Creado en: noviembre 27, 2022 a las 09:58 am.

Un coreógrafo temprano en la escena habanera

El llamado Minuet de la corte

Un primer bailarín y coreógrafo, Juan Bautista (Jean-Baptiste) Francisqui, tuvo un accionar importante en la última etapa del neoclásico teatral habanero.

No se sabe dónde ni cuando nació; algunos aventuran que podría ser estadounidense, lo que no descarto a pesar de su nombre y apellido, porque tanto ahora como en sus orígenes ese país norteño ha sido construido por sucesivas y enormes oleadas de inmigrantes. El desaparecido investigador habanero Jorge Antonio González insinúa que es de origen francés.

Lo que consta de este artista está relacionado con los Estados Unidos y con Cuba.

Lo más significativo de su brillante carrera se inicia en Charleston, Carolina del Sur, como maître de la compañía de Alexandre Placide, donde estrenó, en 1794:

-The brothers quakers (Los hermanos cuáqueros), cuyo original se debe a G. B. Giannini, quien lo da a luz en Nápoles en 1787.

  • The two hunters and the milkmaid. (Los dos cazadores y la lechera). El original es de Pietro Sodi y data de 1752. También pudo titularse, como apunta González, The bird catchers (Los cazadores de pájaros).
  • Le déserteur français (El desertor francés), tema coreografiado con anterioridad en Europa por Gasparo Angiolini, Domenico Rossi, Jean Dauverbal y Maximilien Gardel, entre otros.
  • Harlequin doctor (Arlequín médico): el original de Urbano Garzia, Il tuttore medico burlato, se estrenó en Milán en 1787. -The old man grown young or Cupid’s revenge or The Metamorphoses (El Viejo rejuvenecido o La venganza de Cupido o La Metamorfosis), cuya coreografía original es de Placide, puesta en escena en New York en 1792.

En 1795 continúa estrenando en Charleston:

-The hunter’s frolic or The merry girl (El retozo de los cazadores o La chica alegre), que podría ser una versión de The two hunters…

-Don Juan, cuyo original es de Angiolini.

-La foret noire (El bosque negro), probablemente original de Placide.

-Les trois quakers ou Le Caffé Hollandois (Los tres cuáqueros o El Café Holandés); evidentemente una versión de The brothers quakers.

No es riesgoso aventurar que Francisqui haya trabajado como bailarín en New York y Philadelphia antes y después de su estancia en Charleston: en esas ciudades se estrenaron al menos tres de estos ballets por maestros: The country frolic or The merry haymakers, de John Durang (Philadelphia, 1796), el ya citado de Placide, The old school master grown young y Rural Merriment de William Francis (Philadelphia, 1795) –que Francisqui estrenará en La Habana en 1803 con el título Las travesuras aldeanas-. González afirma que trabajó en New York a partir de 1776; en 1799 esta en New Orleans, en 1800 en Boston y luego vuelve a la ciudad louisianesa.

Aunque es probable que Francisqui haya viajado desde allí a La Habana por primera vez a fines 1801, integrando la Compañía de Monsieur Lavalette, dadas sus otras condiciones de cantante y músico, no es hasta el 24 de octubre de 1802 que encontramos la primera noticia sobre su quehacer danzario, cuando abre una escuela de baile en la casa del capitán Rafael Catalá, en la calle O’Reilly, frente a donde estaba la Cárcel, entre Oficios y Mercaderes. En esos días debe de haberse incorporado al elenco de la Compañía de Cómicos Habaneros, que actuaba en el teatro provisional de la Alameda, porque ya el 10 de abril de 1803 el Papel Periódico de la Havana anuncia en la cartelera de apertura del flamante Teatro Principal: “…y se dará fin con un divertido baile compuesto por el Sr. Francisqui”.

Solo una semana después estrena El pajarero o Los cazadores engañados, que tiene su antecedente en The two hunters… o The bird catchers; se repondrá el 12 de mayo bajo el título Los cazadores burlados, y el 29 de ese mismo mes y el 25 de julio como La vendedora de leche y los dos pobres cazadores; El 8 de mayo había estrenado El molinero, el carbonero y la vendedora de frutas; en la cartelera del periódico: “…se concluirá con el baile pantomimo del molinero, el carbonero y la vendedora de frutas, ejecutado por los cuatro niños, rematándolo el Sr. Francisqui con el baile inglés, solo”. El baile inglés es un solo de Domenico Rossi, estrenado en Madrid hacia 1797, que será ejecutado muchas veces por distintos bailarines en Cuba, durante el primer cuarto del s. XIX.

Relaciono sus posteriores creaciones de esa temporada:

Robinson Crusoe en la isla desierta, baile pantomimo -5 de mayo-; Las mercaderas de moda o El marido celoso, baile pantomimo bufo quizás de su entera creación -26 de mayo-; en junio 9, el ballet La celebración al gran turco; cinco días después, Arlequín, médico favorecido por la magia, ballet pantomimo, versión de Harlequin doctor; el 29 de junio, Los caprichos de Galatea o El poder del amor, a todas luces inspirada en La statua animata, del creador del ballet moderno, Jean-Georges Noverre; el 26 de julio, la pantomima mágica Arlequín estatua, pastelero y barbero.

El 25 de agosto baila un minuet de la corte con Josepha Titi. Tres días después da a luz El sargento aposentador o Los dos ladrones, baile pantomímico histórico y heroico, en el que “un aficionado hará el papel del señor de la aldea”; continúa el 1º de septiembre con Las travesuras aldeanas, baile pantomimo grotesco, original de Gaspare Angiolini, quien lo tituló Ballo di contadini; el 8 de ese mes, El viejo remozado, versión de The old man grown young; el 25 se anuncia un baile pastoril y una alemanda, donde comparte con Victoria Fleury y una aficionada.

