Creado en: junio 19, 2022 a las 06:38 am.

La excelente compañía que dirigió Andrés Prieto

El teatrista catalán Andrés Prieto

En la viñeta dedicada al gran actor catalán Andrés Prieto me referí fugazmente a la temporada teatral 1811-1812 y a la calidad de la compañía que albergó desde entonces por muchos años el Teatro Principal de La Habana.

En rigor, la adquisición de actores peninsulares con cierto prestigio comenzó en 1810 y se debió a un audaz empresario, quien para aliviar las penurias de las dos últimas temporadas anunciaba ya en abril de aquel año: “D. Manuel Azián, contratista del coliseo, abre la temporada que comienza hoy domingo 22 del corriente,  reuniendo una compañía conforme a las circunstancias que se han presentado, y embarazos que ha tenido que vencer para realizarla, por no haber llegado las actrices y actores que tiene pedidos y espera de la península, para lo cual no ha omitido gasto ni medio alguno a fin de que el público quede en esta parte servido, y se le suplica continúe, guiado por sus benéficos impulsos, y desechando instigaciones de descontentos”.

En agosto tenemos noticia del primer recién llegado en una cartelera encabezada por la comedia El amor constante: “… Concluida ésta, cantará por primera vez el señor Juan Muñoz, célebre actor aplaudido en los teatros de la corte, y recién llegado a esta ciudad. Se trataba en verdad uno de los más cotizados actores españoles del momento. Había sido soldado: aparece por primera vez en Madrid en diciembre de 1800, junto a Isidoro Máiquez, en el Teatro de los Caños del Peral; al año siguiente continúa como tercer tenor en la misma compañía, con un salario de 16 mil reales. Repite en 1802 y en 1804-1805 es contratado como segundo tenor con 18 reales de partido. Estará en el Teatro del Príncipe en la temporada 1808-09, ya como primer tenor y con 20 reales de partido. Los reales de partido se pagaban todos los días de la temporada, aunque el actor no tuviese función.

El 2 de septiembre debutan María Sabatini y Antonio Hermosilla. De este actor sólo sabemos que llegó a Madrid en 1778, procedente del teatro de Cádiz, para integrar la compañía del afamado Eusebio Ribera como séptimo galán. Sobre la Sabatini, que hará con algunas intermitencias una larga carrera en Cuba (estará en la temporada 1817-1818 en el Teatro del Príncipe de Madrid, como sobresalienta, procedente del teatro de Granada, con 24 reales de partido), encontré que tendrá en febrero próximo una función a su beneficio, en la que protagoniza El mejor alcalde, el rey, de Lope.

El 12 de ese mes, una apelación de Azián al público sobre el aumento del precio de las entradas nos informa de la reciente llegada de Prieto: “… Cuando la empresa, a fines de julio, sufrió un quebranto de más de cuatro mil pesos, y acababa de aumentar sus erogaciones, no malogró la ocasión de atraer al Sr. Andrés Prieto, actor recién llegado y tan sobresaliente en los teatros de la Corte que se granjeó en ellos el primer lugar, así en lo cómico como en lo trágico. No se detiene en hacer nuevos sacrificios y señalándole una dotación de que no hay memoria en esta ciudad, le confía la dirección de este teatro”.

Prieto viene acompañado de su hermano Manuel, de escaso talento, quien estará también en la compañía. A solo una semana de su arribo, el teatrista catalán ofrece a los habaneros una impecable actuación  de Pelayo, tragedia de Manuel José Quintana.

En esos mismos días y en los primeros de octubre arriban Manuela Carrillo —había estado en el elenco habanero de 1801 y ahora trabajará también como directora—, Miguel Gómara o Gómora —buen cantante para papeles de bufo que figurará, aún joven, en las compañías de cantado del Príncipe y La Cruz entre 1815 y 1821—, Francisco Lorza, Melchor Vichot y Manuel García -quien ha sido confundido por algunos con Manuel Vicente García, tenor y compositor gaditano que hizo buena parte de su brillante carrera en París y New York y nunca estuvo en Cuba. Este nuevo integrante del elenco habanero es también tenor y estará en nuestros escenarios hasta 1825; debutará el 3 de noviembre, como protagonista de la opereta unipersonal El poeta calculista, de su ilustre tocayo. De Francisco Lorza y Melchor Vichot no encontré referencias, pero como fueron objeto de sendas funciones a su beneficio en febrero de 1811, habrían de ser intérpretes de roles de relevancia en los meses anteriores.

En los últimos días de la Cuaresma de 1811 llegan a Cuba la soprano Mariana Galino, su esposo José Alfaro, Rafael y Carlos Palomera, Ana Valdés, Antonio Rosal, Isabel Gamborino y su hija Manuela García Gamborino, y el coreógrafo y bailarín Joaquín González. Con este grupo viene también María del Rosario Sabatini, posiblemente hermana de María Sabatini.

Mariana Galino, según el investigador Emilio Cotarelo, era “una oficiala de guantera, que por su bonita voz había entrado en 1799 de cuarta de cantado en la compañía del Teatro de la Cruz, pero la despacharon en mayo y entró en los Caños, donde también ahora [1801] quedó con 18,000 reales”.

