Creado en: mayo 5, 2023 a las 10:47 am.

«Los Hijos De La Luna» en el misterio poético-musical de la UNEAC en Matanzas

Fotos de Frank Ortega

En el hechizo que desprende la casona de la UNEAC en Matanzas, cuando la ciudad entorna los ojos para recibir la niebla de la noche, la Peña Los hijos de la Luna, con la poeta Mae Roque y la cantora Olga Margarita Muñoz, deviene refugio para quienes prefieren la atmosfera bohemia, escondida en los interiores de los edificios neoclásicos de la Atenas de Cuba.

Fotos de Frank Ortega

En torno a la fuente de Vulcano, se agrupan sus adictos, la mayoría son jóvenes universitarios, estudiantes, artistas, poetas y músicos, convocados por las anfitrionas, que con desenfado presentan a quienes quieran leer su versos, cantar o interpretar con su instrumento una bella melodía, con preferencia cubana, para enraizar el gusto y disfrutar de las veleidades del amor y los deseos, no importa que la oscuridad se adueñe del recinto, porque brillan con esa luz propia que otorga el talento.

Fotos de Frank Ortega

Así aparecen ante el reclamo de Mae, el dúo de Mabel Toledo y Jonathan Rivero, en un interesante diálogo poético, el narrador Ernesto López Zamora, y un fiel asistente, el profesor, poeta y trovador Adrián Zurbano, capaz de entonar con la propia Olga, de cálido y lírico registro, una canción asociada a la realidad cubana, de las que conmueven el corazón y dejan sin aliento. Y hasta Mae se atreve y los secunda, como muestra de que todo es posible en esta peña de lunáticos cuerdos.

Fotos de Frank Ortega

Y ahí están, entre otros seguidores,  Leo Ernesto García Ramos, vicepresidente primero de la Filial,  el cantautor Carlos Fidel Taboada, el artista del lente Adversy Alonso y el escritor y pintor Alexander Medina, quien colaboró en la creación de la “Musa de la UNEAC”, inspiración de Rolando Estévez Jordán, Premio Nacional de Diseño de Libros,  maestro de las artes visuales y poeta de los grandes en Cuba, quien se nos fue tan pronto, pero con el don de permanecer vivo con sus obras esparcidas por toda la urbe de la reclamada Bellamar.

Fotos de Frank Ortega

Casi en penumbras se apodera de la guitarra y el tres, el aclamado cantor Rey Pantoja, para otorgar un toque especialmente poético y picaresco a sus composiciones, porque tenemos ese don de la oblicuidad, con esa voz que se escucha como cuerda prima y la sensibilidad inigualable de  interpretar los sonidos de la naturaleza y el palpitar de los humanos.

La noche se adueña de los presentes, que sintieron una vez más, esa sensación de abrigo  que ofrece  la Peña Los hijos de la Luna, de la poeta Mae Roque y la cantora Olga Margarita Muñoz, a quienes quieran descargar sus sentimientos, una vez al mes,  en la Casa Social de la UNEAC matancera.

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