Creado en: abril 27, 2021 a las 05:58 am.

El diseñador tiene que tener un pensamiento visual (+Multimedia)

Pepe Menéndez es una figura clave en la historia del diseño gráfico cubano del último cuarto de siglo. Así lo valida su labor como diseñador, profesor, experto, coordinador de proyectos y curador de exposiciones en el fomento y la difusión de la tradición cubana del diseño de carteles. Se ha especializado en la creación de carteles y el diseño editorial destinados principalmente al sector cultural, y trabaja desde 1999 como director de diseño de la Casa de las Américas, en La Habana.

Como todos los profesionales del mundo, Menéndez ha tenido que reinventarse en este contexto de aislamiento. Su universo ha cambiado y con él sus maneras de diseñar.

Diseño de pandemia

La pandemia recoloca muchas cosas en la sociedad contemporánea. He sentido que el mundo al que pertenezco como profesional del diseño ha sufrido una interrogación respecto a otras profesiones que tenían menos relevancia en el imaginario social. El arte no debe ser minimizado en este contexto porque la gente tiene la necesidad de encontrar también respuestas que le den nuevo sentido a sus vidas, que compensen en algo los terribles sufrimientos que estamos viendo. La medicina es una de esas profesiones que han cobrado valor y me gustaría que por cada diseñador tuviéramos tres médicos en el futuro. De un mal diseño casi nadie se muere, pero de un científico incapaz probablemente sí.

Mi trabajo pre pandemia está relacionado fundamentalmente con el mundo de la cultura, con eventos, instituciones y productos culturales. Además de productos que terminan siendo impresos, es decir, no trabajo en el diseño que tiene que ver con el mundo de la promoción comercial.

Con la pandemia el impreso en Cuba se ha reducido y las cosas que yo solía diseñar también, por tanto lo que he producido en este año es básicamente para lo digital. He diseñado un par de libros que han salido solamente como pdf y hasta una revista de teatro para la Casa de las Américas, también en formato digital. Ojalá esta circunstancia potencie que al migrar hacia lo virtual suba la calidad de lo que se produce en ese entorno desde Cuba.

Apuntes sobre diseño

Menéndez ha creado decenas de carteles para filmes y eventos de primer nivel en el ámbito cultural habanero y diseñado revistas, catálogos y libros de arte para algunos de los más importantes artistas cubanos. Muchos de tales trabajos han sido publicados en catálogos y revistas, y referenciados en numerosos artículos sobre la creación gráfica cubana contemporánea.

Es autor del trabajo Apuntes para una cronología del diseño gráfico en Cuba, publicado en el libro Historia del diseño gráfico en América Latina. Su concepción del diseño es muy abarcadora y flexible.

El diseño gráfico es una técnica que se puede entrenar y cuya máxima sería que aflore en toda su riqueza la creatividad, comentó, añadiendo que “a diferencia de otras artes, donde eventualmente la creatividad es el punto de partida, el diseño tiene un basamento de un saber hacer que se puede formar, entrenar, desarrollar con un caldo de cultivo inicial favorable y su tope sería la creatividad florecida. No se puede ser diseñador siendo analfabeto visual, para ello el individuo debe tener un pensamiento visual, sin eso no se puede aspirar a ser un diseñador medianamente eficiente”.

Es una mezcla entre un dominio específico técnico que se puede explicar con palabras,  poner en un documento o explicar en una clase, y una zona no menos importante, que corresponde con lo particular de cada creador y de su entorno directo.

El dilema del estilo

Hay diferentes tipos de diseñador, algunos que tienen la capacidad de trascender la media, que es la que hace eficiente el diseño de un país, pero luego están los otros que marcan tendencia. Unos tienen un estilo muy fuerte y otros muy simple. Este punto define si el creador o la creadora generan una producción identificable.

El diseñador puede que desarrolle un rasgo estilístico que decida desarrollar o no, pero debe tener la capacidad de discernir. No siempre el contexto permite que el diseñador pueda hacer evidente su estilo, aunque a veces no lo puedan evitar, ni son conscientes de eso. El estilo en el diseño puede tener ventajas o no, porque si la autoría pasa a un primer plano, eso puede ir en detrimento del contenido que se está presentando. Este es un tema muy polémico, están los que ponderan la búsqueda del estilo y otros que la rechazan. Hay que considerar también la función de servicio del diseñador, aunque a veces no pueda dejar de hacer notar que esas son sus formas de trabajar.

Lo mejor que pueden hacer en la academia es plantearse cómo lograr que el estudiante identifique cuáles son sus potencialidades, para no formar clones, porque no es función de la misma y la sociedad tiene que aprovechar la pluralidad, pues habrá diseñadores a los que llamen por su estilo y otros por su neutralidad, en dependencia de lo que demande ese servicio.

Hablemos de la UNEAC

La función principal de la UNEAC es impulsar determinadas ideas y el prestigio que ha acumulado le da la autoridad para señalar las cosas que se pueden hacer mejor y para servir de referente.

La UNEAC está para visibilizar la obra de sus creadores y debe promover el rol del diseño en la sociedad. La organización tiene el desafío de estar a la altura de ese prestigio, la necesidad de no conformarse y actualizarse constantemente. Si para algo sirve que los creadores se agrupen es para hacer avanzar.

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