Lo cierto es que esta soprano hizo las temporadas 1800-1801 y 1801-1802 en la compañía de Melchor Ronzi, como segunda dama de cantado, sólo detrás de Carlota Michelet y compartiendo roles con el actor-cantante Juan Muñoz, En septiembre de 1802, cuando se incendia el Teatro del Príncipe, Mariana Galino pasa al elenco del Teatro de la Cruz, donde conoce a José Alfaro, con quien contraerá matrimonio tiempo después. La Galino desaparece de los escenarios madrileños en 1803, cuando, al parecer, se va al Teatro de Granada con Alfaro. De Granada ambos pasan a Cádiz antes de viajar a Cuba.

De José Alfaro encontré que es llevado de Granada al Teatro de la Cruz de Madrid en septiembre de 1802 para trabajar como sobresaliente de galanes. Y, cumplida esa temporada, se vuelve a la región andaluza. En Cádiz, antes de su venida a Cuba, se desempeña como primer galán.

Cotarelo, cuando relaciona la compañía del Teatro de la Cruz de 1804, dice que la segunda dama de cantado, Isabel Gamborino, es “procedente de los Sitios, y que luego alcanzó algún renombre en América.” Se refiere al Teatro de los Sitios Reales, en la Corte, que solía contratar artistas jóvenes de mucha calidad. La Gamborino estuvo en el Teatro de la Cruz hasta 1810, casi siempre como segunda dama de cantado y con frecuentes incursiones en el teatro dramático. Su hija, la bailarina Manuela García Gamborino, muy joven cuando llega a Cuba, no tiene antecedentes conocidos, pero es muy probable que fuese desde niña bailarina y ocasional actriz en los mismos teatros donde trabajó su madre. En La Cruz, desde 1808 era primer bailarín Joaquín González, quien viene acoplado con la García Gamborino a La Habana para ocupar el cargo de “compositor de bailes”, o sea, coreógrafo.

De Antonio Rosal sé que pertenecía en 1804 a la compañía profesional de Cádiz; es llamado en 1805 al Teatro de los Caños del Peral para ser segundo galán, detrás de Máiquez, pero no llega. Al parecer, se mantiene en Cádiz varios años como primer galán y director.

Sobre Rafael Palomera –apellido que abunda en la escena española desde el segundo cuarto del s. XVIII- averigüé que fue tercer galán en el Teatro de la Cruz, en la temporada que comienza en septiembre de 1802; después, no aparece en los teatros madrileños. De su hermano menor, Carlos Palomera, no encontré antecedente alguno, por su extrema juventud, pero después de una extensa y fértil carrera en Cuba estará en la compañía de la capital mexicana como primer galán, ya en la segunda mitad de la década del veinte.

De Ana Valdés, actriz y bailarina, sabemos que estuvo en la compañía habanera en la temporada 1804-1805; ahora firmará también como directora. De María del Rosario Sabatini sólo sé que figura en los elencos de verso, canto y baile del Principal, y será mencionada en dos o tres oportunidades como participante en un programa, de esta forma: “ambas Sabatini.” Es casi seguro que sea María del Rosario la que en la temporada 1818-1819 estará como bailarina en el Teatro del Príncipe de Madrid.

Antes del 9 de julio de este 1811 debuta Antonio Hermosilla, hijo. También subirá a escena en algunas ocasiones la pequeña hija de Rafael Palomera, Enriqueta.

Sumados estos profesionales al grupo existente desde anteriores temporadas, resulta, como esboza Rine Leal, la más completa, variada y exigente compañía que hasta entonces hubiese tenido una colonia de España: “Nunca La Habana había contado con un elenco de tal naturaleza, y los resultados se observaron en pocos meses”.

Lista de las actrices y actores que forman las compañías de tragedia, comedia, ópera y baile para el teatro de esta ciudad, en el presente año, de los que es agente el Sr. Diego del Castillo.

Director

Sr. Andrés Prieto

Actrices

Sras. María Sabatini

 Isabel Gamborino

 Ana Valdés

 Manuela Carrillo

 Brígida Montero

 Manuela García Gamborino

 María del Rosario Sabatini

Actores

Sres. Andrés Prieto

 José Alfaro

 Antonio Rosal

Cada uno de estos individuos dirigirá y ejecutará una comedia todos los meses y ambos suplirán alternativamente al primero en caso de enfermedad.

Sres. Rafael Palomera

 Manuel Prieto

 Rafael Valdés

 Carlos Palomera

 Antonio Hermosilla

 Francisco Covarrubias

 José Ángel Oceguera

 Juan García

 Francisco Henríquez

DE ÓPERA

Sras. Mariana Galino

 Isabel Gamborino

 Manuela García Gamborino

 María del Rosario Sabatini

 Sres. Manuel García

 Miguel Gómara

 Manuel Prieto

 Juan García

DE BAILE

Sra. Manuela García Gamborino

Compositor [quiere decir Coreógrafo]

Sr. Joaquín González

Cuerpo de baile

Sras. María del Rosario Sabatini

 Brígida Montero

 Ana Valdés

 Manuela Carrillo

Sres. Rafael Valdés

 Manuel Prieto

 Francisco Henríquez

 Carlos Palomera

Apuntadores

Sres. Diego del Castillo

 Esteban Villa

 Cristóbal Hernández

Nótese que de los veteranos fundadores de la legendaria Compañía de Cómicos del País todos criollos, sólo quedan Brígida Montero, Francisco Covarrubias, Juan José García y Francisco Henríquez, todos con sobrada experiencia escénica.

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