Creado en: octubre 23, 2022 a las 12:34 pm.
Nueva Trova y Patria en la radio
A través de sus 50 años, la Nueva Trova ha representado uno de los pulmones con que cuenta la Revolución en el terreno de la cancionística, para expresar artísticamente conceptos de profunda raigambre humanista y redentora.
Durante el tiempo que estuvimos al frente del programa Juventud 2000, de Radio Progreso, participamos de una creativa propuesta que nos confirma, inequívocamente, el rango del compromiso de las canciones de la Nueva Trova con aquellos principios éticos que animaron a los patriotas en sus luchas por la independencia de nuestro país.
Si habitualmente cada 7 de diciembre, fecha de la caída en combate de Antonio Maceo, junto a su ayudante Panchito Gómez Toro, en la radio nacional se acostumbra a difundir canciones con el contenido testimonial de la ideología de los trovadores, entonces en Juventud 2000 decidimos unificar tales piezas musicales con vibrantes fragmentos tomados directamente de libros de autores relevantes, como es el caso de José Luciano Franco y su publicación Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida.
Sobre la atmósfera recreada por un instrumental de Frank Fernández, recuerdo la lectura emocionada de los locutores Marta Marcer y Antonio Gómez, de la dramática carta que Máximo Gómez dirigiera a María, la viuda de Maceo, para confirmarle la muerte de su amigo y de su hijo, y en la cual le pide a María «que llore por ambos, ya que a este viejo infeliz no le es dable el privilegio de desahogar sus tristezas». Seguidamente se escuchaba, lo mismo una canción de Silvio Rodríguez, que de Sara González o de Vicente Feliú, que, intencionadamente, armonizaran con el espíritu del texto leído.
Semejante voluntad de imbricar conocidas canciones de los integrantes de la Nueva Trova con textos relacionados con nuestra historia patria se nos hizo habitual en cada fecha asociada a la vida de estos héroes. Por ejemplo, el libro Martí a flor de labios, de Froilán Escobar, resultó imprescindible en cada programa dedicado al Apóstol, por la ternura y la naturalidad con que ancianos como Salustiano Leyva y Mariana Pérez Moreira, entrevistados por el propio Escobar, rememoran el encuentro con Martí, después de haber desembarcado por Playita de Cajobabo, junto a Máximo Gómez.
La poesía presente en canciones de Anabel López, en la de grupos como Moncada y Mayohuacán, complementan el hechizo de amorosas anécdotas como la de Mariana, cuando afirma: «A mi tía le dio las gracias y le dio un beso. Y a mí también me dio un beso y me pasó la mano por la cabeza. Yo nunca estuve más contenta de ser feliz. Se decía que hablaba bonito, y yo oí que hablaba bonito. Yo vi a Martí como de aquí a ahí».
Cada 8 de octubre, la mesa de los locutores en la cabina estaba repleta de libros y revistas dedicados a la memoria del Guerrillero Heroico, con poemas y reflexiones sobre el Che, mientras que, del otro lado, decidíamos cuál canción escoger para apoyar el mensaje de cada lectura efectuada.
Después de cada emisión de estos programas, realizados en vivo durante dos horas y media, terminábamos agotados, pero eufóricos ante tanta belleza del arte revolucionario. Teníamos la certeza de que el oyente, como receptor contemporáneo de una entrega similar a la del lector de tabaquería, accedía al contenido de libros merecedores de salirse del estante para compartir la valía que honra a memorables canciones de la Nueva Trova.
(Tomado de Granma)