Creado en: diciembre 17, 2021 a las 11:10 am.

Siempre existe un futuro

Fotograma de El sol que abraza / Tomada de Cubacine

Por: Indira Ramírez Elejalde

Un drama familiar, El sol que abrasa (2019), nos conducirá a la reflexión y nos guiará a través de distintos géneros cinematográficos como el thriller, la acción y la comedia. Esta producción taiwanesa, de la autoría de Chung Mong-hong, se encuentra entre las mejores propuestas asiáticas de los últimos tiempos, avalado ante todo por su elección para representar a su país en los Óscar.

La historia de una familia problemática, frustrada por desencuentros y una inesperada tragedia, es el hilo conductor del filme. El relato se desarrolla a lo largo de varios años, en los que transcurre un período de tiempo que propiciará un interesante giro a lo que en un inicio se muestra como la realidad del ambiente familiar.

El dramatismo supera los demás géneros implicados en la trama y acompaña conflictos universales del entorno en familia: la negación de una vida no planificada para los hijos, la decepción ante el fracaso de estos y la necesidad de ser aceptado por los padres.

Secretos, sentimientos encontrados, revelaciones y situaciones no planificadas forman parte de cada suceso en la vida de los protagonistas.

Aún después de toda la tragedia que domina la cinta, El sol que abrasa nos brinda cierta esperanza en sus finales. Nos deja con la sensación de que aún luego de atravesar desgracias, siempre existe un futuro.

El largometraje, previsto para este viernes en La séptima puerta, podrá ser disfrutado por el canal Cubavisión desde las 10:30 p.m.

Tomado de: http://www.cubacine.cult.cu/es/articulo/siempre-existe-un-futuro

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