El 2 de octubre estrena El diablo cojo o Arlequín desgraciado, pantomima de magia; el 30 de ese mes se anuncia un baile de medio carácter, un pas de deux que interpreta junto a Jorge Labottery; el 4 de noviembre un baile alegórico, donde comparte escena con Josepha Titi y Labottery; Arlequín esqueleto, pantomima -30 de noviembre-, que se había visto en Madrid en 1787 y en La Habana en 1792, pero no tengo referencias sobre su autoría. La familia feliz o El socorro inesperado, ballet pantomimo heroico, una alemanda y un baile general suben a escena el 8 de diciembre; diez días después, el ballet Mirsa y Lindoro, versión del original de Carlos-Auguste Favier.

Danza inspirada en un baile popular en el siglo XVIII.

El 25 de diciembre estrena El desertor o El casamiento supuesto, baile pantomímico heroico basado en la ópera cómica de Pierre Alexandre Monsigny del mismo título, estrenada en 1769. González y Edwin Teurbe-Tolón, en su Historia del teatro en La Habana, lo consideran el primer ballet creado en Cuba. Si se entiende “creado” por original, ya vimos que Francisqui lo había estrenado en Charleston y la idea original no le corresponde. Si se entiende como presentado, hay suficientes referencias anteriores de ballets suyos o versionados en La Habana: El pajarero o Los cazadores engañados; La celebración al gran turco; Las mercaderas de moda, Los caprichos de Galatea y otros.

Como apunté, las dotes de Francisqui son amplias: músico –tocaba varios instrumentos- y cantante en la cuerda de barítono. En enero de 1804 la compañía organiza una función a su beneficio. El periódico anuncia:

“… para el lunes 23, a beneficio del Sr. Francisqui, Las preciosas ridículas. Comedia de figurón en un acto, del célebre Molière, traducida recientemente por Un individuo de esta ciudad; después, una zarzuela en tres actos a imitación de la famosa ópera francesa Azemira o La isla desierta, cantada por las señoras Victoria y Loreto Fleury, y Josefa Titi, y los señores Francisqui, Labottery y Chavad, y adornada de nuevo y decorada. Bailes y pantomimas de indios, etc., etc. Se dará fin con un coro general y la vista de una galera española a la vela. Entrada 5 reales”.

El 26 de enero acapara la cartelera: “Comedia moderna en dos actos: Natalia y Carolina. Concluida esta cantarán las Sras. Victoria y Loreto Fleury, Josefa Titi y los Sres. Francisqui, Labottery y Chavad un compuesto de arias, dúos y coros sacados de la graciosa ópera francesa titulada Isabel y Rosalbo; después por los susodichos el nuevo baile pantomimo-bufo titulado La ambiciosa por entendimiento o Los dos amantes tontos y dará fin con un baile general”.

Estrena El naufragio o El marinero infeliz el 5 de febrero, donde baila con Titi, Labottery y la niña Luisita Bonasí.

El 14 de febrero canta la tonadilla La maja alegre, junto a Antonia Rodríguez y Juan José García.

Antes de retornar a New Orleans realiza una nueva versión de Les trois quakers ou Le Caffé Hollandois, titulada Los dos cuáqueros o El recreo holandés, estrenada el 13 de febrero y en plena Cuaresma una triunfal despedida, quizás el más importante de sus estrenos tiene su antecedente en La foret noire. El Papel Periódico de La Havana le dedica gran espacio:

“Se finalizará la función con la interesante pantomima en dos actos titulada El matrimonio secreto, la caverna de ladrones del bosque negro o El niño reconocido arreglada al teatro, y deducida de un pasaje histórico sucedido en Alemania, por el Sr. Francisqui, quien por la singularidad y honestidad de sus afectos la dedica a las tiernas madres de esta ciudad.

Los personajes de que se compone, y los actores que lo ejecutarán son los siguientes:
Personajes, el barón de Tours, el señor Enríquez. Dorsal, oficial militar, esposo secreto de Lucila, el señor Francisqui. Roberto, capitán de bandoleros, el señor Labottery. Leandro, amante de Lucila prometido por su padre, y rechazado por ella, el señor Hita. Lucila, hija del Barón, la Sra. Victoria Fleury. Roseta, confidenta de Lucila, la Sra. Josefa Titi. Félix, niño de ocho años, hijo de Dorsal y de Lucila, la Luisita Bonasí. Los nombres de los verdaderos sujetos de la historia han sido mudados, y se advierte que Lucila perdió su madre quedando de muy corta edad. Entrada 3 rs.”.

Sobre la puesta en escena, Yolanda Aguirre, quien considera con justicia a Francisqui un epígono de Noverre, en cuanto a las ideas sobre el llamado ballet de acción apunta:

“¿Tuvo El matrimonio secreto la música de Cimarosa? Es difícil saberlo. Los personajes de la obra, según consta […] fueron cambiados. Y, de todos modos, no se trató de la ópera sino de una pantomima. Por otra parte, acaso Francisqui presentó -y es lo más probable- una versión de Jenny ou La mariage Secret, como hiciera Jean Aumer en París en 1805, anticipándose a la realización de la idea de alguien que acaso era su amigo y con quien había acariciado el proyecto, tiempo atrás”.

Misterios que siempre acechan a los trabajadores de la investigación histórica. Francisqui volverá a Cuba en 1816, pero su labor es tan intensa, que quizás me obligue a extender esta crónica a una segunda parte.

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