Creado en: agosto 3, 2021 a las 07:21 am.

Ñico Rojas: una escuela de la guitarra

El Canal Clave de la Televisión Cubana está celebrando en la actual semana el centenario de José Antonio Rojas (Ñico Rojas).

¿Cuál es el verdadero mérito de Ñico Rojas en la música?

Ñico Rojas, a pesar de ser un músico autodidacta, tiene el mérito de abrir un nuevo camino en la didáctica de la técnica musical en la guitarra.

La guitarra, antes de Leo Brouwer en la década de 1960, tenía muchas limitaciones confinada al ghetto andaluz. Sin embargo, en el IV Festival Internacional y Concurso de la Guitarra de La Habana 1988, el guitarrista alemán Wolfang Ledler opinó que “Ñico Rojas abre un nuevo campo en la guitarra, por su manera de combinar lo clásico y lo popular cubano”.

Recuerdo aquel momento porque, en Cuba, por otra vía, se estrenada el grupo NG La Banda y comenzaba el llamado Boom de la salsa cubana. Hablé en aquellos días memorables de la guitarra en La Habana con Ñico Rojas, como siempre, era un hombre de muy buenos modales, como pocas veces he visto. Algo poco usual en los músicos que suelen ser personalistas. Ñico era atento con la prensa, al extremo de llamar a los propios periodistas y comentaristas musicales a su propia casa, especialmente en el día de su cumpleaños.

“Sr Lam –me dijo cortésmente Ñico- me alegran muchos las palabras del alemán Wolfang Ledler, fueron muy gentiles sus palabras. Es una opinión que recibo modestamente, pero con muchas emociones, después de llevar en la música ya más de cuatro décadas, desde que comencé en el movimiento feeling en 1946, hace más de cuarenta años”.

Hay músicos de escuela y hay músicos de tradición oral, como es el caso de Ñico Rojas, “yo no hice estudios académicos de música, estudié algunas lecciones de solfeo y técnica de la guitarra; pero tuve mucha influencia familiar de la música clásica europea, a través de mis padres y de un ambiente muy apropiado. Me influyeron al inicio: Tárrega, Llobet, Segovia y otros grandes de Europa. Y por la vía popular los músicos de fundación sonera Miguel Matamoros, Arsenio Rodríguez y los danzones de Arcaño y sus Maravillas”.

Esa, de por sí era para Ñico una valiosa escuela, hay músicos que nacen con el ADN creativo, con esa herencia rara de los verdaderos creadores. Ese es el motivo por el que tres valiosos maestros: Guyún, Gonzalo Roig y el mexicano José Sabre Marroquín, me recomendaron que nunca estudiara música… ya que en mis composiciones existían “disparates geniales” que no los compondría de saber música”.

En realidad Ñico lo que estudió fue Ingeniería Civil en la Universidad de La Habana, en tiempos en que ninguno de sus compañeros del feeling pudieron estudiar. Termina en la Universidad justamente en 1945 cuando se gesta el movimiento feeling.

En ese campo, Ñico era uno de sus historiadores y relacionistas públicos espontáneos. Ñico fue quien me ofreció la cifra exacta de los14 iniciadores del feeling que ya he publicado en los artículos de esa música de los 40.

“Ñico es un factor nucleador del feeling, fue el que llevó a José Antonio Méndez al Callejón de Hamel y esa llegada del King fue una revolución. A su vez, yo había invitado a Ñico un poco antes al apartamento de Tirso Díaz, donde primero se gesta el feeling”, me dijo César Portillo de la Luz.

Ñico se inclinó mucho más a la música instrumental,  a la improvisación, “no era un gran poeta como Portillo y José Antonio Méndez, debo decirlo. Mi mejor aporte es la canción Mi ayer”.

De 1965 a 1968, integró un dúo de guitarras con Elías Castillo. En 1998 actuó en el Lincoln Center de Nueva York, junto a Frank Emilio, (pianistas). Chucho Valdés, (pianistas), Jesús Ordóñez, (violinista), Orlando “Cachaíto” López, contrabajista), Tata Güines, (tumbadora), José Luis Quintana “Changuito” (paila), Enrique Lazaga, (güiro), Joaquín Olivero, (flautista).

Obras: Ñico dominaba muy bien casi todos los géneros de la música popular cubana: Obras para guitara, canciones, trova con filin, bolero con filin, guajira con filin, bolero con feeling, bolero-mambo, baladas, Guajira-son, fantasía rítmica y diversos homenajes a grandes de la música cubana y al poeta Nicolás Guillén.

DISCOS: Ñico dejó grabados varios discos en la Egrem, en 1964 con sus propias interpretaciones. Acerca del disco Gonzalo Roig reveló que “este LD no tenía antecedentes en la música cubana”.

En 1977, Ñico graba otro disco, con ciertas dificultades de la artritis que padecía. Se ha hecho un trabajo amplio de transcripción de su obra que, sin dudas, es de gran valor para la guitarra en Cuba.     

Como dijo Marta Valdés de Ñico en uno de los homenajes, en el Café Habana del teatro Nacional, el 3 de agosto de 1996, hace 25 años: “De manera limpia y ejemplar usted se ha ganado ser uno de los grandes y amorosos creadores de la música cubana y latinoamericana”.

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