Creado en: diciembre 22, 2022 a las 09:38 am.
Evocación a una memoria que danza
Los primeros bailarines Viengsay Valdés, directora general del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Patrimonio Cultural de la Nación, Anette Delgado, Sadaise Arencibia y Dani Hernández, en el aniversario 102 del natalicio de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso (1920-2019), formularon declaraciones relacionadas con la impronta dejada por la eximia ballerina en sus vidas como artistas y seres humanos.
Viengsay Valdés: «Cuba y el mundo evocan su sagrada memoria en el aniversario 102 del nacimiento de la genial bailarina, maestra y coreógrafa, lo que implica un compromiso aún más fuerte con su legado artístico. Sus consejos tan acertados en cada momento, los conservo como algo preciado. Aquellos que aprendimos de ella directamente, que conocimos su obra y pensamiento, nos sentimos en el deber de transmitirlo para que se mantenga vivo su ideario».
« […] La constancia, la exigencia, la calidad interpretativa y técnica, la pasión por la danza, contagiosa, y la determinación de Alicia, son cualidades que pocas personas reúnen. Desde mi primera clase en el BNC, recién graduada de la escuela, tuve la oportunidad de asomarme al salón «Blanco» de la compañía, donde descubrí a la maestra [que hacía] sola la barra, mientras un pianista le tocaba melodías. Yo tenía 17 años y no podía apartar los ojos de sus pies. Nítidamente recuerdo que hacía el ejercicio de frappé, llevaba mallas negras y sus zapatillas […], color rosa, atadas con cintas. La agilidad del movimiento era asombrosa y tenía 74 años de edad».
« […] Aprendió de los grandes maestros rusos, franceses, italianos; se impuso como única en su manera de bailar. Nuestras características propias de la Escuela Cubana de Ballet fueron esculpidas en ella como modelo. Su gusto estético [-artístico] y temperamento hoy nos identifica en cualquier parte del mundo […] aquellos que —de una manera u otra— han sentido de cerca su esencia, deberían homenajearla de la manera más respetuosa posible […]. Unámonos en un homenaje universal».
Anette Delgado: «Tuve el privilegio de poder trabajar con ella y que me tomara ensayos, me enseñó y me dio consejos extraordinarios, una gran mujer, una excelente maestra y una insuperable bailarina [… Alicia vivirá en cada uno de los cubanos […] Un ejemplo [que debemos] seguir […]: hoy ya no se encuentra físicamente [entre nosotros] pero si puedo asegurar que Alicia no ha muerto, porque nos ha dejado un legado [intelectual y espiritual] que vivirá eternamente en todos nosotros».
Sadaise Arencibia: «Es tan difícil y a la vez tan fácil expresar cualquier palabra sobre Alicia, pero yo prefiero decir que vivirá por siempre, porque así es, yo prefiero pensarla y recordarla como la Carmen que ella es. Me siento privilegiada de que me haya tocado vivir en una época [en que estuve tan cerca de] su extraordinaria vida. Alicia es del mundo […], pero es nuestra».
Dani Hernández: «Alicia Alonso, junto a [los maestros] Fernando [1914-2013] y Alberto Alonso [1917-2007] crearon algo tan grande como la Escuela Cubana de Ballet, que gracias a su empeño por llevar la danza a todos los rincones de [la mayor Isla de las Antillas], me permitieron llegar a ser el artista que soy hoy día. Doy gracias a la vida por permitirme y permitirles a tantas generaciones de bailarines llegar a estar a su lado, escucharla, aprender y adquirir sus conocimientos, entender la razón de por qué y para qué danzamos, conocerla como ser humano y no solo como la estrella que fue y seguirá siendo por todos los tiempos».
« […] Mi generación, las que me precedieron y todas las que están por venir defenderemos y seguiremos […] su legado, su lucha incansable y perseverancia ante cualquier dificultad, su afán por poner en lo más alto el nombre del BNC y la Danza a [escala] mundial».
A este cronista solo le resta decir que Alicia es un cisne que baile y un espíritu que flota en el aire, ya que los genios como ella son inmortales. ¡Que así sea!
