Creado en: octubre 16, 2022 a las 02:09 pm.

Artemisa y un viaje a los orígenes

Incuestionable es la fuerza de la Comisión Aponte en Artemisa y ejemplo de ello fue la reciente peña Cantapalabra, en homenaje a la cultura cubana,  que tuvo lugar en el Patio de a Uneac, devenido sitio para el encuentro con la belleza y el talento locales.  La invitación de la poeta Mireisy García Rojas se extendió esta vez al promotor cultural de la Casa de Cultura y director de la agrupación Rumbansoc  Emilio Soto, quien se hizo acompañar por Tata Güines Junior en un evidente mensaje de que la tradición afrocubana no muere porque sus continuadores la defienden con  pasión y respeto.

Bailes, cantos, lamentos, homenajes, anécdotas y la excelente poesía de Clara Teresa García y María del Carmen Moro fueron los ingredientes de esta peña, devenida lamento y declaración de principios en defensa de las culturas marginadas y la diversidad en general. Sentimientos de amor abrazaron  por igual a generaciones distintas y el tambor se apoderó del espacio con igual sutileza que la guitarra reforzando la idea del ajiaco que somos.

El periodista, escritor, poeta y dramaturgo Miguel Terry Valdespino, primer presidente de la Comisión Aponte en la provincia,  valoró el encuentro de estimulante y declaró que esa comisión ha sido autora de momentos memorables en la escena cultural  artemiseña, al tiempo que evocó la presencia en el territorio de Rogelio Martínez Furé, a quien nos une el compromiso de continuar investigando y haciendo por la no discriminación y la defensa de las raíces.  

No faltaron a la cita los jóvenes escritores de la Asociación Hermanos Saíz, los ancianos del círculo de abuelos, los representantes de la Asociación Nacional de Sordos en el territorio y el pueblo, que fideliza el Patio de la sede de gremio como un lugar en el que los conceptos de cultura y patria se funden para garantizar el esparcimiento, el crecimiento y la emoción.

Para reforzar que Artemisa es tierra pródiga en el cultivo de las tradiciones el trío Los tambores de Aponte coronó la velada. La poesía de nuestros orígenes vibró como nunca  en la Villa Roja de Occidente y el sonido del tambor quedó en los asistentes como un eco que nos llevamos a casa para  no olvidarnos nunca de las esencias originarias de nuestra cubanía. 

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