Creado en: noviembre 16, 2022 a las 09:36 am.

La Habana: Civilización Moderna

(ANIVERSARIO 503 DE LA CIUDAD)

La Habana es la ciudad catalogada como “civilización”, por haberse convertido en la encrucijada de América en los tiempos modernos.

Después de la llegada de los conquistadores en 1492, sucede el máximo acontecimiento de la historia: Los conquistadores europeos se encuentran con un “Nuevo Mundo”, con una historia de siglos, según escribe Alejo Carpentier.

A La Habana la adoro –escribe Carpentier— y considero una de las más lindas del mundo.

El profesor E. Weis, en su libro La arquitectura colonial cubana, escribe: “Descontando a México y Perú, dos de los más extensos y ricos territorios de la América histórica, La Habana es probablemente la arquitectura más completa y mejor representada de la época colonial en nuestro continente. Su personalidad es clara y bien definida; sus soluciones, enteramente funcionales, reflejan el medio social en que se produce, la vida y costumbres del país y los materiales que el suelo y la industria brindaban a sus habitantes. La sobriedad y sencillez de sus soluciones no podían estar más a tono con los ideales modernos, al propio tiempo es pintoresca y de un gran colorido. La grandeza de sus escalas, sus amplios soportales, sus voladizos balcones, sus enormes rejas han sido admirados por viajeros de todos los tiempos, incluso por arquitectos de proyecciones enteramente modernas”.  

La Habana antigua es un verdadero teatro artístico, vive su tradición y su leyenda que la hace inolvidable e insuperable. Posee un verdadero tesoro y una belleza característica que identifica la personalidad cubana en cada uno de los detalles de su arquitectura.

Es una de las ciudades más antiguas de América, cabecera de colonia y hoy parte esencial de la capital cubana, con sus fortalezas, casonas, palacios, iglesias, calles y plazas. El Centro Histórico de La Habana y el sistema de fortificaciones creado a lo largo de los siglos para su defensa fueron declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1982.

La Habana es La Habana

Fueron muchos los viajeros que transitaron por La Habana. Los cronistas de la colonia, desde lejanos tiempos elogiaban la gran ciudad predestinada por los dioses y los hombres. Desde 1622, el fraile Antonio Vázquez de Espinosa, en una escala describe la ciudad como algo paradisiaco, un ambiente propicio para las inquietudes superiores del espíritu.

La Habana es muchas cosas a la vez: es historia, cultura y sangre, es castillos, fortalezas, resistencia, lucha, hospitalidad, altruismo, gente amable. Es alegría, vida bohemia, disfrute social. Es una ciudad que resguarda en sus predios múltiples tesoros que pueden por sí mismos contar buena parte de la capital cubana.

La vida bohemia habanera fue proverbial durante siglos, llegó a contar con más bares, cabarets, cines, teatros, centros nocturnos, academias de baile, sociedades y salones por kilómetro cuadrado que cualquier otro lugar en el mundo.

El cantante Luis García decía en sus entrevistas y presentaciones por la TV “En el área de La Rampa, en El Vedado, en solo tres manzanas, existían más restaurantes, bares, clubes, cabarets, cines, teatros que en toda la Florida”.

Para el Historiador Eusebio Leal, La Habana es una de las ciudades más importantes del mundo. La cataloga entre las cinco más hermosas del planeta. “He viajado bastante y pude comparar ciudades”.

García Márquez ha expresado que acaso La Habana es una de las ciudades más bellas del mundo. Hemingway decía que solo Venecia y París eran superiores. “A mí me fascina París, me gusta mucho Venecia. Pero no cambiaría ninguna de las dos por La Habana”. La Habana es una ciudad que hala mucho, tiene sus propios misterios, su propia maravilla, su propio encanto, sus propios secretos. A través de una sola avenida, desde el Castillo de la Fuerza hasta los confines de Miramar, por el Malecón y la Quinta Avenida, se puede ver toda la historia de su asentamiento, su desarrollo. No es un caos reunido, sino que tiene la gracia de las grandes ciudades. La Habana tiene muchas cosas.

“A mí me gusta extraordinariamente La Habana nocturna” (Marlon Brando).


“La Habana es el lugar que más quiero en el mundo, después de mi patria. Soy un cubano sato” (Ernest Hemingway).


“Esta isla es un paraíso. Si yo me pierdo, que me busquen en Andalucía o en Cuba”. (Federico García Lorca).


“Siempre me dio alegría saber de La Habana, que tiene tanta fama. Conocer su vida nocturna era uno de mis sueños, ahora que la conozco imagínense”. (Nat
King Cole).


“Mi nueva visión de La Habana, de la Cuba que he tocado, su existencia vista, quedan ya incorporadas a lo mejor de mi memoria” (Juan Ramón Jiménez).


«La Habana es hoy, física y humanamente, una ciudad atrapada entre su pasado y su futuro convertido en signo de interrogación» (Leonardo Padura Fuentes).


“La Habana persiste, nada ha podido destruirla, ni la desidia, ni el desamparo. Su fecundidad es endógena” (Miguel Barnet).

Dijo Guillermo Cabrera Infante: “Yo nunca pensé que me iba a ir de La Habana. Para mí ese fue descubrimiento de mi vida. La Habana fue la gran ciudad, fue el sortilegio urbano, y yo nunca he experimentado esa sensación en ninguna de las ciudades que yo he visitado, y he visitado muchas —Nueva York, Ciudad México, Buenos Aires, Madrid, Barcelona, París, Roma, inclusive Moscú— y vivo en Londres. A mí todas me han parecido un pálido reflejo de lo que era La Habana. Lo que me atraía de La Habana era que el día no acababa con la noche, sino que después que oscurecía había otro día, que era el eléctrico, eran las luces de neón, eran los anuncios lumínicos, era un verdadero fuego artificial con la luz artificial también. La Habana para mí era la ciudad encontrada”.

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