Creado en: junio 8, 2022 a las 12:26 pm.

Orquesta Estrellas Cubanas: 63 años de su fundación

Foto tomada de EcuRed

«Oye como dice mi cantar [ ]. Cubanas son para bailar: una guaracha, un buen danzón y el rítmico cha, cha, cha [ ]. Mucho sabor encontrarás, bailando este ritmo con las Estrellas Cubanas [ ]. A bailar, a gozar, con las Estrellas Cubanas».

Ese es el tema musical que identifica a la Orquesta Estrellas Cubanas, caídas del firmamento, en La Habana, el 8 de junio de 1959, hace exactamente 63 años. El violinista, arreglista y compositor trinitario, Félix Reyna (1921-1998),  miembro fundador de la Asociación de Música de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, fue su director hasta su lamentable deceso, acaecido desde hace casi un cuarto de siglo.

La orquesta Estrellas Cubanas estuvo integrada en su mayoría por instrumentistas procedentes de la emblemática Orquesta Fajardo y sus Estrellas, que al fraccionarse dio lugar a una nueva agrupación, caracterizada fundamentalmente por incorporar a su repertorio los géneros musicales auténticamente criollos, que la definen en el universo sonoro caribeño: son, danzón, cha, cha, cha, guaracha, bolero.  

Dicha agrupación charanguera, que ha llevado lo más genuino de la música cubana, la auténtica, la verdadera, a otras latitudes geográfico-culturales, se encuentra invisibilizada en los medios masivos de comunicación (con honrosas excepciones), al igual que muchas orquestas tipo jazz band y conjuntos soneros, cuyos acordes les hicieron mover el cuerpo y les acariciaron el alma a bailadores cubanos y foráneos durante varias décadas.

Las penúltimas veces que vi, en vivo y directo, a la Orquesta Estrellas Cubanas fue hace casi tres lustros: en el «Delirio Habanero» del Teatro Nacional; en el capitalino «Palacio de la Rumba», donde amenizara junto a las orquestas Sublime, Sensación, Jorrín y Siglo XX la actividad bailable del evento teórico «Charangueando», dedicado al cumpleaños 85 del maestro Melquiades Fundora (1925-2009), «El Sinsonte de Nueva Paz»; en el cine «Riviera», donde varias agrupaciones charangueras celebraron aniversarios cerrados de su fundación; y en los Jardines de la UNEAC, en el contexto de un «Jueves de la Rumba», donde la Orquesta Estrellas Cubanas fue la invitada especial; espacio que cubrí para el Sitio Web de nuestra sexagenaria organización cultural.

En la radio, en el desaparecido humorístico-musical «Alegrías de sobremesa», en la «Discoteca del Ayer», y con menos frecuencia, en la «Discoteca Popular»; espacios que integran la parrilla de programación de Radio Progreso, la Onda de la Alegría, mientras que, en la pequeña pantalla, mi recuerdo «se pierde en la oscura noche de los tiempos», y se detiene en la década de los 60 del pasado siglo cuando todavía estaba en pantalla «El Show del Mediodía», que animaba el multilaureado locutor, primerísimo actor y periodista cultural, Germán Pinelli (1907-1996), y donde se presentaban orquestas típicas, de jazz band y conjuntos soneros, hoy prácticamente desconocidos para el público joven.    

Entre los hits popularizados por la Orquesta Estrellas Cubanas, y dados a conocer en nuestro archipiélago, así como en los países visitados por la popular charanga, podríamos destacar los siguientes:

Angoa, El niche, El lápiz no tiene punta, La escoba barrendera, En tu corazón, Los jóvenes del silencio, Muñeca triste, Nada que decir, Ocho de junio,  Pa bailar, Qué lindo es mi danzón. Si no estás tú, Silver Moon, Vuela la paloma, Y se llama Cuba, Jibacoa y Si te contara; todos ellos salidos de la fecunda  inspiración del maestro Félix Reyna. 

Todos esos números musicales, devenidos clásicos de la música popular bailable, integran el repertorio de la Orquesta Estrellas Cubanas, que dirige el maestro Gilberto Valdés.

Nota:

Los interesados en conocer más datos acerca de la vida y la obra del maestro Félix Reyna pueden consultar los siguientes artículos: Mayra A. Martínez. «Félix Reyna». Revolución y Cultura. 1991 (3): pp. 37-41; y Helio Orovio. Diccionario de la Música Cubana. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1981.

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