Creado en: enero 9, 2021 a las 11:08 am.

Eduardo Bernabé Ordaz: su aporte a la literatura biomédica y al periodismo científico

La prensa […] es proposición,

estudio, examen y consejo

José Martí.

En el año del centenario del natalicio del comandante, doctor Eduardo Bernabé Ordaz (1921-2006), director fundador del Hospital Psiquiátrico de La Habana (HPH), quiero evocar su sagrada memoria a través de este artículo, que sintetiza las valiosas contribuciones de ese gigante del humanismo revolucionario y cristiano al desarrollo de la literatura biomédica y al periodismo científico en nuestra plataforma insular y fuera de nuestras fronteras geográficas.

No es posible, en modo alguno, reseñar la función desempeñada por el doctor Bernabé Ordaz en el desarrollo de esas disciplinas científico-sociales, sin antes explicar qué es el periodismo y qué se entiende por periodismo científico (incluida, por supuesto, la definición de ciencia).

El Periodismo es una disciplina de las ciencias de la comunicación social, fundamentada en una sólida estructura teórico-metodológica, filosófico-ideológica y ético-humanista, y caracterizada —básicamente— por transmitir información íntegra y veraz, con objetividad científica e impecable profesionalidad. 1

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, el vocablo ciencia «procede del latín scientia y quiere decir conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas; ciencia es sinónimo de saber, sabiduría o erudición».

José Martí, cubano inmenso que escribió de cuanto tocó su sensibilidad, percibe la ciencia como un  «conjunto de conocimientos humanos aplicables a un orden de objetos, íntima y particularmente relacionados entre sí». 2 Por lo tanto, la relación periodismo – ciencia es obvia, ya que el periodismo se nutre de la ciencia, es su materia prima, mientras que la ciencia, sin el aliento vital del periodismo, muere por falta de luz.

El periodismo científico es, según el Apóstol, «poner la ciencia en lengua diaria», 3 o mejor, el vehículo idóneo para satisfacer las necesidades cognoscitivas y espirituales que experimenta la población en relación con la línea temática científico-médica. Saber-hacer periodístico, que registre, de modo conciso y muy gráfico, con un lenguaje claro y comprensible, el impetuoso desarrollo de la ciencia, la técnica y la tecnología, puestas en función del crecimiento integral del ser humano.

Con apoyo en esas concepciones científico-humanistas, el doctor Bernabé Ordaz funda, en 1959, la Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana, portavoz de los profesionales de la salud mental, cubanos y extranjeros, y ventana abierta a todas las corrientes de pensamiento científico en Psiquiatría, Psicología y disciplinas afines.

Tanto fue el impacto de ese órgano de prensa en la comunidad científica internacional, que la universidad española de Murcia4, realizó en 1984 un documentado estudio bibliométrico, que incluía los primeros 25 años de vida de la Revista…, y cuyos resultados —lamentablemente— nunca vieron la luz de la publicidad…, al menos en nuestro medio.

En las conclusiones de dicho estudio, los investigadores hispanos destacaron la función básica desempeñada por esa publicación insignia en el espectro científico-médico iberoamericano, y la consideraron como una de las revistas especializadas de mayor prestigio en Latinoamérica. 5

El también profesor emérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana hizo todo lo humanamente posible (y hasta lo imposible…, soy testigo de ello), porque la Revista … no corriera la misma (mala) suerte que corrieron otras publicaciones periódicas que desaparecieron como consecuencia de las limitaciones económicas que le impuso al indomable caimán caribeño el llamado Período Especial, «hijo pródigo» de la extinción del bloque socialista este-europeo, de la desintegración de la Unión Soviética y del genocida bloqueo yanqui contra la población cubana.

No obstante los ingentes esfuerzos realizados por el expresidente de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL) (1998-2000), para evitar su «muerte anunciada», la Revista… impresa dejó de editarse en el 2000, o sea, 41 años después de su feliz nacimiento…, mientras que, en el 2004, resurgió con renovados bríos en formato digital (www.revhph.sld.cu ), cuando ya él había sido liberado de sus funciones como director del capitalino Hospital Psiquiátrico.

