Creado en: mayo 8, 2021 a las 08:35 am.

El Son de Arsenio

En los festejos por el Día del Son hay que incluir a uno de los tres colosos: Arsenio Rodríguez, quien el próximo 30 de agosto, llega a su centenario.

Los aportes de Arsenio al Son no se han hecho conocer todavía; se sabe que aplicó lo afro, que hizo experimentos con tambores de los descendientes de congos con los que ideó el estilo o la variante llamada Diablo. Introdujo nueva instrumentación en el conjunto sonero. Dominó la clave como pocos. Conoció la magia de los “solos” de los instrumentos. Utilizó dos voces primas para darle preponderancia en las voces, además del guaguancó soneado.

Pero, en la concreta, no existen muchos tratados sobre los aportes de Arsenio al género y a la música cubana. No es fácil descubrir lo que aporta cada músico talentoso o genial. Sucede que, en la música, los aportes no son tan evidentes, ni apabullantes. No todos los días se inventa un género musical; posiblemente quienes aportan esos llamados ritmos o géneros musicales son los músicos en conjuntos, unido a las exigencias del gran público.

Atiendan bien (voy a revelar el secreto), en la música, a veces cambios imperceptibles en la música generan grandes revoluciones.

Veamos los aportes de Dámaso Pérez Prado, Elvis Presley, Chuck Berry, Los Beatles, Benny Moré, Juan Formell.

De cualquier manera, hay deudas de los “sabios” de la música cubana sobre los aportes de Arsenio. Quizás uno de los más importantes es la manera de usar el motor rítmico.

En su tiempo, la potencia rítmica del conjunto de Arsenio era apabullante. Baste observar, la época en que Arsenio conforma y culmina la etapa de los conjuntos en 1940. En ese 1940 mucha de la música de América Latina era muy casera, sin un total desarrollo. Cuba estaba muy desarrollada desde el punto de vista rítmico fruto de la enorme cantidad de negros africanos o herederos de los esclavos que sostenían un yacimiento descomunal.

Todo eso propicia una música muy avanzada y, en ese desarrollo, estaba Arsenio con sus creaciones musicales.

Por todo lo dicho, Arsenio fue uno de los maestros del Son, una escuela. Por lo general, los directores de agrupaciones, en la música popular bailable, eran verdaderas escuela: conservatorios, academias que algún día habrá que estudiar.

Yo he dicho algo sobre Arsenio; pero mis otros colegas, tienen como tarea, mostrar algo sorprendente que Arsenio expuso en su conjunto, en su etapa en Cuba, en Nueva York y Los Ángeles.

Muchos en los Estados Unidos –me contó su hermano Raúl- iban para cogerle los trucos a Arsenio, para saquearlo, para aprovechar todo lo que sabía. Arsenio era una especie de griot afro en la música cubana. Por eso, en días como hoy, en espera de Día de la música, hago un homenaje al gran genio del Son.

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