Creado en: julio 19, 2021 a las 11:43 am.

A 60 años de «Palabras a los Intelectuales». Circunstancias confluyentes

Por Antonio Ramón Barreiro Vázquez (Investigador del Instituto de Filosofía. Doctor en ciencias filosóficas, Profesor e Investigador Titular)

Palabras a los intelectuales, es el título con el cual fue bautizada la intervención del Comandante en Jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, al clausurar la reunión que tuvo lugar en Biblioteca Nacional José Martí, el 16, el 23 y el 30 de junio de 1961, en la que participaron representantes de la intelectualidad y la dirección del país.

Este año arriba a su Aniversario 60 y el destino ha querido que no solo festejemos esa efeméride de la cultura cubana, sino que la vida misma de la nación corrobora su actualidad y vigencia. Las generaciones que no pudieron participar de ese histórico encuentro, ni vivir, sufrir y disfrutar los primeros años del triunfo de la Revolución, han tenido que atravesar por un 2020 en el que las furias de la naturaleza, unidas a los cambios que se desarrollan en el país, han sido aprovechados por el imperialismo estadounidense para generar sucesos que nos emparentan con algunos de los que conformaban el ambiente de la naciente Revolución.

Primeros años

Cuba vivía la efervescencia del triunfo, el ritmo de radicales transformaciones, propias de una genuina revolución, era bien alto y abarcaba todas las esferas de la vida de la sociedad, a estas se le adicionaban agresiones, planes y operaciones subversivas de todo tipo.

Uno de los primeros temas de ataque a la Revolución que asaltaba y se hacía del poder fue el de la “justicia revolucionaria”, “las ejecuciones de los partidarios de Batista”. A los asesinos y torturadores los presentaban como opositores políticos derrotados. Semblanzas en la prensa, programas de radio y hasta temas musicales manipulaban la opinión internacional. [1] Al no tener fuerzas en las que apoyarse trataban de identificar posibles fuentes para conformarlas.

“No hay oposición activa y abierta al gobierno provisional, ni al Movimiento ’26 de julio’ en la actualidad. Hay varias fuentes de oposición potencial.

“…Otro grupo potencial de oposición se encuentra dentro de los intelectuales y personas de clase media…. Los intelectuales y partidarios de la clase media han comenzado a tener dudas y reservas privadas sobre Fidel y su Movimiento.

“La Iglesia Católica también debe ser mencionada entre los posibles grupos oposicionistas”.[2]

Por supuesto, los artistas e intelectuales estarían en el centro de la mira. Por otra parte, representantes eclesiásticos de la Iglesia Católica, no solo empleaban sus púlpitos para enfrentar la naciente Revolución.

Desde temprano comenzaron las agresiones a la economía con presiones de diverso tipo, empleando como anzuelo la cuota azucarera, afectar la venta de azúcar a los Estados Unidos, principal fuente de la economía de la isla y hasta incendiando cañaverales con ayuda de incursiones aéreas contra el territorio nacional y el fomento de actividades contrarrevolucionarias.

Cada una de las leyes revolucionarias, en particular la Ley de Reforma Agraria, fueron duramente atacadas. La propaganda diseñada trataba de hacer ver cualquier medida que dispusieran los EE.UU. respecto a Cuba era responsabilidad de la Isla y no de ellos. En secreto diseñan y llevan a la práctica el “Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”.

“1. Objetivo:… lograr la sustitución del régimen de Castro por uno que responda a los verdaderos intereses del pueblo cubano y sea más aceptable para los Estados Unidos, de manera tal que se evite cualquier asomo de intervención estadounidense…

“2… El programa contempla cuatro grandes cursos de acción fundamentales:

“A. El primer requisito es la creación de una oposición cubana responsable, atractiva y unificada al régimen de Castro, que se declare públicamente como tal y por lo tanto necesariamente ubicada fuera de Cuba,…

“B. Para que la oposición sea escuchada y la base de Castro de apoyo popular socavada, es necesario desarrollar los medios para la comunicación masiva al pueblo cubano para que se pueda iniciar una poderosa ofensiva propagandística en nombre de la oposición declarada[3]

A la oposición le redactan y establecen su programa político. Como lema le preparan el de: “Restaurar la Revolución”. Esta expresión, por si sola, permite ver que al haberse erigido en un símbolo potente y con gran apoyo popular no podían echarla a un lado, sino que debían, al menos dar la apariencia de su preservación. Por supuesto también seleccionan las tramas sobre las cuales organizar, presentar y producir los materiales de propaganda.

