Creado en: septiembre 22, 2022 a las 02:11 pm.
Nuevo espacio de promoción literaria en la librería Fayad Jamís
Por Dino A. Allende González
En la librería Fayad Jamís, ubicada en Obispo 261, entre Cuba y Aguiar, en el Centro Histórico habanero, fue inaugurado el espacio mensual titulado El jubileo de Letras Cubanas, conducido por el periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa, que se propone homenajear a los autores pertenecientes al catálogo editorial en la fecha de su cumpleaños.
Para la apertura fue invitado el poeta, ensayista y narrador Roberto Méndez, a cargo de la selección, estudio preliminar y notas de Guerreros y desterrados. Poesía patriótica cubana del siglo XIX, así como también del volumen Plácido y el laberinto de la ilustración, este último Premio Alejo Carpentier y de la Crítica y publicadas por Letras Cubanas en 2019.
Méndez, nacido en Camagüey, en 1958, es doctor en Ciencias sobre Arte, miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua y correspondiente de la Real Academia Española. Ha publicado, entre otros, los siguientes títulos con la Editorial Letras Cubanas: Música de cámara para los delfines(poesía), 1995; Variaciones de Jeremías Sullivan (novela), 1999; Viendo acabado tanto reino fuerte (poesía), 2001; Otra mirada a La Peregrina (novela), 2007 y Ritual del necio (novela), 2010 (Premio de la Crítica Literaria 2011).
La primera parte del encuentro versó acerca del primer contacto del autor con la Editorial Letras Cubanas, al publicar su primer libro (Carta de relación (poesía), 1988) editado por Ileana Dávila y que consideró toda una experiencia. Seguidamente el invitado se refirió al trabajo con Plácido y el laberinto…, así como también con Guerreros y desterrados. En el caso del primer volumen, resultado de una beca de investigación, expresó que resultó un proceso muy difícil por las dificultades que tuvo al trabajar con las diferentes versiones de las poesías de Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), así como los diferentes criterios y valoraciones sobre este autor, pero que al final le resultó gratificante no solo por los reconocimientos que obtuvo, sino sobre todo porque consideró logrado el objetivo de señalar en sitial merecido la obra de este poeta cubano dentro del contexto poético de la primera mitad del siglo XIX.
Acerca de Guerreros y desterrados…, Méndez comentó que dicho proyecto nació a partir del interés de la Academia Cubana de la Lengua para conmemorar los 150 años del inicio de las guerras de independencia contra el colonialismo español, pero que en sus inicios se limitaba a realizar una nueva edición del conocido título Los poetas de la guerra. Finalmente fue aceptada por parte de los organizadores su sugerencia de que el mismo trascendiera hacia una propuesta novedosa que consistía en realizar una compilación de poesía patriótica cubana del siglo XIX, donde estuvieran incluidos no solo los grandes poetas que abordaron dicha temática, sino también las figuras menos conocidas e incluso las que por diferentes causas no habían publicado este tipo de obra en forma de libro; y en ese sentido reconoció la ayuda que aportaron en la materialización de este libros los también intelectuales Luisa Campuzano y Enrique Saínz.
En otro momento del encuentro, Roberto Méndez, que confesó tener “un vínculo muy fuerte con el siglo XIX cubano”, se refirió a algunas características de su obra en diferentes géneros. En ese sentido se considera esencialmente poeta, pero reconoce que ese tipo de obra requiere de un proceso de formación que no debe forzarse; le interesa mucho la prosa reflexiva, expresada en ensayos donde el autor debe expresar un punto de vista propio en forma novedosa. En lo que se refiere a su obra narrativa considera que esta nació a partir de la necesidad y para llevarla a buen término se identifica con la novela, debido a que sus trabajos narrativos son básicamente extensos, desarrollados sobre la base de una investigación exhaustiva de los contextos mediante esquemas cronológicos de situaciones, personajes y estructuras.
También el invitado comentó de modo breve sobre su labor periodística, que al parecer es el menos conocido de su labor, pues aclaró que no ha hecho una recopilación de este tipo de escritos, amén de que considera que en muchos casos la vigencia de este tipo de de materiales tiende a envejecer. Según su criterio, no se considera un “escritor natural” y sus referentes literarios son Balzac, Víctor Hugo, José Martí, Lezama Lima, Alejo Carpentier y Cintio Vitier. Considera que ha tenido la fortuna de no arrepentirse de haber escrito sus libros, cuando más lo ha observado en la distancia y en algunos casos reconoció sentirse agradecido por la acogida que el público le dispensó a varios de sus títulos y expresó que para él como autor “lo importante es saber utilizar lo mejor posible el tiempo escribiendo su obra”.
Por último y a modo de singular curiosidad, Méndez se refirió a lo que pudiera considerarse futuro proyecto literario, una suerte “Diario de la pandemia” escrito durante la etapa de confinamiento por la Covid-19 y que en su opinión resulta de difícil clasificación en cuanto al género, pues agrupa poesía, juicios sobre lecturas realizadas en ese período e incluso valoraciones sobre autores a los que releyó y en ese sentido mencionó los casos de Franz Kafka y Milán Kundera.
No resultaría exagerado afirmar que la primera sesión del espacio El jubileo de Letras Cubanas tuvo el acierto de homenajear a un autor como Roberto Méndez, que según sus palabras es algo así como “una mezcla de cosas, un clasificado, el ornitorrinco de la literatura cubana” y de este modo el público asistente pudo compartir una velada muy divertida pero también aportadora en cuanto a la necesidad de conocer a un autor que, en el contexto de esta actividad y a juicio del autor de estas líneas, logró hacer reír, pero también aportar una parte de sus conocimientos y experiencias a los participantes en este nuevo espacio de promoción cultural.
