Creado en: enero 29, 2021 a las 08:31 am.

Una tarde miré hacia abajo, y vi otra realidad, la literaria

Lourdes María González Herrero. Es poeta, narradora y editora. Por su prolífica obra literaria actualmente está situada dentro de las voces más destacadas de la Isla. Ha sido merecedora de importantes lauros en los que figura el Premio de la Crítica por su novela Las edades transparentes. Obras suyas han sido editadas y traducidas en otros idiomas. Desde 1999 dirige el sello editorial Ediciones Holguín.

La conversación con Lourdes nos proporciona momentos de complicidad y aprendizaje. Trasmite sus numerosas experiencias del libro de manera natural y sencilla.

Su modestia no le permite hablar de ella misma, “prefiero que sean otros los que promuevan mi obra”, me dice, y desde el otro lado de la línea percibo un tono de apocamiento en su voz.

Agradezco sus palabras y el tiempo dedicado.

¿Recuerdas el primer texto que escribiste? ¿Háblanos brevemente sobre tus obras publicadas y los premios obtenidos?

El primer texto fue publicado en Varias maneras, una selección que hizo Luis Caissés, se llama El patio y fue el inicio de una escritura sostenida durante los años 1972 y 1973. Creo que el milagro se produjo a través del entorno amoroso en una ciudad marcada por la vida bohemia: Santiago de Cuba. Yo vivía con un actor que también fue el inicio de muchos conocimientos. Una tarde miré hacia abajo, y en lugar de ver el patio interior de siempre, situado entre Calvario y Carnicería, pared por medio de la Isabelica, vi otra realidad, la literaria.

Luego estuve trece años sin escribir, no sé la razón, quizás el distanciarme de ese ambiente y no tener como lector al amante, no lo sé. Lo más interesante es que no eché de menos el acto de escribir, ni me sentí angustiada, simplemente continué la vida de otro modo.

En 1985 algunos escritores descubren que alguna vez había escrito, y su tenaz insistencia me hizo sentarme a probar si todavía estaba en mí el estro. Y estaba. Gané algunos Premios de la Ciudad, un Adelaida del Mármol, el Julián del Casal 1999, el Bicentenario de José María Heredia, publiqué en México un libro, y el decurso parecía ser el todo. Pero no fue así. De pronto mi vida cambió completamente con la llegada del Periodo Especial y la poca maestría que mi madre y yo mostramos para sobrevivir, mi hijo era muy joven.

Un amigo que nos halló fantasmales me prestó dinero y abrí una paladar, en la que sufrimos mucho, pero comimos, y yo escribí ese libro de género ambiguo que es Papeles de un naufragio, ya en su quinta edición.

Escuchando las opiniones de muchos sobre ese libro, pensé que quizás podría narrar, y ha sido todo una enorme aventura nunca presentida siquiera. Escribí primero la novela María Toda, que ya va por su quinta edición, pero funciona como una descarga lírica, y yo quería narrar.

Entonces me dispuse febril y escribí Las edades transparentes, que además de sus muchos lectores me dio el premio Oriente de novela José Soler Puig y el de la Crítica 2007, año en el que gano este mismo galardón como editora de un libro científico.

Las edades transparentes

Y aunque he seguido escribiendo poesía, publicándola y ganando algunos premios (Los días del verano, Editorial Oriente 2003); Pasajera la lluvia, Letras Cubanas, antología personal, 2003); Afuera sangran los caballos, Unión 2009; El hijo del arpista, Editorial Oriente 2010; Tatuajes, Cuaderno Papiro 2011; Escripturas (Editorial Caserón, 2015); Mañana el cisne (Letras Cubanas, 2016), en realidad he dedicado mucho tiempo a la narrativa. Novelas: El amanuense, Letras Cubanas, 2011 (Mención Casa de las Américas 2007, finalista del Premio de la Crítica), El ensayo (Editorial Oriente, 2014). Cuento: La sombra del paisaje (Premio Guillermo Vidal, 2008, publicado por Ediciones Unión, 2009); La mirada del siervo (Ediciones Matanzas, 2012, Premio La Puerta de Papel); Cuentos de verano (Editorial Croce, 2014).

Actualmente están en la industria dos títulos nuevos, de cuento, uno de Letras Cubanas y otro de Ácana. Ediciones La Luz trabaja un libro mío también de difícil catalogación de género. En enero terminé una novela que es muy importante para mí. Ahora estoy enfrascada en un cuento que, al leerlo, el público opinó debía convertirse en novela, en eso estoy.

Recientemente ha salido a la luz por la editorial DECO Mc Pherson S.A. una nueva edición de tus obras “Las edades transparentes” y “María Toda”. ¿Puedes abordar acerca de estas publicaciones?

Cuando me di cuenta de que yo había tenido la suerte de recorrer dos vidas diferentes, y de que uno podía contener a más de una persona, y estas permanecer unidas por el amor a uno mismo, tuve el deseo de escribir María Toda, una novela refugiada por completo en la poesía, y en mi añoranza de esa otra forma de vida dejada atrás.

Los personajes de esta novela se parecen a la libertad que otorga el placer, y a la pluralidad, tan necesaria para hablar de la vida.

María Toda son las historias del cuerpo de una mujer contadas por otra mujer, muchos entienden que esa otra mujer es el alter ego de María Toda, yo dejo eso a la reflexión de la gente. La novela es erótica, pues se dan una serie de situaciones y el hecho de que los dos personajes sean femeninos aumenta el interés voluptuoso.

Jamás pensé, auguré, ni presentí que María Toda iba a causar las sensaciones que me han contado en la calle, en las tiendas, en las colas, en cualquier sitio. Subestimé a muchas personas que me dijeron que iban a leerlo. Recuerdo una ocasión en la que un gerente me dio la bienvenida en su hotel y enseguida me preguntó: ¿Y es verdad que se murió? Yo, volviéndome a la tristeza que la pregunta anunciaba indagué: ¿Quién?, y aquel joven y serio gestor me contestó con mirada cómplice: María Toda. Fue una enorme sorpresa para mí, él lo había entendido todo.

Tengo cartas enviadas desde varios países, en las que disfrutan su lectura con fruición. ¿Qué más puedo pedir? Se trató de mi primer intento de escribir narrativa, la pulí durante muchos meses, y luego hay criterios como estos:

“Parece que la humanidad, así como envejece y se va convirtiendo en sabia poseedora de códigos que echan luz sobre las angustiosas urgencias del ser, en esa misma medida se torna desmemoriada y ramplona. Como fantasmas sabichosos que llevan bajo el brazo las últimas traducciones del genoma humano, queremos olvidar el hecho de que nada se ha concluido y todo permanece indescifrado, oculto en el misterio —que por alguna razón comparte su raíz etimológica con mística— del cuerpo y de la mente, entregados en posesión por tiempo definido. María Toda es el relato de esa gran incertidumbre”.

“Ella, la protagonista activa, busca respuestas en la fuente más antigua y poderosa que tenemos a mano: el sexo, el cual descubre —dónde si no— en el principio de todos los comienzos: el agua, y La Llamada que fatalmente obedecerá: el choque de las aguas.”

Mireya Piñeiro (Guantánamo. Cuba.)

“Este libro es precursor de la nueva condición feminista. La mujer ha sido durante veinte siglos simbolizada por una María « Virgen », le sucede una Maria « Toda « entera. Quizás se diga en un futuro –creo lejano pero cierto- que nació en vuestra isla, arraigada al mar para ensanchar su cuerpo y alcanzar un concepto de mujer universal. Tu ironía devastadora también me hace reír a carcajadas.”

Francisca Takali (Traductora. Francia.)

“Cuando comencé la lectura de María Toda, novela de la escritora cubana Lourdes González Herrero, no pude desprenderme de ella hasta terminarla; es de esas obras que se leen de “un tirón”. Luego, en esa fría madrugada californiana, me quedé sentada hasta el amanecer, meditando y repasando en la memoria todo lo leído. Ahora muchas veces vuelve a mí María, despertándome. Me había propuesto no escribir nada al respecto, hasta que se desvaneciera el sortilegio que me atrapó, pero creo, que sólo  contándole a ustedes sobre ella – aunque sea algo apresurado –, podré librarme de su dominio.

María Toda es una novela que obliga a la soledad de la lectura, reclama un espacio aislado, lejos de los ruidos y quehaceres cotidianos; y es que al leer, irremediablemente estás dentro de la poesía, y la poesía necesita de la soledad para tocarla; no obstante, después que terminas la lectura, se hace imprescindible compartirla.”

Ena Columbié (Estados Unidos)

María Toda me resultó fascinante, atrapante, rarísimo en la poesía de esa prosa que se escabulle, o en la prosa de esa poesía que va y viene. Notable.”

Fernando Butazzoni (Uruguay)

¿Cómo ha sido tu experiencia con esta editorial? ¿Qué opinas de este proyecto?

Creo que la profesionalidad, la seriedad, el magnífico equilibrio de ilustración y texto, hacen de este proyecto una suerte enorme para los escritores cubanos. Luego está la promoción, a la que el equipo dedica un esfuerzo extraordinario, y logra insertarnos en las distintas plataformas literarias. Me enorgullece formar parte de Mc Pherson y les deseo larga vida editorial.

 ¿Qué significa para una escritora dirigir la editorial Ediciones Holguín? ¿En qué crees que una profesión afecta a la otra? ¿En qué crees que lo beneficia? ¿Cómo te las ingenias para llevar la dirección de la editorial y mantenerte escribiendo tu obra?

Significa una enorme responsabilidad, y a la vez, un enorme gozo. En Ediciones Holguín el éxito radica en el equipo, ya que todos los especialistas llevan entre 22 y 16 años en su puesto de trabajo. Creo que todo se vincula al oficio de escritor: las lecturas, las noticias, el trabajo, todo.

No me preguntes cómo me las ingenio, porque no sabría responder, en el día a día voy priorizando, y en la editorial estoy rodeada de personas que protegen mis horarios. Imagínate que dirijo esta institución desde 1999.

¿Cómo ha sido el trabajo en la editorial en estos momentos de aislamiento por la situación de la Covid-19? ¿Han surgido ideas nuevas? ¿Qué proyectos futuros tiene la editorial?

Durante los meses más crueles de la pandemia nos esforzamos trabajando a distancia, haciendo Ebooks. Y yo creé una revista que permanece, es digital y se llama Cultura y Solidaridad. Ya estamos de nuevo en la sede, con fuerza renovada.

¿Cuáles son tus escritores fundamentales, los que han marcado tu obra?

Ufff, pregunta muy difícil, porque son sumatorias, pero puedo decirte algunos nombres indispensables: Eliot, Vallejo, Rilke, Carpentier, Bolaño, Piglia.

¿Qué te da miedo?

¿Miedo?, el miedo.

¿Qué es lo que más te enfurece?

La ignorancia

¿A tu juicio cuál es la palabra más peligrosa?

Arma

¿Cuál la más esperanzadora?

 Futuro.

¿Qué opinas de la palabra feminismo?

Ha resuelto muchos problemas de desigualdades, pero dosificada es mejor.

¿Qué le aconsejarías a los jóvenes escritores? ¿A los jóvenes en sentido general?

Que piensen, que aprendan a pensar y lo practiquen constantemente.

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