Creado en: febrero 19, 2023 a las 11:22 am.

Benny Moré, leyenda viva de la música cubana

El Benny llegó este 19 de febrero a los 60 años de su fallecimiento, algunas grabaciones se escucharon por la radio, a Radio Progreso llevaron unas flores, en Santa Isabel de las Lajas seguramente organizaron algunas actividades y nada más.

Ni siquiera el próximo Festival de la salsa que van a celebrar el 22 de febrero lo van a dedicar al cantor cubano; bien pudieran llamar a este evento salsero «Festival Internacional de la salsa Benny Moré»; sabiéndose que el Benny fue el máximo salsero de Cuba, pues terminaba sus bailes expresando: «Se acabó la salsa».

No se trata de un cantante más, ni siquiera de un cantante genial, espectacular… Hay más: Benny Moré es el símbolo de la música popular cubana, vale decir: el alma de la cultura de esta nación, utilizando palabras del profesor Guillermo Rodríguez Rivera.

Benny sintetiza, culmina y cristaliza una era musical; posiblemente todo un siglo de música, que parte de 1850 con la definición de los ritmos nacionales. Benny es quien magnifica todo ese movimiento que dejó la huella más grande de la música popular en todo el continente americano.

Benny con Tito Puente y su orquesta en el escenario del Hollywood Palladium de Los Angeles. 1960. / Foto Chico Sesma. Tomada del libro When Tthe Drums Are Dreaming, de Josephine Powell

Es el mejor ejemplo del espectáculo musical de los sonidos tropicales, de los ritmos caribeños, de los ejemplares cantantes de masas. Que nosotros sepamos, en este mundo no existe un artista de la talla de Benny Moré. Vale mostrar las fotos del Benny en el Palladium Ballroom de Los Ángeles, en la que el público no latino observa atónito la presentación de un verdadero Bárbaro del ritmo.

En esa fecha, solamente un fenómeno como el de Elvis Presley (por otra forma musical: el rock and roll), podía comparársele. En América Latina no había nada que se le pareciera.

¿Qué aporta el Benny a la música latina?

Benny eleva la música representativa del Caribe: El son, a la categoría de clásico. Le da a la música eso que los griegos de la antigüedad aportaron a la llamada civilización: «la música de ambiente, de clima emocional, de éxtasis y frenesí colectivo».

Ese embrujo casi mágico, en esa etapa solamente lo habían alcanzado el Dámaso Pérez Prado, otro loco sublime, genio casi sobrenatural, también de Cuba. En los tiempos de fin de siglo lo rescata José Luis Cortés con NG La Banda que manda. Cortés es la figura más cercana al Benny Moré.

Pero, hay más. El Benny eleva el son a una nueva categoría, le da un brillo, un enfoque y un glamour moderno a la música cubana. Eso es muy fácil escribirlo; pero pruebe usted hacerlo a ver si lo logra. No olvide que, en la música, cambios sencillos pueden generar una auténtica revolución musical. Observe, por ejemplo: el chachachá que confeccionó –junto a otros compañeros de la música— Enrique Jorrín. Los críticos desde la platea de un teatro hacen muchos comentarios; pero, no lo olvide: hacer la música no es coser y cantar como dice la vieja frase. Detrás de una creación renovadora hay talento, genio, dones especiales que no aparecen todos los días.

Pocas veces en la música un artista llena totalmente el escenario, convierte sus presentaciones en algo hechizante, digno de mostrarse ente el mundo. Benny queda como el mito porque ni el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) llegó a grabar en rollo de película para la historia. Creo que estaba previsto para el Calón de La Tropical, unos días después del fallecimiento del cantor lajero.

Hoy pudiéramos presentar al mundo al iniciador de un estilo musical, eso que, años después los llamados salseros latinos de Nueva York pusieron de moda a costa de una música prestada de Cuba: el son y la guaracha.

Benny con Chicho Piquero, Generoso y El Negro Vivar en la trompeta. /Foto Silvio H. Alava. Tomada del libro Spanish Harlem Legacy

Yo vi al Benny Moré

Haber visto al Benny Moré es algo inefable –parafraseando a Lezama Lima–. Pues bien, yo pude ver al Benny en varias ocasiones. Lo recuerdo por primera vez, a inicios de la Revolución, calculo que sería en 1959, en el Club Biltmore (que después fue la Espa Nacional y ahora el Club Habana). Era una tarde en que el cantante estaba con su característico sombrero, organizando, desde el escenario, muy meticulosamente su actuación nocturna. Benny estaba inaugurando los llamados Círculos Sociales, heredados de los clubs de la aristocracia.  

Esa noche no llegué a verlo cantar; aunque sí pude disfrutar de su actuación en el estadio del Cerro, antes del juego de beisbol entre Habana y Almendares –yo siempre del Habana–. Aquella presentación multitudinaria fue quizás la más grande en la que participó la Banda Gigante. Esa noche las gradas se estremecieron y comprobé la fuerza del embrujo de Benny, su carisma, su estilo incomparable. Era un día de las madres y, la gente lloraba cuando el cantor le dedicada una canción a las madres.

La otra oportunidad que tuve de verlo fue a través de la televisión, desde la playa de Varadero, en aquella memorable inauguración –a petición de Fidel– de las ocho mil taquillas, una obra de envergadura que puso al alcance de todo el pueblo la maravillosa playa azul. Era tarde en la noche; pero nadie se había ido a dormir, esperando al Benny, que al fin apareció sobre la una de la madrugada, con aquella famosa canción: «Conocí la paz» (1960). Fue una presentación apoteósica, para la historia.

La última oportunidad de verlo fue en el Festival Papel y Tinta del periódico Revolución. La impresión que sentí en estas ocasiones fue que la gente lo contemplaba con asombro, nadie quedaba indiferente ante su presencia, ellos sabían que era una leyenda, el símbolo de la música cubana. Fue su última presentación en la capital. Esa noche departió en la escena con Odalys Fuentes en aquel entonces trabajaba en el doblaje del filme ¿Para quién baila La Habana?, primera coproducción entre Cuba y Praga. La actriz y modelo hizo un alto para participar de la fiesta más sonada de la capital en ese año.

Esta es la crónica por el Benny Moré, en espera de que en la capital donde el Benny fue el rey, se organice algún día el Festival Internacional de la Música Cubana Benny Moré y Radio Progreso (la emisora de la Aragón y el Benny) cuente con un programa especial todas las semanas. Un espacio donde sus familiares, amigos y músicos –en grabaciones— cuenten la gran historia de esa leyenda viva.

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