Creado en: mayo 28, 2022 a las 08:20 am.
Un elogio oportuno a Carilda Oliver Labra en su centenario
Por Dino A. Allende González
Al centenario del natalicio de la poeta Carilda Oliver Labra, Premio Nacional de Literatura, se dedicó el espacio El elogio oportuno que, conducido por el periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa, se llevó a cabo en la Librería Fayad Jamís, ubicada en la calle Obispo 261 entre Cuba y Aguiar, del Centro Histórico habanero.
Nacida en Matanzas (1922), y fallecida en esa propia ciudad, en el año 2018, Carilda Oliver Labra es autora, entre otros libros, de los poemarios Al sur de mi garganta, Se me ha perdido un hombre, Memoria de la fiebrey Discurso de Eva; así como de los cuadernos de narrativa Con tinta de ayer y A la una de la tarde.
En este encuentro participaron los poetas Virgilio López Lemus e Israel Domínguez, quienes aportaron vivencias de su relación literaria y personal con la homenajeada. En el caso de Virgilio, recordó sus primeros encuentros con Carilda que datan de los primeros años de la década del 80 en el pasado siglo. Desde ese momento se percató del carácter diáfano de la poetisa, pues le gustaba dialogar y era muy agradable en su trato. Su estilo poético tiene una marcada ascendencia del neo romanticismo, con un ritmo poético muy cercano al de Jesús Orta Ruiz en lo que se refiere al empleo de la décima. Según sus palabras «conquista a partir del acercamiento del cuerpo y el espíritu», capaces de «despertar sensaciones en el lector». Como un ejemplo singular de su producción bibliográfica mencionó el volumen titulado Error de magia, una antología de 1998 a partir de una selección realizada por la propia Carilda de su obra, que tuvo como punto de partida el ya mencionado Al sur de mi garganta (1950) hasta algunos ejemplos de su quehacer hacia los años finales del siglo XX. Virgilio identificó como un rasgo característico de la obra de Carilda, su condición de «poeta lírica».
Por su parte, la relación Israel Domínguez con Carilda Oliver Labra surgió en el entorno cultural matancero desde el mundo del turismo; pero se consolidó con el tiempo, la asistencia a sus habituales peñas literarias y una relación personal. El especialista enfatizó en el nivel de comunicación que la poetisa era capaz de lograr con el público a través de su obra, mediante «una actitud poética ante la vida, coherente con su discurso poético, en un maridaje donde resaltaba una personalidad muy elocuente y carismática». Seguidamente aludió un elemento que muchos consideran característico en la obra de Carilda, su vertiente erótica, pero que Israel Domínguez identifica con lo que Severo Sarduy llamó erotización del lenguaje. En el caso de Carilda transcurría como una suerte de «sentido de seducción del lector y presencia de la poesía como un universo donde existen todas las cosas», teniendo como instrumento su voz, capaz de transmitir «su propia elocuencia en lo que escribe y recita». Este es uno de aspectos que fortalecen la impronta de Carilda en el imaginario poético cubano: el de «una mujer intensa, atrevida, poeta en toda la extensión de la palabra», capaz de hilvanar su obra «desde una poesía descubierta antes de ser escrita».
Los asistentes a este encuentro tuvieron también la oportunidad de escuchar varios poemas de La novia de Matanzas, recitados por su autora a partir de grabaciones conservadas en archivos sonoros. Los actores Irasema Cruz y Simón Carlos declamaron varios versos de Carilda y El Indio Naborí agrupados en una suerte de maridaje poético titulado Acuarela vitral. También asistió la cantante Leonor Zayas con un singular homenaje a Carilda en su centenario, la interpretación muy personal de Perla Marina de Sindo Garay. Además, estuvo a disposición del público el poemario Calzada de Tirry 81,antología de Oliver Labra, publicada por Ediciones Loynaz, de Pinar del Río.
