Creado en: mayo 20, 2023 a las 10:00 am.

Real Maravilloso, con la bendición de Shangó y Alejo Carpentier

Disco Shangó, de la Banda de Concierto Real Maravilloso /Foto: Radio Enciclopedia

Solo cuatro años de fundado tiene el proyecto Real Maravilloso, banda de concierto que comanda la joven músico Yarineldis Llinse Kessell, quien se desempeña además como directora de la Banda Provincial de Conciertos de La Habana.

De esta, precisamente, proviene el pequeño grupo de instrumentistas y cantantes  que integran Real Maravilloso, el cual durante Cubadisco 2023 tuvo la fortuna de presentar su primer disco y DVD titulados Shangó, con la Egrem, bajo la producción musical del maestro Manolito Simonet.

Al parecer, la idea de nombrar la banda con el concepto carpenteriano de la teoría de lo real maravilloso, sugerido por Jean Francois Fourt, representante de la agrupación, les ha funcionado a las mil maravillas.

Al privilegio de haber contado con Simonet, también en el piano, sumaron la participación en calidad de músicos invitados de César López, en el saxofón alto; Germán Velazco, en el saxofón soprano; Maikel González, en la trompeta; Eduardo Sandoval, en el trombón y Adel González, en la percusión.

Con notas discográficas firmadas por la musicóloga y productora Cary Diez, conocida especialista, sobre todo por su labor discográfica relacionada con la rumba, por su participación en el disco La Rumba soy yo, de Bis Music, junto al también productor Joaquín Betancourt, merecedores de un Premio Grammy Latino, Real Maravilloso presentó anteriormente con gran éxito internacional su documental Shangó (incluido en el DVD que acompaña el presente producto). Dicho documental resultó premiado en 2019 en los festivales Cuban American International Film Festival Miami, short Long World Festival, Corrientes, Argentina y en el Festival Internacional de Cine de Caracas.

Según Cary Diez, «El conjunto formado por Real Maravilloso sale de esa formación (se refiere a las bandas de concierto) para incursionar en otros repertorios, proyectos y representaciones, y mostrar obras con una panorámica más amplia del sonar latinoamericano, fusionado al concepto enriquecedor de Alejo Carpentier y García Márquez sobre las culturas y la imaginación de los pueblos de nuestra América».

Sobre el proyecto su directora explicó que nació debido a la cantidad de propuestas que recibía la Banda Provincial de Concierto de La Habana de diversas presentaciones en espacios más pequeños, que tenían que rechazar por ese motivo. A ello se sumó la necesidad de abordar repertorios más libres en diversidad de códigos, patrones establecidos, géneros y formato. Seleccionar de la banda mayor quiénes integrarían el nuevo proyecto no le resultó fácil dada la calidad humana y profesional de los integrantes de la misma.

Real Maravilloso, dijo Llinse Kessell, en la presentación de Shangó, realizada en el café Cantante del Teatro Nacional, la cual hizo la igualmente musicóloga y productora Élsida González, que la actual formación le permite la interpretación de géneros de nuestra música cubana como el son, danzón, chachachá, rumba, bolero, entre otros, y latina: bossa nova, samba, joropo y jazz, además, arias de óperas, bandas sonoras de películas y piezas del folclore africano, fundamentalmente de la región de Kenia con una sonoridad vocal-instrumental. Ahí está precisamente la diferencia entre una y otra banda.

Once son los temas incluidos en este primer disco de Real Maravilloso. Entre ellos no podía faltar Shangó, una compilación de Yarineidis Lliinse, con arreglo de Conrado Mopnier; Cicuta Tibia, de Ernesto Duarte, con arreglo de Rafael Díaz Carter; Watermelon Man, de Herbie Hancock; A Bayamo en Coche, de Adalberto Álvarez, con arreglo de Rafael Guedes Mendoza; Proposiciones, de Pablo Milanés, con arreglo de Conrado Monier; Hoy mi Habana, de José Antonio Quesada, arreglada por René Fáez y Melodía para una leyenda, de Manolito Simonet, especialmente dedicada a Juan Formell.

Y por su puesto, todo lo alcanzado por Real Maravilloso hasta ahora y lo que le queda por lograr, se debe al talento de los músicos que la banda tiene frente a cada atril, ya sea un joven o una joven música como un compañero más experimentado. Sin ellos, la joven y soñadora Yarineldis Llinse Kessell, quien al decir de Cary Díez es «una mujer aparentemente frágil, pero totalmente empoderada… dueña de sus propias fantasías, estudiosa, perseverante e inspiradora», no habría podido llevar a la realidad este maravilloso y mágico proyecto del que se hablará bastante en un  futuro en la música cubana, del que ya se habla con palabras mayores bajo la bendición de Shangó y Alejo Carpentier.

(Tomado de Granma)

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