En documento anexo incluye las ideas que, a lo largo de la guerra política contra Cuba, han sido recurrentes:

“a.   Que el régimen de Castro es una nueva dictadura…

“b.   Cuba tiene el derecho a un gobierno democrático y honesto, basado en elecciones libres. No existen esperanzas para esto mientras que Castro ahogue los derechos de los legítimos partidos políticos y de la libertad de expresión.

“c.   Se debe poner en práctica un programa realista de reforma agraria en favor de la propiedad privada.

“d.   Se deben restaurar las libertades individuales y se deben eliminar el colectivismo en el comercio y la educación.

“e.   Se debe eliminar la influencia chino-soviética en los asuntos de Cuba” [4]

La contrarrevolución armada se fue conformando en todo el territorio nacional. De estas, la más conocida fueron los “alzados del Escambray”. Estas recibían ayuda, de todo tipo, directamente desde los Estados Unidos.

En este mismo período se concibe y ejecuta la “Operación Peter Pan”. El 26 de octubre de 1960, a las 8:00 p.m., a través de las ondas de la emisora Radio Cuba Libre (Radio Swan), se transmitía por primera vez el siguiente mensaje:

“¡Madre cubana, escucha esto! La próxima ley del gobierno será quitarte a tus hijos desde los cinco años hasta los 18 años. ¡Madre cubana, no te dejes quitar a tu hijo! Es la nueva ley del gobierno (…), cuando esto ocurra serán unos monstruos del materialismo. Fidel se va a convertir en la madre suprema de Cuba”. [5]

Durante varios meses, de forma reiterada, transmitieron este y otros mensajes similares, como “¡Atención cubano! Ve a la iglesia y sigue las orientaciones del Clero”.[6]

Como no lograban cumplir con el objetivo propuesto, con frentes abiertos en diversidad de terrenos: económico, político, diplomático, propagandístico, psicológico, cultural; ni con las bandas de alzados, se lanzaron a la que consideraron como medida definitiva: la invasión mercenaria por “Bahía de Cochinos”.

Al sufrir la primera derrota del imperialismo en América, instrumentan la “Operación Mangosta”. Esta debía culminar con otra intervención militar a la Isla, esta vez con la participación de las tropas de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Su realización total se previó hasta octubre de 1962. Pero antes de llegar a ese estadio se proponen como vía ideal la de derrocar al régimen comunista desde dentro e instituir un nuevo gobierno con el que Estados Unidos pudiera vivir en paz. Ello se realizaría mediante la gestación de revueltas y levantamientos internos. Serían el resultado de la combinación de varios factores, entre ellos: incrementar la guerra económica, que aumentaría el sufrimiento del pueblo cubano y presentar el estado del país como el fracaso del régimen comunista, que no puede abastecer las necesidades económicas de país.

“El momento culminante de la revuelta vendrá de una reacción airada del pueblo a una acción del gobierno (chispa por un incidente), o de una fractura del grupo de liderazgo dentro del régimen, o ambos. (Un objetivo importante del proyecto debe ser lograrlo.) El movimiento popular capitalizará este momento climático iniciando una revuelta abierta. Las áreas serán tomadas y retenidas. Si es necesario, el movimiento popular pedirá ayuda a las naciones libres del hemisferio occidental. Los Estados Unidos, si es posible en concertación con otras naciones del hemisferio occidental, darán apoyo abierto a la revuelta del pueblo cubano. Dicho apoyo incluirá la fuerza militar, según sea necesario.” [7]

Por su parte en la apreciación que realizaba la CIA llegaba a la “conclusión de que su papel realista será crear la ilusión de un movimiento popular que gana apoyo exterior y ayudar a establecer un clima que permitirá actos provocativos en apoyo a un cambio hacia una acción abierta…”[8]

Esta Operación incluye treinta y dos tareas, las que agrupan por áreas, con responsables y fechas de cumplimiento. Las primeras son de inteligencia y le siguen: las políticas, económicas, psicológicas y para la acción militar.