Ahora bien, la Revista… no fue el único aporte del Héroe Nacional del Trabajo de la República de Cuba al desarrollo del periodismo científico y la literatura biomédica, ya que comprendió —con meridiana claridad— la función «clave» desempeñada por la prensa en la divulgación de hechos científicos de palpitante actualidad; en consecuencia, creó y dirigió la Programación de Actividades Científicas, Docentes y Administrativas (1961-2003), que incluía las desarrolladas no sólo en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, sino también en la mayoría de las instituciones de salud mental del país; el Boletín de Psicología (1978-1998), Temas de Trabajo Social (1978-1999), Boletín de Enfermería (1980-¿1991?) y Revista Grupo UNESCO de Psicoballet (de efímera duración).

En las páginas de esas publicaciones periódicas, los profesionales y técnicos de la salud mental, nacionales y extranjeros, encontraron el espacio idóneo para exponer los resultados de sus pesquisas en los campos de la asistencia, la docencia médica (media y superior) y la investigación científica… o bien para teorizar acerca de las leyes, categorías y principios en que se estructuran las disciplinas biomédicas y paramédicas.

El académico titular de la Academia de Ciencias de Cuba alternó la publicación de revistas y boletines especializados con la publicación de libros y monografías, de autores cubanos y extranjeros, para ensanchar el universo editorial del HPH.

En los primeros años de la década de los 60 del pasado siglo, el doctor Bernabé Ordaz orientó la publicación, en forma de libros, de las conferencias impartidas por los profesores soviéticos I.T. Victorov y D.N. Isaiev, quienes viajaron al archipiélago cubano para familiarizar a psiquiatras y psicólogos con el enfoque marxista en el estudio e interpretación del psiquismo humano y de las afecciones neuropsíquicas.

La publicación del  Manual de Psiquiatría, del profesor L. Kervikov y colaboradores, juntamente con la publicación de los libros Bases teóricas de los problemas centrales de la psiquiatría Bases teóricas de los problemas centrales de la psiquiatría infantil, de los profesores Victorov e Isaiev, respectivamente, dio vía libre al despegue de la literatura científico-médica antillana.

En un lapso de casi cuatro décadas, el HPH publicó 31 libros y 12 monografías, que enriquecieron, sustancialmente, la literatura especializada caribeña y latinoamericana.

Entre esas obras de indiscutido valor científico se encuentran los tres Glosarios Cubanos a la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales, así como los valiosos aportes de los doctores Ricardo González Menéndez, Guillermo Franco Salazar, Ricardo Cabanas Comas, Rafael Larragoiti Alonso, Rolando Valdés Marín y Luis Sastre Sisto, entre otros, al desarrollo de sus respectivas especialidades biomédicas.

Entre los autores extranjeros, se hallan los profesores A.R. Luria, L.S. Vygotsky, B.W. Zeigarnik, B.S. Bratus, P.V. Bunazen, V. Bassin y A. Katzenstein, cuyos libros recogen el palpitar de la psiquiatría y la psicología soviéticas; por consiguiente, constituyen un valioso referente teórico-conceptual y metodológico para estudiar, desde una óptica desprejuiciada, la historia de esas disciplinas científicas en la antigua URSS.

El único insular propuesto, en su tiempo, a los Premios Nobel de la Paz y de Medicina, se consagró en cuerpo, mente y alma al desarrollo del periodismo científico y la literatura biomédica en la mayor isla de las Antillas; incondicional entrega que, por su honda significación, no puede resumirse en un artículo periodístico. Por ende, no cabe duda alguna de que la prensa especializada se halla en eterna deuda de gratitud con esa figura cimera de la psiquiatría y la psicología iberoamericanas.

El miembro de honor de las sociedades cubanas de Psicología de la Salud y Psiquiatría supo ver en el periodismo científico y en la literatura biomédica una fuente inagotable de ética, humanismo y espiritualidad; valores que él cultivó, con sencillez y humildad, hasta que, satisfecho consigo mismo por haber cumplido su misión en la tierra, fue a encontrarse con la Heroína de la Sierra y el Llano, Celia Sánchez Manduley (1920-1980), hermana de ideas y de lucha, para dormir el sueño de los justos en los amantísimos brazos del Espíritu Universal,leitmotiv en la obra poético- literaria y periodística del Apóstol.

Notas

  1. Dueñas Becerra, Jesús. «Psicología y Periodismo». Rev. Cub. Psicol. 2002; 19 (2), pp. 160-163.
  2. Martí José. Citado por Jorge Sergio Batlle. José Martí: aforismos. La Habana: Centro de Estudios Martianos, 2004: pp. 73-74.
  3. Ídem.
  4. Universidad de Murcia. Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana (1959-1984). Estudio bibliométrico. Murcia, España: Universidad de Murcia, 1984 (impresión ligera).
  5. Ídem.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *