Creado en: marzo 16, 2021 a las 08:16 am.

Una vanguardia y su pueblo en la lucha por Cuba

Más de 270 conciertos de diversos géneros tuvieron espacio en 2020 gracias a las tecnologías de la información y la comunicación. Foto: Tomada de la página de Facebook, del Mincult

Por  Alina Perera Robbio

«Tenemos mucho realmente que agradecer a ustedes; ustedes han sido embajadores de la Revolución, embajadores de Cuba, con toda la diversidad de las diferentes artes conocidas en el mundo entero en cualquier rincón, y ese ha sido el mensaje de la Revolución, y hoy sigue siendo así». El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, compartió este lunes ese mensaje de gratitud con quienes tomaron parte en la reunión anual de trabajo del Ministerio de Cultura.

«Valoramos muchísimo sus recomendaciones, las experiencias, esta crítica que ustedes hacen, justas, y que nos permiten a nosotros perfeccionar el trabajo», expresó el Jefe de Gobierno desde el Palacio de la Revolución, en un encuentro que también estuvo encabezado por el miembro del Buró Político del Partido y vice primer ministro, Roberto Morales Ojeda; por el integrante del Secretariado del Comité Central del PCC y jefe de su Departamento Ideológico, Víctor Gaute López, y por el titular del Mincult, Alpidio Alonso Grau.

«Tenemos fortalezas que nos hacen invencibles», expresó Marrero Cruz en alusión al pueblo cubano, que es «culto, preparado, revolucionario, que confía en la Revolución a pesar de las dificultades, y que es muy optimista». Y dio sentidas gracias «a todos los escritores, a todos los artistas, los intelectuales, los jóvenes creadores».

El ministro Alpidio Alonso Grau enumeró las principales acciones desplegadas durante 2020. Lo primero entre todo lo hecho fue el diseño de una estrategia de labor político-ideológica, y a partir de ese propósito medular ha habido un seguimiento a los acuerdos de los más recientes congresos de la Uneac y de la AHS, así como de la Conferencia del Sindicato de los Trabajadores de la Cultura.

De otras líneas de trabajo habló Alpidio Alonso, como la defensa de la Casa de las Américas, y de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, el rescate y cuidado de museos, el nacimiento de la nueva sede de la Cinemateca de Cuba, el estímulo de creaciones artísticas y literarias, la atención a la enseñanza, y la promoción del patrimonio material e inmaterial de la nación.

Igualmente, el Ministro de Cultura mencionó propósitos que se derivan del próximo Congreso del Partido Comunista, habló del homenaje a los 60 años de Palabras a los intelectuales –ese inolvidable encuentro de Fidel con la vanguardia de creación–, el incremento de producciones culturales destinadas a los medios de comunicación, las alianzas con otros ministerios, el diagnóstico de un banco de problemas, el cumplimiento de la Tarea Ordenamiento, el vínculo con las entidades científicas, y el trabajo con los jóvenes.

El viceministro Fernando Rojas Gutiérrez apuntó que la estrategia de trabajo político-ideológico constituye para el Mincult un asunto de alta prioridad, y que la misma se ha actualizado a tenor con los desafíos del momento, sin olvidar que el escenario demanda de más diálogo, de intercambios, de una relación más directa con creadores y artistas, de la cual se deriven soluciones.

¿Qué hubiese sido de la creación cultural de la Isla si, en medio de la COVID-19, la labor del pensamiento no se hubiese enfocado en las redes virtuales?, preguntó en el encuentro Alexis Triana González, director de Comunicación del Ministerio. Entre otros logros mencionados por él, más de 270 conciertos de diversos géneros tuvieron espacio gracias a las tecnologías de la información y la comunicación; se enlazaron 130 páginas web en una alianza sin precedentes; desde el sistema de instituciones de la cultura se produjeron unas 1 500 propuestas audiovisuales, y ha sido una realidad la autopista virtual que va enlazando a los territorios de diversos puntos del país.

Un eje conceptual de diversos análisis fue el compartido por Alpidio Alonso, quien dejó claro que el trabajo cultural no solo abarca a las instituciones de ese universo, sino también a la sociedad como un todo.

