Creado en: agosto 30, 2021 a las 07:41 am.

Voto por la participación y la acción cultural de la sociedad civil

No esperaron a ser convocadas sino se convocaron a sí mismas y no por el hecho de responder a una coyuntura, más bien para seguir siendo consecuentes con el lugar, la vocación y el mandato asumidos desde que decidieron ser lo que son.

Una significativa representación de las entidades de la sociedad civil vinculadas al ámbito de la cultura, en foro abierto al análisis y la profundización de sus misiones, pero sobre todo al modo en que debían mancomunar empeños, coincidieron en acentuar su implicación en los procesos de transformación de las comunidades y aportar experiencias y saberes a las instancias gubernamentales que trabajan en la solución de problemas a escala local.

Siete fundaciones y 16 asociaciones tienen al Ministerio de Cultura y su sistema de instituciones como interlocutores en primera instancia; la mayoría rebasa los límites de la producción artística y literaria y responden al concepto más abarcador de la cultura, la que apunta a los valores materiales y espirituales de la sociedad.

Para todas ellas, su existencia, en la línea de pensamiento que sobre la base del revolucionario italiano Antonio Gramsci desarrolló entre nosotros el doctor Armando Hart, expresa la diversidad y fortaleza de los sujetos colectivos, contribuye a la continua renovación del consenso y promueve la democracia participativa.

En sus ejercicios cotidianos, no de ahora y con diversos grados de alcance, han hecho suyo el reclamo formulado por el Presidente Miguel Díaz-Canel, cuando subrayó que el mejor tiempo empleado es el que se aprovecha para trabajar con las personas, apoyarlas en la solución de sus dificultades y la transformación de su entorno, en abrir caminos y horizontes a sus aspiraciones.

Ahí está la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre a favor de la educación ambiental, o el Centro Memorial Martin Luther King Jr., de inspiración cristiana y socialista y su ingente trabajo de educación popular y solidaridad y empoderamiento comunitarios, o las redes atendidas por el Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (Cieric).

O la Sociedad Cultural José Martí, para promover no solo el conocimiento sino la irradiación social de la ética martiana, o la Fundación Nicolás Guillén, puntal de proyectos comunitarios, así como en la elaboración de propuestas de políticas públicas que permitan erradicar actitudes y manifestaciones racistas, al igual que lo hace la Fundación Fernando Ortiz, o la Uneac, que por 25 años cuenta con un activo movimiento de coordinadores al servicio de la cultura comunitaria, sumamente activo durante las últimas semanas.

Resulta energizante la contribución de jóvenes intelectuales y activistas, como los del colectivo La Tizza, cuyo compromiso se pone de relieve en las brigadas de trabajo social en los barrios.

Preocupaciones e insatisfacciones fueron ventiladas con transparencia e intensidad. No ignoraron las tensiones de una realidad caracterizada, como sintetizó Joel Suárez, coordinador ejecutivo del Centro Memorial Martin Luther King Jr., por «el rebrote y la circulación de cepas más agresivas del virus, negligencias o insensibilidades, irresponsabilidad ciudadana, fatiga pandémica, escasez de alimentos y medicamentos, la asfixia del bloqueo, un país sin apenas ingresos frente a las altas erogaciones que la situación de la pandemia exige, y medidas y transformaciones económicas que se reconocieron necesarias, pero que se implementaron en circunstancias muy adversas» y cómo «en medio de todo esto, vienen  los que aprovechan la situación desde una agenda política contra la Revolución, esa obra imperfecta, pero que tanto ha significado de paz social, y desde adentro y afuera, usan, abusan y distorsionan lo que realmente padecemos».

Lo más importante, señaló Suárez en nombre de todos, pasa por «servir, sin ningún afán de protagonismo y con la responsabilidad de actualizar en esta hora todo lo que veníamos haciendo». Es decir, hacer Revolución.

Tomado de Granma.

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