Creado en: mayo 6, 2021 a las 08:35 am.
La lírica de Miriam Ramos en el alma cubana (+Playlist)
«El centro del alma cubana es lírico». Preguntarle a Miriam Ramos a qué suena la Isla más grande del Caribe es no esperar como respuesta la clásica rumba, el son o la conga. Más de 109 mil km2 de historia son para esta cubana una travesía que comienza y termina con La Bayamesa.
De esta manera cerraba su entrevista con el cantautor Amaury Pérez en su programa Con dos que se quieran dos, apoyándose en la imagen verbal de un tocororo con las alas abiertas, desplegadas como la bandera. El plumaje del ave nacional, como los ritmos más populares de la música cubana, arropa un corazón, un lirismo. Esa peculiar esencia es la que busca desentrañar Miriam Ramos en su público, porque asegura que todos la tenemos, unos la han descubierto, otros no.
En ese empeño, la contralto interpretó temas de Bola de Nieve, Benny Moré, Marta Valdés y Ernesto Lecuona. Desde temprano prefirió las melodías universales a las modas pasajeras. No faltaron quienes la tildaron de anciana en cuerpo de joven y ella fue feliz en el viaje retrospectivo.
«Es necesario retomar los clásicos, revisitar los hitos de la canción cubana. Abogo por la creatividad contemporánea, acepto la natural evolución del quehacer musical, pero a las raíces hay que regresar para avanzar, sobre todo cuando se vive en un país privilegiado como el nuestro, en el que el patrimonio musical que tenemos es tan valioso. Hay que estudiar mucho y siempre valdrá la pena rendirle homenaje a quienes nos han dejado un legado tan universal», expresó en una entrevista para La Jiribilla en 2019.
/Foto del Archivo de Marta Valdés. Tomada de Cubadebate
A sus 75 años transmite sabiduría y musicalidad. La fórmula para entender nuestro presente, advierte, está en saber escuchar nuestro pasado. De cancioneros está hecha Miriam Ramos: Para tu piel, Por La Habana, Cantar la trova, Obsesión, Siempre en mi corazón.
Sobre sus temas escribió Marta Valdés, compositora y guitarrista, en Cubadebate: «Las canciones, nacidas de un excelente y verdaderamente creativo dominio de la guitarra, llevan implícita una conciencia de la gran línea capaz de crecerse cuando se la somete a un tratamiento orquestal; el texto impecable, lleno de sentido, nace para ser cantado y fluye por caminos armónicos que no podrían ser otros que los escogidos por quien los concibió».
Miriam Ramos mereció el Gran Premio Cubadisco 1999, ese año y el siguiente ganó en la categoría Canción. Ostenta el Premio de Interpretación para el concurso Adolfo Guzmán de los años 1983 y 1984. Fue galardonada con el Premio Caracol, que otorga la UNEAC. Se ha dedicado a imbricar la música y la comunicación con sus programas en la Radio Nacional: No hacen falta alas y La esquina del Jazz.
Portada del primer disco de Miriam Ramos, de 1976. / Foto tomada de Cubadebate
Paradójicamente, a la intérprete de conocidos temas de la cancionística y la trova tradicional, a la compositora consagrada, le gustan demasiado los silencios. La ausencia de sonido, confiesa, permite encontrarnos a nosotros mismos, ponderar nuestras virtudes y lidiar con los defectos.
Una vez se apagan las luces, los asientos se quedan vacíos, el escenario, desolado… ella prefiere el silencio. Mientras, en su cabeza, ocurre el reproducir constante de melodías pasadas, también de otras nuevas, que esperan hacer vibrar las cuerdas de su guitarra.
Una maravillosa voz y una sensibilidad que emociona. Esto pude apreciarlo en uno de sus Conciertos que pude disfrutar allí en la Casa del Alba en El Vedado de La Habana.