Creado en: abril 28, 2022 a las 08:47 am.
El Apóstol y El Indio Naborí (+Video)
El escritor cubano Jesús Orta Ruiz no solo dedicó poemas a José Martí, sino también estudió la influencia del pensamiento del Apóstol en la poesía popular. A la conexión entre ambos intelectuales se rindió homenaje en la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), mediante dos paneles dedicados al centenario del Indio Naborí y los 140 años de Ismaelillo.
De poeta improvisador a movilizador de espiritualidades
El panel moderado por el crítico literario Virgilio López Lemus y conformado por el periodista Pedro Péglez González, el ensayista Fidel Orta Pérez y el narrador Juan Nicolás Padrón, abordó diferentes facetas de autor de Entre y perdone usted.
Lo definieron como el poeta de la justa belleza, rompió estructuras elitistas con ese don de conmover después de conmoverse.
«No bastaba con ser un escritor intuitivo, sino aprender las leyes de la métrica, la calidad rítmica del texto y enriquecer el vocabulario. Él y Francisco Riverón Hernández convirtieron la décima popular en una estrofa de la poesía neopopularista. El Indio dejó gradualmente de ser un improvisador para convertirse en universitario, periodista, cronista durante la invasión de Playa Girón y un extraordinario poeta de lo social», comentó el ensayista Virgilio López Lemus.
En su talento para la improvisación radica el germen de la magia de Jesús Orta Ruiz, así lo considera su hijo, el escritor y guionista de cine Fidel Orta Pérez. Naborí fue un poeta polifónico que, como Nicolás Guillén, nunca abandonó las raíces nutricias de la identidad cubana. Su madurez de alma, producto de difíciles y dolorosos episodios de su vida, la canalizó en elegías, sonetos, poesía íntima y política, entre otros géneros.
Como apuntó el investigador Juan Nicolás Padrón, El Indio realizó uno de los mejores estudios sobre el criollismo, el siboneyismo, la poesía gauchesca y el pensamiento del Héroe Nacional de Cuba en la poesía popular.
Su rasgo por excelencia fue la humildad y la sencillez. Eventos como la Jornada Cucalambeana en La Tunas y otros espacios deben su existencia al entusiasmo y apoyo de Jesús Orta Ruiz. Para el poeta Pedro Péglez, el entorno donde creció El Indio Naborí fue determinante en su formación como ser humano: «dio pie a su solidaridad humana y su inclinación por las buenas causas. Ya no era su capacidad de convocatoria, sino su nivel de movilización de espiritualidades con todo aquel que intercambiara pensamientos e ideas».
Una historia de amor entre un padre y su hijo
La poetisa Caridad Atencio, la investigadora Alicia Abascal y la ensayista Carmen Suárez debatieron sobre la importancia de Ismaelillo en el universo literario de José Martí.
El volumen publicado en 1882 denota la madurez del pensamiento del Apóstol y su capacidad para dialogar con el lector, provocarlo. Cansado de leer tantas historias de amor con mujeres, el Héroe Nacional decidió inmortalizar la suya con su hijo.
Dicho texto, uno de los libros fundadores del modernismo hispanoamericano, como recalcaron las especialistas, destaca por un lenguaje novedoso donde convergen las técnicas de redacción francesas y la tradición española.
Como parte del encuentro, la Sección de Literatura para Niños y Jóvenes de la UNEAC, entregó el premio La Rosa Blanca a Cuatro amigos, del escritor Nelson Simón, y A Puerto Blanco, de Carlos L. Zamora, en las categorías de literatura infantil y juvenil respectivamente.
Las ilustraciones de los libros Lazarito y el mar, de Osvaldo Pestana Montpeller (Montos), Dariee Borges y Noel Cabrera Fernández, así como El conejo que vivía en un sobrero, de Celina Bernal García, y Madame Butterfly, de Osvaldo Chong y Ernesto Chávez, resultaron ganadoras también del certamen.
La Feria Internacional del Libro de La Habana hizo posible este nexo entre dos voces imprescindibles de las letras cubanas