Entre las tareas a implementar, en el entonces también nombrado “Proyecto Cuba”, estaba la de: “Crear símbolos musicales y visuales para expresar sentimientos antirrégimen”. Para ello indicaban: “Proporcionar expresiones pegadizas de resistencia popular contra el régimen comunista” y hasta lo ejemplifican de la siguiente forma: “Nuevas palabras para una canción favorita, una nueva melodía, un símbolo visual para la pintura en la pared, un símbolo de mano tan fácil de hacer como ‛V para la victoria’, son los tipos de expresiones buscadas.” Y se le indicaba a la USIA (United States Information Agency), entidad gubernamental encargada de la actividad propagandística para el exterior, que le debería pedir ayuda a la CIA, (Central Intelligence Agency) por disponer de experiencias previas. [9]

En Cuba, al pueblo movilizado se le entregaban las armas para la defender la Revolución, luchar contra los bandidos, custodiar las empresas e instituciones, enfrentar la contrarrevolución en todos los terrenos y evitar que continuaran los petardos y los incendios de entidades. Se les erigió en propietarios de las empresas y la tarea de hacerlas producir, aún cuando especialistas e ingenieros emigraban. Se convocaba a los médicos a enfrentar la situación creada por el éxodo de galenos y la necesidad de la formación de las nuevas generaciones.

Al mismo tiempo, que se combatía con las armas en la mano, un ejército de niños, jóvenes y adultos se desplegaron, por todo el país, con la noble misión de la alfabetización. Se organizaban y creaban instituciones culturales, entre ellas: el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, la Casa de las Américas, la Orquesta Sinfónica, la Imprenta Nacional, el Ballet Nacional de Cuba y otras. Se concluía la construcción del Teatro Nacional. La Biblioteca Nacional “José Martí”, ya existente, iniciaba un nuevo período, ahora de cara al pueblo y con atención del gobierno. Se iniciaba la formación de instructores de arte, la fundación de escuelas para formar artistas, la refundación del sistema de enseñanza general y profesional.

En ese ambiente, en el que ya se había declarado el carácter socialista de la Revolución, el 16 de abril de 1961 y que contingentes del pueblo uniformado fueron a combatir y a morir en las arenas de Playa Girón, latían infinitud de preocupaciones, miedos, cuidados, unidos a alegrías, esperanzas y sueños que podían ser alcanzados. Estos también afloraban en reuniones de artistas e intelectuales. En estas se producían confrontaciones, se evidenciaban visiones diferentes, divergentes sobre diversos temas y también en las proyecciones. En mayo de 1961 se prohíbe, por parte del ICAIC, institución cultural creada recientemente por la Revolución, la exhibición masiva de un documental con el título PM (Pasado Meridiano). Este suceso hizo detonar las preocupaciones latentes en el sector artístico y literario.

“Ante las inconformidades surgidas con la censura de PM, se convocó a una reunión con un grupo de artistas y escritores el 31 de mayo en la Casa de las Américas, pero luego de acaloradas discusiones no se llegó a conclusiones definitivas”[10]

Fidel, que desde hacía tiempo había querido realizar una reunión con artistas e intelectuales, solicita al Consejo Nacional de Cultura convocar un encuentro en el que estuvieran representadas todas las tendencias.

Si se revisan los números de la revista Bohemia de julio de 1961, mes en el cual fue publicada “Palabras a los Intelectuales”[11] de forma íntegra, se pueden encontrar artículos que brindan una panorámica de la vida de la sociedad cubana de entonces. Los cuarteles convertidos en escuelas, alfabetizadores por todo el país, la zafra en marcha, construcción de viviendas, desfiles de milicianos, lo acaecido en Girón, o en el Moncada, la presencia de la Central de Trabajadores de Cuba en multitud de reuniones en las que se debaten temas de interés de la nación, las mujeres en la Revolución, los círculos infantiles, así como los preparativos para la visita del Yuri Gagarin.

También aparecen varios artículos sobre los países socialistas. En ellos se destacan sus logros, entre ellos se resaltan los alcanzados en las esferas de la educación, la ciencia y la cultura. Otros fundamentan que, para Cuba, no había otra salida que el socialismo, o se adentran en desentrañar las relaciones entre el marxismo y la teoría universal del cine. Aparecen reportajes sobre visitas a la URSS de delegaciones culturales, por ejemplo, la encabezada por Armando Hart, entonces ministro de educación y Haydée Santamaría, presidenta de Casa de las Américas.

