Creado en: enero 29, 2024 a las 01:41 pm.

Ya la Uneac en Pinar del Río está en Congreso

Para Nelson Simón, uno de los retos de la Uneac es no dejar morir la creación artística en medio de las adversidades Foto: Januar Valdés Barrios

Con la asamblea de la filial de música de Pinar del Río, inició en el país el proceso de balance de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), que busca promover el debate en torno a los desafíos de la organización, camino a su X Congreso.

Aunque la cita está prevista del 28 al 30 de junio próximo, “ya la Uneac está en Congreso”, al decir de Nelson Simón, presidente provincial.

“El último consejo nacional fue el punto de partida del Congreso, ahí se empezaron a visualizar las rutas de trabajos y cada una de estas asambleas que estamos realizando son el pequeño congreso de ese gremio. De ahí salen acuerdos, preocupaciones, los diagnósticos de por dónde hay que ir enrumbando las miradas. Cada una de esas reuniones es la oportunidad de nuestra membresía de estar en su pequeño congreso territorial”, resaltó el prestigioso escritor.

El 31 de este mes tendrá lugar el encuentro de la filial de escritores, mientras que en febrero deben ocurrir las reuniones correspondientes a las secciones de artes escénicas, artes plásticas y cine, radio y televisión. Como colofón, está pactada la asamblea provincial para el 30 de abril venidero.

El X Congreso de la Uneac evalúa su quehacer durante los últimos cinco años, etapa en la que Nelson Simón observa una concreción del equipo de trabajo a nivel de país. Asimismo, destaca el ejercicio plural, en el que  todo el mundo tiene voz, como una de las características del periodo.

Fortalecer alianzas con la enseñanza artística y sostener estrategias en favor de preservar la memoria musical del país fueron algunas de las propuestas debatidas en la asamblea de la filial de Música Foto/Tomada del perfil Institucional de la Uneac en Facebook

¿Cómo resumiría las vicisitudes de la creación artística del último lustro en Pinar del Río?

“En cuanto a la creación se ha avanzado mucho, por supuesto, hay áreas de más desarrollo que otras. Sigue siendo preocupación de la Uneac la renovación de las artes escénicas, su proyección no solo en el panorama provincial sino también en el resto del país.

“Acerca de la plástica hemos advertido una posible crisis en las nuevas generaciones, y cómo estas se insertan en el discurso nacional. La música es una fortaleza, este periodo ha servido para evidenciarlo, nuestros espacios de música son de excelencia. Además, hoy contamos con un gremio de escritores más numeroso que antes y una producción literaria constante.

“Más allá del crecimiento artístico, creo que han servido estos últimos cinco años para que la Uneac se fortalezca en cuanto a cohesión y profundidad de pensamiento. Esa cohesión se manifiesta en la manera en que la gente se ha organizado en torno a la Uneac y participa de las propuestas que hace; en el sentimiento de que la organización es importante, seria, que atiende los problemas de la creación y piensa en el artista. Todo ello se ha visto también en el proceso de crecimiento, esa enorme voluntad que quedó manifiesta en la aspiración de formar parte de ella. El Comité Provincial creció casi en un 50 por ciento, somos 290 miembros, el cuarto comité más grande del país”.

Estimular, proteger y defender la creación intelectual y artística ha sido uno de los principales objetivos de la organización desde sus inicios. ¿En qué medida cumple esa misión en los complejos tiempos que corren?

“Tenemos una altísima responsabilidad, pero eso no termina ahí, hay que reforzar el trabajo de la institución y la relación de la organización con las instituciones. La Uneac ayuda a formar políticas, pero esas políticas luego se cumplen en las instituciones. Somos como Diógenes sosteniendo un farol que va alumbrando y mostrando caminos, no hay una mirada de superioridad en eso, es la función que nos toca: liderar procesos, pensamiento…

“El tema es complejo en estos tiempos porque tampoco se le puede dar a la institución toda la carga, incluso desde el punto de vista económico. Creo que hoy se intenta construir una sociedad menos paternalista, vamos camino a liberar la carga a las instituciones y que una parte de esa carga pase a nosotros.

“La mayor responsabilidad con la obra es del artista, no es dejarle a la editorial la promoción del libro, ni a una galería la promoción de tu obra, menos en el mundo tan interactivo que se vive hoy. Por eso creo que hoy necesitamos volcarnos más hacia los procesos creativos; analizar cómo lo que está pasando en el país incide en ellos, en la promoción y la comercialización de la obra; cómo las nuevas formas de gestión de la economía generan nuevas miradas y maneras de concebir el arte”.

Más allá de la obra personal, ¿cuál es el rol de un artista en la Cuba de hoy?

“Hoy Cuba es muy diversa, y nosotros, los cubanos, también. Hay quienes frente a las disyuntivas y las crisis optan por salvarse y salir a buscar su vida, pero siguen siendo cubanos, siguen siendo nuestros artistas, no podemos volverlos nuestros enemigos, tenemos que buscar nexos con ellos. Ahora, sí creo que el artista que decida quedarse a vivir en Cuba y participar de un proceso social como el de Cuba tiene que hacer una obra social, creer en la obra de arte como vehículo para transformar la sociedad.

“Hoy la Uneac tiene que ser ese espacio que abrace a todos, no puede estar ceñida a un pensamiento rígido, porque hoy tenemos un país múltiple, diverso. Es un momento de complejidades que no puede verse con esquematismos”.

Asumir la cultura como escudo y espada de la nación ha sido uno de los preceptos de la Uneac, ¿cómo aportar al respecto en los tiempos actuales?

“Compromiso y madurez. Prefiero esa frase que dice: la cultura es lo primero que hay que salvar; porque salvar la cultura es salvar el espíritu, la esencia de un país. Si algo prima en todo el desarrollo de la cultura, es la voluntad del Gobierno y el Partido de poner a la cultura en el centro de la mira, lo cual no quiere decir que no tengamos carencias y que a veces sea insuficiente el apoyo económico para la actividad cultural, pero sí hay una comprensión absoluta de la importancia de la cultura, sobre todo en un país como el nuestro, que es un país distinto, con procesos y circunstancias diferentes.

“Hay que trabajar con miradas más profundas, analíticas, no dejar morir la creación artística en medio de las adversidades, y para eso la Uneac tiene un papel decisivo. Tenemos que ayudar a pensar en la sociedad que estamos construyendo, en los problemas que surgen de todas las transformaciones, porque cada una implica riesgos y conflictos nuevos, y ahí tiene que estar el artista comprometido, ayudando a visualizarlos.

“Habrá que trabajar mucho para que el país no pierda las cosas que son esenciales, cada día nos parecemos más al mundo y eso es bueno, mientras no se pierda nuestra identidad y nuestros valores. Además, hay que darle paso a la juventud, porque crear esas nuevas dinámicas le corresponde a los jóvenes, por tanto, la Uneac tiene que garantizar una continuidad dentro de las líneas de las políticas culturales de la Revolución”.

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