Creado en: noviembre 3, 2022 a las 09:22 am.

En pos de una cultura comunitaria en colectivo

El pasado sábado 29 de octubre la comisión permanente de trabajo Cultura Comunitaria, se reunió en el municipio de Morón en Ciego de Ávila.

El primer lugar para el encuentro y la discusión teórica fue la Casa de la cubanía que atiende nuestro director de la compañía D‘Morón Teatro y premio nacional de Cultura Comunitaria, Orlando Concepción.

En un ambiente más que ecléctico, pero temático en cuanto a la cultura cubana, comenzó un debate fructífero sobre el papel de las instituciones de la cultura en defensa del patrimonio y las acciones en concreto en pos de los proyectos comunitarios.

Odalys Negrín, especialista del CIERIC en la provincia, y estudiosa de nuestra cultura y tradiciones, defendió la importancia de abordar a las comunidades para transformarlas en su bienestar.

Se sostuvo, una y otra vez, la necesidad de respetar la metodología a la hora de presentar los proyectos de impacto social y así conseguir, además, la salvaguarda histórica.

Los especialistas del sistema de la Cultura, así como los cultores invitados a la Comisión, proclamaron, una y otra vez, lo importante de mantener un trabajo mancomunado con los diferentes factores de la sociedad. Solo así se logrará que el proyecto alcance su verdadero protagonismo y su objetivo principal que es transformar todo lo que debe ser cambiable.

Roberto Castillo, actor de la agrupación Caminos teatro argumentó que el trabajo comunitario tiene que ser colectivo, para que nada se trabe, para que las cosas funcionen como debe ser.

Quedó bien claro que no solo se ponía en lo alto el papel de la Cultura sino, además, el de la Revolución, principal gestor de todas las transformaciones de nuestra sociedad. Así como la máxima impulsora, junto a las diferentes estructuras de gobierno, de las  acciones en pos del mejoramiento social y humano.

Una vez más, en el encuentro matutino, se conceptualizó lo que ha de ser el proyecto comunitario ideal y se magnífico la trascendencia que el mismo ha de tener en la formación de valores en futuras generaciones.

Salió a relucir el trabajo desinteresado y abiertamente revolucionario de Juan Carlos Corcho Vergara, premio Ornofay como promotor destacado en la  provincia, en el Complejo Cultural Nicaragua, en el otrora cine de la cabecera provincial.

Esa institución, enclavada en la parte norte de la ciudad, y rodeada de casas, tendrá un decisivo impacto en la comunidad al ser un espacio no solo para el ensayo de la banda de conciertos, sino, también, para el disfrute de todos con la música de concierto y el sano esparcimiento.

Orlando Concepción nos invitó a visitar al proyecto Arcoiris, en la parte sur de la comunidad La Palma, específicamente en la calle 101 del batey Plan Hortícola.

Y nos fuimos hacia allá esperando encontrar ese hermoso proyecto de tremendo impacto social como ya se avizoraba.

Hallamos algo mayor. Muchos niños jugando en lo que antes era un terreno baldío, habitáculo de insectos y roedores. Ahora, cercado de gomas viejas de camiones, todo un mundo infantil para el disfrute y el aprendizaje.

Habían toboganes de feliz diseño; ruedas por todos lados para sentarse o jugar; un cañon inmenso por donde deslizarse desde la altura y construido con tubos de plástico para el desagüe; había columpios y mucho espacio para divertirse.

Y demasiada risa, de niños y adultos. Porque la felicidad no conoce de edades, y se resbala como un sueño, por entre las manos de todos. Se vuelve casa, para muchos, techo, parque de diversiones.

Esa era el sueño de Ivan Sosa Estrada, de 51 años, presidente del CDR y trabajador de Emprestur. En sus ratos libres, luego de estar con su familia, pensó en aprovechar con inteligencia ese espacio que nadie nunca iba a darle mejor provecho.

Tocó en varias puertas. Líder nato, consiguió el apoyo de todos. Y las cosas se fueron concretando.

Ahora D‘Morón Teatro tiene allí a su tropa haciendo talleres de actuación, zancos, música, y pintura. Motivando a los distintos cultores de esa comunidad para que continúen la labor de aprendizaje que ellos han iniciado.

La mañana no pudo ser más beneficiosa. Después de la teoría llegó la mejor de las prácticas. En las caras de aquello niños felices, se veía el logro de un proyecto vital. Ese era el objetivo esencial, lo demás, lo dirá el tiempo.

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