Creado en: septiembre 22, 2020 a las 01:58 pm.

Benny Moré: sonero mayor de Cuba y del orbe

Autor: Jesús Dueñas Becerra

Con esas emotivas palabras, el realizador Ernesto Agüero Boza, miembro de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), evoca a Maximiliano Moré (1919-1963), en el aniversario 101 del natalicio de «El Bárbaro del Ritmo».

Agüero Boza conoció, trató personalmente, y trabajó con ese gigante del pentagrama sonoro caribeño y universal cuando era realizador de sonido en el Estudio No. 1 de Radio Progreso.

De acuerdo con mi interlocutor, la Onda de la Alegría tenía un programa con la Banda Gigante de Benny Moré, integrada por virtuosos músicos. Al respecto, precisa que «la estructura de una orquesta tipo jazz band —como la que fundara el hijo predilecto de Santa Isabel de las Lajas— se sustenta en instrumentos de metales, con una fuerza sonora configurada por saxofones, trombones y trompetas».

Por otra parte, «los saxofones, se clasifican en: barítono, dos tenores y dos altos. El saxo barítono llena la parte grave de esa cuerda de metales, que se conoce como híbrido por el componente de madera que posee la embocadura, mientras que los trombones llenan la parte media sonora de los metales hasta llegar al grupo de las trompetas, que pueden ser hasta cuatro. Esa mezcla de metales puede producir un sonido muy poderoso, aunque —en dependencia del arreglista— se puede lograr una sonoridad muy amable […]. Es la experiencia más hermosa que recuerdo haber escuchado en esa cuerda».

Entre otras cosas, mi entrevistado destaca el hecho de que «el piano desempeña una función muy definida en el formato jazz band. Ese instrumento genera un tumbao para garantizar una expresión —lo más genuina posible— que identifica al género musical que interpreta la orquesta».

Agüero Boza señala que «el ritmo genuinamente cubano, constituido por tumbadora, maracas, bongó, clave, paila y batería, la cual representa un nuevo elemento en el contexto de la música popular cubana […], se hace notar con mucha más fuerza en los pasajes que conocemos con el hombre de bracke (cierre), donde la batería se esfuerza por ser la protagonista».

Más adelante aclara que la Banda Gigante de Benny Moré «interpretaba todos los géneros de la música cubana contemporánea: danzones, cha cha chas, boleros, guarachas, sones, mambos, baladas. A mí, en particular, me fascina el sonido que producía la Banda Gigante, porque —desde el punto de vista sonoro— poseía una forma muy complicada […] y es muy interesante cómo fluyen los matices de altos y bajos y sus timbres son —en grado sumo— llamativos y sugerentes».

Como parte de su experiencia profesional en el tema que generara este fluido diálogo, explica que «en la década de los 70 del pasado siglo, desempeñaba la función de grabador musical del Estudio No. 1, de Radio Progreso, donde un día me encontré con el maestro Generoso Jiménez (1917-2007) (“¡qué bueno toca usted!”; frase acuñada por el Benny). En ese momento, era el primer trombón de la orquesta del Instituto Cubano de Radiodifusión (ICR), hoy Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT)».

El experto evoca que «en ese feliz encuentro, Generoso descubre mi predilección hacia ese formato orquestal y me pide que sea el grabador de instrumentales suyos con la orquesta del entonces ICR. Fue una solicitud que me satisfizo mucho, porque además de su valor como músico y como ser humano, estuvo muy ligado a la música cubana, la auténtica, la verdadera, y en especial, a Benny Moré, cuya fama trascendió nuestra geografía insular y se expandió por todo el planeta».

Según Agüero Boza, «el también Príncipe del Mambo (como se le conocía en México), llegó a la Decana de las Emisoras Cubanas y cantó con la orquesta del maestro Ernesto Duarte (1922-1988), la cual desempeñaba una función importantísima como agrupación acompañante en los espacios musicales que salían al aire por Radio Progreso. Benny Moré grabó en nuestros estudios y llegó a tener un espacio fijo en la Onda de la Alegría, pero ya con la Banda Gigante, creada y dirigida por ese genio de la música popular cubana de todas las épocas y todos los tiempos. Benny había acumulado una gran experiencia después de su regreso de México, donde tuvo el acompañamiento musical de la orquesta del director y compositor yumurino, Dámaso Pérez Prado (1916-1989). Bebió y se nutrió de la maestría de ese gran músico durante sus actuaciones en la patria del Benemérito de las Américas, don Benito Juárez (1806-1872)».

No es posible olvidar que «el público que acudía al Estudio No. 1 disfrutaba tanto de la música como de las expresiones únicas e irrepetibles de «El Bárbaro del Ritmo». De aquellas presentaciones paradigmáticas se preservaron unas cuantas que han sido divulgadas a escala internacional; incluso, han sido llevadas al formato digital para ser distribuidas en los discos compactos producidos por disqueras extranjeras. Pensamos que todavía queden piezas por descubrir en el tesoro musical que hay en la fonoteca de la nonagenaria emisora».

Para concluir este ameno encuentro con Ernesto Agüero Boza, me pidió que le agradaría hacerlo con el estribillo creado por el Sonero Mayor de Cuba y del orbe, y que más impactó —y todavía impacta— a los integrantes de la gran familia de Radio Progreso: «Benny Moré, en la Onda de la Alegría otra vez, pero ese estribillo tiene otra historia […], otra historia […]».

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