Creado en: diciembre 4, 2022 a las 11:23 am.
Arte abstracto de Bayamo a La Habana
El 9 de diciembre, a las 3 de la tarde, en la Galería El reino de este mundo, en la Biblioteca Nacional José Martí de La Habana, será la inauguración de la exposición personal Génesis de las manchas, del artista de la plástica bayamés Raylven Friman Ramírez, miembro de la UNEAC en Granma.
Muestra de la consagración y madurez del artista, exhibirá más de una veintena de obras (oleo-acrílico sobre lienzo) de puro arte abstracto en pequeño, mediano y gran formato que lo ubican sin lugar a dudas en la abstracción nata, entre los pintores abstractos cubanos contemporáneos más sobresalientes, de los que es heredero, por la consagración al estudio y la ejecutoria de esta corriente o estilo no figurativo.
La curaduría está a cargo del Doctor en Ciencias Rafael Acosta de Arriba, crítico de arte, estudioso del arte universal, profesor, investigador, poeta, ensayista que tiene a bien presentar a Raylven porque «ha dado suficientes pruebas de su maestría ante el lienzo, cuya relevancia es necesario sacar definitivamente a la luz, su andadura apenas comienza».
Recientemente el artista abrió el Estudio Friman en Bayamo, Granma, una nueva institución cultural, que si bien es construida y se sostiene con esfuerzo privado, está en función de la Cultura Cubana donde se expone «De fin a principio» una colección en la que cohabitan obras de grandes dimensiones, medianas y pequeñas, estas últimas forman parte de conjuntos creativos del autor, y se puede apreciar la calidad de las obras, que traducen la apropiación de la historia de la abstracción en el mundo y Cuba, los referentes del pintor, pero también el estilo propio, íntimo y particular que surge en cada pieza.
Friman, obtuvo en septiembre último una Mención en el Primer Salón de Arte Abstracto Díaz Peláez, en la galería Belkis Ayón, en calle 23 número 712, esquina a C, del Vedado capitalino, auspiciado por la Dirección de Cultura del municipio Plaza y el Centro Experimental de las Artes Visuales y ha expuesto en la capital del país en otros momentos de sus casi dos décadas de vida artística, entre ellos en el Palacio de Lombillo, con éxito de la crítica y público.
Una sólida carrera en las artes plásticas como dibujante, pintor, grabador y profesor, sostiene Friman, el que trabaja con disciplina cada día, ahora en el Estudio que lleva su nombre, a donde acuden diariamente niños, adolescentes y jóvenes, también adultos, vecinos, artistas, para admirar y disfrutar las obras que arropa con cariño, mientras pinta, en un camino, al decir de Acosta de Arriba, que apenas comienza y se avizora de colores, luces y muchos sentimientos.
