra revolución, para que entiendan la tarea que en ese momento se ha fijado la revolución.

No se trata de frases ni de dichos intrascendentes, el motor que impulsa la explicación debe llegar a la conciencia de los trabajadores y del pueblo, para que comprendan, para que entiendan y para que entendiendo y comprendiendo la importancia de la tarea, puedan abordarla, puedan realizarla y, haciéndola suya, luchar con ardor, luchar con firmeza y con valor por la aplicación y cumplimiento de la tarea orientada.

El Objetivo es llegar a la conciencia de las masas, es tratar de esforzarse para que se comprenda la idea, para que se aprenda cuáles son los aspecto de cada una de las tareas y de este modo convertirse en ejecutores   

La propaganda revolucionaria es explicación y divulgación de ideas revolucionarias….  Tiene una naturaleza específica, se propone un objetivo concreto, y tiene como fin llevar una idea a la conciencia de las masas, para que el pueblo haga suya esa idea revolucionaria…. La propaganda revolucionaria va dirigida a las personas, al pueblo, para que se explique la razón de las cosas, a que las comprenda y a que el pueblo, los trabajadores se apoderen de la idea, para convertir a ese trabajador, en ejecutor de la idea que se trata de promover en su conciencia.

La propaganda revolucionaria es promoción de ideas revolucionarias, es abrir la mente de las personas para que entiendan el porqué de una cosa, para que comprendan la razón de ser de algo que se quiere explicar y que a la vez, comprendiendo la razón, de lo que se quiere explicar,…

La idea  penetra en todo, penetra en todos los poros de nuestro cuerpo; la idea revolucionaria penetra en la producción; en la defensa; en la cultura; la idea revolucionaria penetra en la información del periódico; penetra en el editorial del periódico; la idea revolucionaria penetra en la novela  que se radia; la idea revolucionaria penetra en el noticiero; en la información o en cualquier otra actividad radial, televisada o de la prensa; la idea revolucionaria vive en cada uno de nosotros; la idea revolucionaria hay que llevarla al pueblo, a las masas, por todos los medios y vías posibles, pero como IDEA REVOLUCIONARIA, como un propósito dirigido a realizar las tareas orientadas por la Revolución.

…Cuando la propaganda se repite continuamente, de manera mecánica, a veces innecesariamente, se escucha sin darle importancia, no mueve ningún tipo de sentimiento, no mueve ninguna idea en la mente de aquel a quien va dirigido el mensaje…..

Para hacer propaganda revolucionaria hay que estudiar. Para promover las ideas y los conceptos hay que conocer y dominar tales ideas y conceptos.– La práctica revolucionaria, la vinculación con el pueblo, forma parte del estudio. La vida misma es una gran educadora. No se estudia solo en libros sino también en la práctica revolucionaria, en la vida misma.

Es preciso conocer qué es el Socialismo y cómo se llega a él. Fidel explicó el 26 de julio, que el Socialismo no se decreta, que no se establece de la noche a la mañana, que es todo un período de lucha de trabajo, de esfuerzos, para llegar a construir esa Sociedad, la más justa, la más alta, la más humana, en la cual desaparece definitivamente la explotación del hombre por el hombre. Eso requiere crear una base productiva, material, elevar la producción, la productividad del trabajo, las riquezas, el patrimonio del pueblo y asegurar sus necesidades.

“….y si como dijimos antes, ese es el propósito que nos anima a todos, si la tarea que nos impulsa hacia adelante es esta, si el objetivo que perseguimos es este, si la meta por la cual luchamos es la construcción de la sociedad socialista, esto nos obliga necesariamente a todos a realizar la más intensa propaganda de explicación, de divulgación, para que la movilización permanente y sistemática de cada uno de los hombres y mujeres del pueblo no DESFALLEZCA en ningún momento en la gran tarea de dar cima al objetivo que nos hemos señalado.

Este proceso se lleva a cabo en medio de una lucha tremenda contra las fuerzas imperialistas, contrarrevolucionarias que pretenden impedir la construcción  de esta sociedad, que día a día se crea en este país.

Para enfrentar las dificultades más permanentes, se requiere mayor convicción, más conciencia revolucionaria.

La conciencia revolucionaria tiene precisamente la gran ventaja de saber por qué se lucha, de saber cuál es el camino que debe escogerse para esa lucha; de saber el resultado final  de esa lucha; porque en el pasado cuando ese grupo pequeño dirigido por Fidel, se adentró en las montañas, aislados, perseguidos, hostigados día y noche, para mantener firme la causa que defendían, el compañero Fidel, dirigiendo a este grupo y a todos los que luchaban contra la dictadura de Batista, había que tener una fe inquebrantable en la seguridad de la lucha, en que al fin y al cabo vencerían a todas las dificultades. Ese es el valor, la significación de la conciencia revolucionaria. Porque la conciencia revolucionaria no permite la duda, ni el pesimismo.

En la misma medida en que esa conciencia revolucionaria sea más alta, en la medida en que esa conciencia revolucionaria sea más  firme, estaremos luchando mejor, estaremos realizando la tarea en condiciones mejores para nuestro pueblo.

No basta sólo con que las ideas que se promuevan sean justas, sean correctas, es necesario saber exponerlas, y utilizar los medios adecuados.

…..hoy los medios de información, de difusión, de educación, de entretenimiento, -la prensa, la radio, la televisión, el cine- están enteramente en manos del pueblo, del Estado revolucionario, de los trabajadores, de toda la nación…..

No basta solo el entusiasmo, sino es necesario que ese entusiasmo sea promovido por algo más inconmovible, por algo más definitivo, por algo más firme, por algo que en realidad debe ser el motor constante de la renovación de ese entusiasmo, que es la conciencia revolucionaria, que es comprender la conveniencia, la necesidad de que la tarea sea cumplida, por encima de todas las dificultades, por encima de todos los obstáculos, para que cuando en el cumplimiento de esa tarea, surja lo inesperado, lo que no se calculó, ningún compañero pierda el entusiasmo, sino por el contrario, comprenda que de su voluntad inquebrantable depende vencer el obstáculo transitorio…… y solo en la medida de que poseamos esta comprensión revolucionaria, de la necesidad de vencer el obstáculo, de cumplir la tarea, en la medida en que comprendamos más el fondo de la tarea, el objetivo que se persigue, en esa misma medida no habrá obstáculo que pueda paralizar la acción emprendida. Ese es el gran valor, el valor extraordinario, el valor sin límites de la conciencia política.

La propaganda revolucionaria es tarea de todas las organizaciones de masasLa propaganda, no es la repetición mecánica y absurdo de una consigna o una idea, sino que es la organización científica, planificada, adecuada de aquellas ideas que son fundamentales; es estudiar cómo en la aplicación de ellas, surgen nuevo problemas, es descubrir dónde fallamos, cuál es aquella cosa que resulta más importante en un momento dado, dónde se encuentra aquello que puede confundir o que efectivamente confunde. No es simplemente agitar una consigna, promover la consigna, y repetir la consigna como un disco rayado, sino de saber el resultado que obtenemos, dónde está la falla, las deficiencias en la aplicación de la medida y rectificarlas como es debido.

Estamos empeñados en una lucha tremenda contra las fuerzas de la reacción. La lucha por elevar la conciencia revolucionaria, es una lucha actual, pero también permanente, una lucha de todos los días, una lucha de todas las horas, para que de ese modo cada cubano, cada uno de nosotros estemos cada vez más juntos, más unido en torno al gobierno Revolucionario, a Fidel, en la lucha por el socialismo, la paz y el progreso….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *