Creado en: abril 18, 2022 a las 07:57 pm.
El Tosco: De la humildad del Condado a la cima de la música cubana
El Premio Nacional de Música 2017, José Luis Cortés, tenía un curioso ritual que aplicó varias veces durante su ascenso a la popularidad como compositor, productor musical y director de la orquesta NG La Banda. Lo confesó en una entrevista para el periódico Granma, tenía la manía de ir al Instituto Cubano de Radio y Televisión después de las siete de la mañana y comprobar que su melodía se difundiera en los medios.
Entonces, ya era una de las figuras más importantes de la música popular cubana, un artífice de la timba, y revolucionó la sonoridad de la Isla durante el llamado boom de la salsa en la década de 1990. No en vano le decía a su agrupación «La garra del tigre», por esa rítmica de tumbaos y montunos.
Los titulares esta vez no serán sobre alguna de las más de 40 producciones que encabezó frente a NG La Banda, o su desempeño como arreglista en el concurso Adolfo Guzmán, o sus bandas sonoras en el cine americano, europeo y asiático, tampoco sobre sus presentaciones en diversos escenarios jazzísticos y de música popular bailable en más de 55 países.
La prensa anuncia este lunes la muerte del Tosco en La Habana, a la edad de 70 años. También, en las redes sociales lo describen de diferentes maneras: «un músico y maestro de músicos, cuya excelencia confirma cuánto pueden hacer la educación y el arte por el desarrollo humano», como escribió el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez en octubre de 2021.
El villaclareño, nacido en el barrio marginal El Condado, comenzó a trabajar a los 16 años con Los Van Van y después fue instrumentista del Conjunto Irakere junto al maestro Chucho Valdés. Este se marcha físicamente, sus sonidos, sin embargo, seguirán reproduciéndose en la televisión, la radio y los celulares. Los temas Santa palabra, La expresiva, Lelolei, La apretadora, La bruja, Échale limón o La cachimba recordarán sus sombreros y las botas rústicas que usaba de niño.
Cuando le preguntaron cómo le gustaría ser recordado respondió: «Como lo que soy: un hombre de barrio, un hombre popular. No voy a cambiar nunca. Todo lo que estudié se lo voy a regalar a las nuevas generaciones. Quiero ver reír a mi gente, que estén sin angustias (…). Soy un músico que siempre ha buscado la forma de hacer cultura para ver reír, sudar y complacer al pueblo de Cuba».