Creado en: mayo 21, 2022 a las 09:13 am.

Manuel Herrera: «No es un cine contemplativo lo que necesitamos si queremos pensar como país»

Por Laura Mercedes Giráldez

El filme Arroz amargo le mostró que su «mundo de gentes humildes y familias obreras de Santa Clara podía ser motivo de una película». Tal descubrimiento lo hizo sentirse «definitivamente atraído por el cine». Sin embargo, ese no fue el momento en el cual decidió dedicar su vida al séptimo arte, «hubiera sido una quimera», pues Manuel Herrera Reyes –premio nacional de Cine 2022- no era entonces «más que un cinéfilo al que le interesaba escribir».

Su participación en el rodaje de La Batalla de Santa Clara, tercer cuento del filme Historias de la Revolución, y la creación del cineclub en el Instituto de Segunda Enseñanza de esa ciudad, definieron su camino.

El complemento de su formación como cineasta fue la Cinemateca de Cuba, «con sus ciclos de cine bien organizados», de ahí que al asumir la dirección de ese centro, sentía que no era solo «un placer», sino también «el pago de una deuda».

«Encontré allí compañeros extraordinarios dispuestos siempre a llevar adelante las tareas. Me siento satisfecho de lo que hicimos e insatisfecho de lo que nos quedó por hacer. Fueron años en que mi vida cambió, aunque no se burocratizó, ni dejé de hacer documentales, pero sí dejé de dar clases en las escuelas de cine y de trabajar en mis ideas de largometrajes. Pero no me arrepiento. Fueron siete años muy bellos, como un viaje a la semilla, porque la cinemateca es como un gran cineclub, y a través de ellos comencé mi vida  cinematográfica».

Para este director y guionista, «el cine es un arte de masas, en el cual lo más importante es comunicar, que exista un diálogo entre el autor y su destinatario, que mueva ideas, para lo cual es válido cualquier recurso».

Reconocidas producciones como Zafiros, locura azul; Girón; Bailando Cha Cha Chá; Capablanca, forman parte de la prolífera trayectoria profesional de quien –según sus propias palabras– suele moverse en varios géneros, «teniendo como centro una factura experimental que busca lograr la mayor libertad formal». Pero si se le pregunta por una preferencia, responderá: «la comedia y el cine musical».

Manuel Herrera llevaba tanto tiempo nominado que no esperaba ya el Premio Nacional de Cine. «No puedo decir que salté de alegría, sino que estuve sereno. El regocijo de mi familia y la algarabía de mis nietos me hicieron alegrarme también. Fue la súbita toma de conciencia de que la vida ha valido de algo y de que un granito de arena se ha puesto en este arte tan difícil que llamamos nuestro cine, y cuya continuidad sentimos garantizada».

En cuanto al cine cubano actual, cree «que hay que aumentar el diapasón temático, la realidad, el presente, el pasado, las costumbres, las tradiciones, el reflejo del hombre y la mujer, sus necesidades. No es un cine contemplativo lo que necesitamos si queremos pensar como país, sino de ideas. Y ese cine tiene que ir envuelto en una factura inteligente, sagaz y artística, porque es y será un arte».

Hoy Manuel Herrera trabaja en un «nuevo-viejo proyecto», en torno a Carlos Manuel de Céspedes. «Los hermanos del silencio –título absolutamente provisional–, no es una biografía, sino que aborda facetas casi desconocidas que completan la visión integral de ese genio extraordinario. Narra la soledad de un hombre que lo ha tenido todo y lo ha perdido todo –riqueza y familia– en su lucha por tener Patria, y que solo ha recogido, parafraseando a Martí: “la ingratitud de los hombres”».

Este ser de cine, cuya vida ha estado signada por la decisión irrevocable –que agradecemos todos los espectadores– de hacer arte desde la gran pantalla, es también «alguien que piensa su próxima obra con el entusiasmo de la primera. Sencillo, que siempre ha querido hacer sin buscar la gloria. Un soñador, que va por la vida pensando qué hacer mañana, a quien los obstáculos angustian, pero a la vez incitan a superarlos, que se niega a envejecer y que, para no hacerlo, siempre busca renovarse».

Tomado de: https://www.granma.cu/cultura/2022-05-20/no-es-un-cine-contemplativo-lo-que-necesitamos-si-queremos-pensar-como-pais-20-05-2022-21-05-20

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