Creado en: julio 28, 2022 a las 10:27 am.

Una luz de sincero amor

Foto: Estudios Revolución

«Una luz de sincero amor por Cuba se ha apagado en Nueva York a los 103 años de edad, el profesor y coleccionista Alex J. Rosenberg, a cuya generosa obra de promoción debe tanto el arte cubano», escribió en Twitter el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al referirse al luctuoso suceso, acontecido el pasado fin de semana.

Desde que visitó por primera vez La Habana, Rosenberg nunca dejó de trabajar por encauzar los valores del arte cubano contemporáneo y preparar a especialistas en su gestión. Vinculado a las instituciones culturales de la Isla durante las tres últimas décadas, fundó y presidió el Círculo de Amigos Norteamericanos de la Fundación Ludwig de Cuba, de intensa actividad en favor de la visibilidad de la creación antillana, su sistema de formación artística y el establecimiento de vínculos de entendimiento y solidaridad que sobrepasaran los efectos del permanente hostigamiento de los gobernantes de su país contra el archipiélago.

Helmo Hernández, director de la Fundación Ludwig de Cuba, lo calificó como «amigo incondicional de la Revolución y luchador incansable por los derechos civiles de sus conciudadanos, quien se mantuvo firme al lado de nuestra causa hasta el último aliento», y recordó su más reciente estancia habanera, en abril.

Entre las decenas de reconocimientos recibidos a lo largo de su prolongada carrera en varios países del mundo, tenía especial consideración hacia la Distinción por la Cultura Nacional, conferida por el Ministerio de Cultura, y la titulación como Doctor Honoris Causa por la Universidad de las Artes. Y guardaba entre sus recuerdos más preciados, la cálida conversación que sostuvo, junto a su esposa Carol, con el Presidente Díaz-Canel en la sede de la misión diplomática de Cuba en Naciones Unidas, en septiembre de 2018.

En la Universidad de las Artes creó en el 2000 la maestría en Tasación de obras, y fue conferencista en eventos internacionales que tuvieron lugar en La Habana durante la primera década de este siglo. Como curador organizó las exposiciones Henry Moore, esculturas y dibujos, en el Centro Wifredo Lam (1997), y Esculturas de Degas (2010) y Dalí, memorias del surrealismo (2014), en el Museo Nacional de Bellas Artes de la capital cubana.

Integrante desde el primer momento del Consejo Editorial de la revista Artecubano, del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, Rosenberg transmitió, más que un consejo, una sugerencia: «Promuevan las novedades y las tendencias actuales, pero no olviden que el arte es un largo camino en el que valen las grandes y pequeñas historias».

(Tomado de Granma)

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