Creado en: diciembre 22, 2022 a las 09:51 am.

Alicia Alonso: La popularidad de una danza «elitista»

Alicia Alonso llevó el Ballet Nacional de Cuba (BNC) desde los escenarios más importantes del mundo hasta los públicos y comunidades más apartadas del país. Su disciplina, técnica, y proyección se combinaron con una visión popular de la cultura.

No es casual que el Día Iberoamericano de la Danza coincida con el nacimiento de la Prima Ballerina Assoluta. La Unión de Escritores y Artistas de Cuba honró ambas efemérides con la presencia de importantes figuras, entre ellas la joya del ballet Aurora Bosch, el investigador Pedro Simón, el crítico Miguel Cabrera y la Directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés.

«Fue una mujer múltiple en su condición de intérprete, coreógrafa, directora y sobre todo promotora cultural — afirmó el historiador del Ballet Nacional de Cuba Miguel Cabrera— De ella aprendí que no había teatro pequeño, ni escenario por muy rústico que fuera, ni público que no fuera merecedor de comprender la grandeza del ballet».  

El investigador destaca su imagen de Giselle latina, una latinidad que no expresó moviendo las caderas o los hombros. Alicia bailó la rumba Columbia en punta, enseñada por un mulato de la playa Marianao, también los diablitos que pintó Carlos Enríquez.  Cabrera la recuerda al ritmo de la tumbadora de Tata Güines, haciendo Cultivo una rosa blanca de José Martí, rindiendo tributo a José White e interpretando Jardín, de Dulce María Loynaz.

Junto a Fernando Alonso, Alicia lideró esa revolución cultural, que adaptó la técnica del ballet clásico a la fisionomía del cubano, su musicalidad e idiosincrasia. Entre sus logros está fundamentar un sistema educativo y establecer alianzas con bailarines de América, Europa, Asia y África.

«Ambos lograron promover este arte a nivel nacional, en los inicios de la Revolución. Aunque para muchos países es elitista, ellos lo acercaron al pueblo. Era popular y lo sigue siendo. Se demostró en el Festival Internacional de Ballet de La Habana, donde figuras internacionales compartieron con el Ballet Nacional de Cuba. Ahí estuvo un público ávido, conocedor, que ha visto tantas generaciones desde Alicia hasta los más jóvenes», expuso la bailarina Viengsay Valdés.

Son inolvidables sus interpretaciones en Coppelia, Las Sílfides y El lago de los Cisnes. Pero la vida de Alicia Alonso tiene diversas maneras de contarse, en todas apuesta por la belleza y el sacrificio.

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