Creado en: diciembre 12, 2023 a las 09:42 am.
Premios de Coreografía e Interpretación en la UNEAC prestigian a jóvenes y consagrados creadores
La décimo tercera edición del Premio de Coreografía e Interpretación de la UNEAC reconoció la disciplina y el talento de artistas consagrados y jóvenes de la escena danzaria cubana.
El lauro, instaurado para estimular la creación y promover la cultura nacional, fue otorgado a la Primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba desde 2005, Annete Delgado, por su Interpretación Femenina.
«A partir de Muñecos empezó mi carrera precisamente. Entonces, recibir el premio por este ballet resulta muy gratificante. La pieza del gran coreógrafo Alberto Méndez demanda mucho artísticamente, pero se disfruta de principio a fin. Y también me gusta interpretar Don Quijote porque a medida que pasan los años, la obra se va adaptando y uno la siente de forma diferente. El ballet no significa hacer pasos por hacer, lleva una historia y esa historia la tenemos que contar con nuestro cuerpo», confesó.
Para Dani Hernández, primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba y merecedor del Premio Nacional de Interpretación Masculina, la peculiaridad de la danza cubana radica en que cada artista, a pesar de asumir la misma coreografía, es auténtico en escena.
«Bodas de sangre y Muñecos se consideran dos obras mágicas que todo bailarín cubano debería interpretar. Ambas piezas emblemáticas, creadas para artistas de talla mundial, han estado en el repertorio del Ballet Nacional de Cuba durante mucho tiempo y tenemos la obligación de mantener ese legado, transmitido de generación en generación. Nosotros seremos partícipes de entregárselo a otros jóvenes.
El maestro Alberto Méndez recibió el Premio Nacional de Coreografía para la Televisión por la gala de clausura del Ballet Nacional de Cuba en su 75 aniversario. Para él, uno de los creadores más importantes de la Escuela Cubana de Ballet, cualquier reconocimiento es un estímulo para seguir trabajando en lo que uno ama.
Su pasión por la danza comenzó en el campo donde se crio en Pinar del Río y estudió Arquitectura. Cuando se le presentó la oportunidad de dedicarse al arte, no lo dudó y todavía continúa promoviendo el ballet y formando a nuevas generaciones de coreógrafos y bailarines.
Habana Fénix, por su parte, sacó a Lizt Alfonso Dance Cuba de la inercia provocada por la pandemia de la COVID-19 y volvió a posicionar la compañía ante sus espectadores nacionales e internacionales. Para su directora es emotivo recibir el Premio de Coreografía por esta obra, ya que «aun tratando un tema difícil, como lo dice su propio título, la capital renace de las cenizas. Con esta obra quisimos dar un mensaje de amor, esperanza y futuro. Todo un elenco de jóvenes se subió al escenario y se comprometió con ese objetivo».
En esta pieza confluyeron coreógrafos consagrados y otros se sumaron por primera vez a la gran escena. Como afirmó la pedagoga cubana y fundadora de la compañía: «Estamos felices de volver a nacer, de homenajear a La Habana y, por supuesto, también a Eusebio Leal, que fue el que el artífice de ese pedacito tan mágico en el que se encuentra nuestra sede».
El jurado de los Premios de Coreografía e Interpretación estuvo integrado por los especialistas Lourdes Ulacia, Ismael Albelo y Clotilde Peón, quienes evaluaron la calidad técnica y artística, las soluciones ingeniosas y la originalidad de cada premiado.