Creado en: enero 28, 2021 a las 08:03 am.

El Martí en miniatura que refleja su colosal esencia

Elena Arévalo Guevara multipremiada en eventos de arte en miniaturas auspiciados por la filial espirituana de la Sociedad Cultural José Martí/Foto de la autora.

Elena Arévalo Guevara es una mujer dotada de una sensibilidad artística capaz de llevar a escalas diminutas lo que por esencia es inmenso.

Hace más de treinta años ensartó por primera vez la aguja para tejer su historia de artesana. Las últimas páginas que inmortalizan su quehacer dan cuenta de su pasión por la vida y obra del Héroe Nacional, sentimientos que le han llevado a reflejar ideas martianas en sus más singulares creaciones.

Hace unos días, en la sede de la filial espirituana de la Sociedad Cultural José Martí, ubicada en el centro histórico de la Cuarta Villa de Cuba, la también presidenta de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) en predios yayaberos, expuso ante ojos absortos su auténtica obra El Martí, durante el XIV Salón José Martí, la ecología y las artes, que cada año se dedica al apóstol, a través de una exposición de obras en miniaturas.

Obra El Martí de la artesana Elena Arévalo Guevara que fue galardonada en evento de Arte en Miniatura dedicado al Apóstol/Foto de la autora.

¿Qué mensaje transmite esa pieza?

Es la figura de José Martí sentado encima de una piedra. Está confeccionada con la técnica de amigurumi. Tiene dos centímetros de altura. Lleva su traje de color negro, y traté de que no faltara ninguno de los elementos que distinguieron la personalidad y el físico del Héroe Nacional.

Está rodeado por la naturaleza, esa que le deslumbraba, y a la que aconsejaba estudiar y aprender a manejarla como la manera más derecha de resolver los problemas sociales.

En esta obra se le ve a Martí pensando, meditando acerca de la Ecología, del Medio ambiente, porque como siempre dijo “la naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece, y prepara para la virtud al hombre”. Ese es mi mensaje también.

¿Por qué escoges al más universal de los cubanos para reflejarlo de maneras disímiles en tus obras de arte en miniatura?

Siempre tuve el deseo y la necesidad de llevar al Héroe Nacional a mi trabajo, y el encuentro que se celebrade cada enero en la Sociedad Cultural José Martí, me ofreció esa posibilidad.

Admiro el arte en miniatura, y junto con la importancia que le atribuyo a la obra martiana, fue lo que me inspiró a participar en este certamen y de esa forma romper lo tradicional del amigurumi trabajado, casi siempre, para el público infantil, con la idea de crear muñecos u otros objetos. El Martí es una obra que da más vida, y otra dimensión al trabajo que realizamos.

En el último lustro son varios los personajes creados por la pluma del maestro que las manos de Elena Arévalo han desprendido de los libros para mostrarlos en pequeña escala, sin perder su gigantesca dimensión. ¿Qué obras artesanales de tu autoría traducen el pensamiento martiano?

Me he acercado a José Martí a través de varias técnicas. En una oportunidad fui premiada con la obra Los zapaticos de rosa, con la técnica del frivolité. Incluso, esa pieza se mostró en la Casa Natal de La Habana y fue bastante aplaudida.

Los zapaticos de rosa que menciona Martí en sus versos confeccionados por la artesana espirituana en escala diminuta/Foto de la autora.

También el frivolité me ayudó a crear, en un formato más pequeño, la imagen de Pilar junto a su mamá. A la protagonista de Los Zapaticos de rosa no le faltaron sus elementos, tal como la describe el poeta en sus reconocidos versos. Lleva el aro, el balde de color violeta, y la paleta.

En una oportunidad bordé la imagen de Martí, junto con uno de sus pensamientos, o mejor dicho, la mitad de su rostro. El año pasado, a través de la técnica del amigurumi confeccioné a Nené traviesa, sentada en el suelo con un libro abierto. Esa pieza también tuvo mucho impacto en el público.

¿Qué te animó a incursionar en esta práctica después de tanto tiempo apegada a lo tradicional combinado con lo contemporáneo?

Desde que comencé a tejer, la miniatura fue algo que me llamó la atención. Me gustaba trabajar bien pequeñito todo, y enseguida que conocí del movimiento miniaturista me incorporé a él, y más que un gusto ha sido un reto.

¿En qué otros eventos tus obras han robado miradas complacidas?

Soy miembro de la ACAA, y todos los años hacemos el Salón Crearte, y ahí he obtenido otros premios. También en la Feria de Arte Popular, en la Semana de la Moda que se realiza en La Habana, y eso ha sido con diseños y confecciones.

Diseños textiles, por ejemplo, camisas. A esas confecciones les incorporo técnicas tradicionales, pues prefiero trabajar lo tradicional sobre lo contemporáneo. Me gustan los tejidos. Algunos me preguntan por qué las camisas de hombre con tejidos, y es que yo trato de que el tejido no sea visto como algo privativo del sexo femenino.

Pilar, uno de los emblemáticos personajes creados por Martí es llevada al arte en pequeña escala /Foto de la autora.

En tiempos de pandemia las manos de Elena Arévalo Guevara no dejaron inmóviles a las agujas, y mucho menos a sus ideas creadoras, asegura la avezada artesana, quien tiene muchas ideas por materializar.

“Durante los días en que tuvimos que quedarnos en casa por la COVID-19, me dediqué a la creación, a enseñar. Sí, porque, de cierta forma, siempre tengo algún discípulo o algún aficionado al tejido y se me acerca para que le enseñe”.

“No he podido dar talleres como antes por lo del distanciamiento físico debido al nuevo coronavirus que nos ha estado golpeando, pero no he dejado de enseñar, y mucho menos de crear”.

La cultura y el arte, para Elena están estrechamente ligados con la historia ¿Por qué lo aseguras, en tu caso?

Siempre hay que conocer sobre la historia de lo que una escoge para tema de su creación. Creo que no es crear, por crear. Es importante estudiar, buscar, indagar, profundizar y sobre todo en este tema del amigurumi hay que buscar para hacer una mejor caracterización del personaje e ir a los detalles específicos.

Elena Arévalo Guevara, desde el arte, le da vida a la obra del Apóstol. Entrelazando hilos y colores para dar a luz sus diminutas piezas, revela la grandeza de un hombre universal, del que aún queda mucho por aprender.

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