En una reflexión que se conecta con esa certeza, Lis Cuesta Peraza, coordinadora del Comité de Eventos del Mincult, habló sobre la importancia de que cada evento cultural sea sostenible y que, en tal sentido, exista la voluntad de pensar los caminos de patrocinio de cada propuesta. Desde luego, expresó, hay que buscar creativamente, mirar nuevos modos de promover eventos, y no olvidar el impacto social, cultural e ideológico que un buen suceso cultural entraña, así como la posibilidad de que en él habiten, si es abarcador y marca la vida de una ciudad u otro territorio, muchos de sus patrocinadores y, a la vez, beneficiarios.

APUNTES EN UN DÍA SEÑALADO

Un día excelente fue escogido para que tuviese lugar la reunión de trabajo del Mincult. Así comentó el vice primer ministro, Roberto Morales Ojeda, quien no pasó por alto que este 15 de marzo se cumplieron 143 años de la histórica Protesta de Baraguá, protagonizada por Antonio Maceo.

A propósito, resaltó que el encuentro era de conmemoración y también de compromiso sobre qué más pensar y hacer por nuestras soberanía e independencia, por defender la identidad nacional. Mencionó otras motivaciones, como el aniversario 60 de Palabras a los intelectuales, el 60 de la Uneac, y el aniversario 35 de la AHS.

Morales Ojeda hizo énfasis en el papel que deben desempeñar las instituciones culturales en la programación artístico-literaria, y resaltó que la estrategia de trabajo político-ideológico tenga una concreción en los escenarios locales. En su análisis no obvió los desafíos que la COVID-19 plantea a la programación cultural. Sobre esa idea, abogó por el logro de un diseño de cara a los medios de comunicación, y que las producciones sean atractivas.

El Vice primer ministro habló de la cultura general integral, esa de la que tanto disertó y por la que mucho hizo el Comandante en Jefe, esa que hay que fortalecer, pues es un arma en manos del pueblo, artífice principal en la defensa de la Revolución y del socialismo.

Sobre estimular el hábito de la lectura, Morales Ojeda preguntó sobre cuánto más podemos hacer. Y al respecto recordó que, en los esfuerzos de Fidel, de Raúl, y del Presidente Díaz-Canel, hay guías que son referentes para incentivar la pasión por los libros.

De los trabajadores de la Cultura, el también miembro del Buró Político expresó que la inmensa mayoría de ellos son personas muy comprometidas, que a veces tienen lógicas preocupaciones por problemas que se deben a deficiencias de índole organizativa, más que a asuntos objetivos.

En cuanto a la crítica artístico-literaria, esa de la cual muchos exigen mayor presencia en los espacios de comunicación, Morales Ojeda afirmó: «Si vamos a hablar de cultura, de calidad, tenemos que hablar de una buena crítica».

MOTIVAR, SUMAR, INCLUIR

Que las instituciones culturales se conviertan en verdaderos laboratorios, en centros de crecimiento para procesos liberadores, pidió la joven Lizette Martínez Luzardo, especialista principal de la Dirección de Programas Culturales del Mincult. Que seamos capaces de crear consensos, de atraer a los jóvenes, de sumar a los artistas de las nuevas generaciones, convocó el presidente de la AHS, Rafael González Muñoz. Que no nos cansemos en la tarea tremenda de batallar contra la incultura y la indecencia, dijo el presidente de la Uneac, Luis Morlote Rivas, al recordar esa exhortación del Jefe de Estado, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Hacia el final del encuentro, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, hizo un recuento del año 2020, el cual calificó de difícil y del que pueden extraerse múltiples enseñanzas. El diseño de una estrategia político-ideológica en defensa de la Revolución es prioridad de primer orden, añadió, y recordó a los intelectuales que ellos han sido, en estos tiempos, el blanco principal del enemigo.

El Primer Ministro habló de trabajar con los jóvenes, de perfeccionar el trabajo, de fortalecer el sistema de comunicación, de apostar por el diálogo, de defender una política cultural única, con calidad y unidad entre todas las fuerzas creativas.

(Tomado de Granma)

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