Creado en: octubre 29, 2022 a las 09:49 am.

Una mujer que escribe todos los días

La narradora, poeta y guionista de radio y televisión Olga Marta Pérez, Premio Nacional de Edición,  fue la invitada, en ocasión de su aniversario 70, del programa Libro a la carta, a cargo del periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa, que se realizó el pasado jueves 27 de octubre, en la Librería Fayad Jamís, en Obispo 261, entre Cuba y Aguiar, en La Habana Vieja.

Autora de una amplia obra para niños y jóvenes, tanto en prosa como en verso, Olga Marta Pérez ha creado los personajes Maga Maguísima, Pilar de Espuma y Papatino y Mamagorda, protagonistas de conocidas historias que enriquecen el catálogo editorial cubano para los pequeños. En su bibliografía, integrada por más de una treintena de títulos, aparecen el poemario Entre la luna y el agua, el cuaderno de cuentos Palatino y Mamagorda y la noveleta Las sombras andan solas. Entre otros reconocimientos, Olga Marta Pérez –nacida en Matanzas, en 1952– ha recibido, por su obra literaria, los premios Pinos Nuevos 1994 y Aniversario de la Revolución 1995; así como el Premio del Concurso de Radio del Caribe 2007, por el guión del programa para niños La Maga Maguísima, de Radio Metropolitana. Vinculada, desde 1980, al mundo editorial cubano, ha laborado en las editoriales Orbe, Gente Nueva, Abril, Capitán San Luis y Unión –como directora durante casi veinte años– y ha colaborado con los sellos Letras Cubanas, Caminos, Libresa, Ocean Press e Isla Negra Editores.

La conversación entre Olga Marta Pérez y su anfitrión transcurrió en el inicio en un acercamiento al momento en que esta sintió la necesidad de escribir literatura, que según expresó se inició desde su etapa universitaria en la Facultad de Letras de la Universidad de La Habana. Posteriormente trabajaría desde 1980 en la Editorial Orbe y tras el cierre de esta se incorporó a la Editorial Gente Nueva, espacio donde ampliaría el contacto con la literatura para niños y jóvenes, temática que ha trabajado en su amplia bibliografía.

Acerca del trabajo del editor, comentó que en el caso de Cuba los editores son una creación de la Revolución Cubana y en ese sentido poseen un conjunto de características que los diferencian del resto  de sus colegas en el mundo, al tener la posibilidad de obtener un conocimiento universal sobre disímiles ramas del saber, que se va sedimentando en función de la necesidad que debe tener el editor de incorporar ese contenido al devenir del oficio, sin dejar de reconocer el rol fundamental de los autores. En ese sentido comentó algunas de sus experiencias en las editoriales Gente Nueva y Unión, lugar este último donde, según sus palabras: “Cumplí el sueño de cualquier editor en cuanto a publicar y salvar contenidos de importantes autores como la papelería de Eliseo Diego y José Milián entre otros muchos, la amistad con los colegas, el cuidado de ediciones valiosas, enriquecer los catálogos de la editorial y reeditar obras imprescindibles”. Con respecto a las condiciones necesarias para desenvolverse como editor, expresó que lo principal está en “lograr entrar en ese mundo del que es muy difícil salir, no terminas de aprender nunca, amar este oficio y ser valiente, pues a fin de cuentas es un trabajo que vale la pena”.

Respecto a las características de su obra como autora, sobre todo en el abordaje de las temáticas para niños y jóvenes y en la literatura policial a partir de su contacto con la Editorial Capitán San Luis, donde algunos de sus personajes del mundo infanto juvenil se desenvuelven en ese terreno, comentó que es en el que se siente más cómoda y divertida. Por otro lado, si bien reconoce que por lo general el trabajo como editora no influye en su obra, siempre trata de buscar el criterio de otros colegas respecto a sus textos; y con respecto a su criterio acerca de que ella considera es un libro, lo identificó como “una puerta que se abre o cierra según los momentos y circunstancias, por placer u obligación”. Sobre la perspectiva de la permanencia del libro en sus diferentes formatos -digital e impreso- explicó que en su acaso ha encontrado la posibilidad de poder asumirlos en diferentes maneras, sobre todo porque desde su punto de vista, más allá de la forma en que este se conciba “en el desarrollo civilizatorio un libro es algo extraordinario, el apunte que recoge la historia del alma humana, o lo que ha ocurrido en la historia a lo largo del tiempo”.

La más reciente edición de Libro a la carta mostró una vez más la valía de este tipo de espacios de promoción cultural, destinado a homenajear a personalidades de la cultura que han desarrollado una obra  de valía que avala en su paso por la vida, y que en el caso de Olga Marta Pérez pudiera condensarse en su respuesta a la pregunta que habitualmente realiza Fernando Rodríguez Sosa a sus invitados, relacionada con quienes son ellos desde su mirada: “Una mujer que escribe todos los días”.

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