Y no faltan los que denuncian las amenazas y agresiones contra Cuba. La derrota en las arenas de Playa Girón los hirió profundamente, el orgullo yanqui había sido mancillado. Las provocaciones, ofensas y acciones contra Cuba se multiplican. Algún que otro artículo, no solo aborda la agresión directa, sino también muestran algunas de sus repercusiones. Por ejemplo, la imprescindible movilización de cientos de obreros y campesinos para la defensa del país y su afectación directa a la zafra, tanto por la reducción de macheteros, como de trabajadores de los centrales azucareros. Otros revelan ejemplos de manipulación de la opinión pública internacional, con la aparición en la prensa estadounidense de relatos en los que pintan al pueblo de Cuba como subalterno y pasivo. Otros confirman que el bloqueo no solo incluía alimentos, equipamiento, piezas de repuesto y combustibles, sino que llegó hasta la prohibición, de la entrada al país, de medicamentos provenientes de los Estados Unidos.

Las consignas para la movilización del pueblo, convocando a su participación en el acto y concentración popular por el 26 de julio de 1961, dan una idea de las tensiones de esos años:

  • iCubano!: todos a la Plaza José Martí el próximo 26 de julio: a decir PRESENTE a la nueva agresión yanqui!
  • ¡El pueblo de Cuba no se rendirá ante las agresiones del imperialismo!
  • Ni la falta de manteca, ni las nuevas invasiones nos harán rendir.

Estas pinceladas intentan esbozar el marco en el que tuvo lugar la reunión entre los intelectuales y la dirección del país. Este mantiene puntos de contacto y tensiones sistemáticas con las cuales han tenido que convivir las generaciones de la Revolución. El entorno, que se ha tratado de componer a 60 años de “Palabras a los Intelectuales” es similar, pero en estos momentos, el pueblo, sus artistas y el gobierno, tienen la experiencia que entonces no tenían y que se ha fraguado en diversidad de combates y estratagemas.

Transcurridos 60 años…

Una y otra vez tratan de componer incidentes, ultrajan símbolos nacionales como: Martí, el Che, la bandera de la estrella solitaria y hasta la consigna de ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos! A algunos de sus actores los presentan como artistas, a otros, domados por la “Jaula Invisible”[12], los hacen emplear las apariencias que conceden los formatos en los que se crea y se difunden obras musicales, para presentarlas como obras de arte. Su cotización está a mano en varias fuentes, acceso al mercado del arte, a disqueras, el visto bueno de representantes y propietarios.

Otra de las vías la derivan de los denominados niveles de aceptación fabricados con un “me gusta”, que se otorga con un solo teclazo o al número de visualizaciones y descargas del video promocionado en las redes digitales. “Casualmente” aparecen, de forma invariable, en las noticias o historias para leer de Google. De cada diez, al menos una tiene como tema condenar o desprestigiar algo de Cuba. Estas se hacen acompañar de modas, recetas, alguna noticia internacional y otra aportada por fuentes del país. Esta última, como norma, de sucesos que no ocupan, en los medios nacionales, los titulares de portada. Las de corte subversivo sobresalen por su presentación, en particular las que tienen como objetivo acusar al gobierno o a instancias de poder, como la policía. Estas se concentran en componendas de persecución, golpes, censura y cárcel o en las largas colas y el desabastecimiento, frente a reuniones de dirigentes con suculentas mesas en las que el espacio ocupado por micrófonos es sustituido, con ayuda de programas de fotografía profesionales, por sendas bandejas de manjares y bebidas. Un espacio especial se destina a la promoción y construcción de “disidentes”, convertirlos en celebridades, promocionando sus nombres y “causas”. Este es cuidadosamente elaborado, títulos sugerentes, fotos llamativas que logren llamar la atención. Por otra parte no caducan a las 24 horas, sino que se reiteran muchos días y si son de su interés son reemplazadas por otras que le dan continuidad.

Cada clip es convertido en un indicador. A la vez los totales son presentados, de forma intencionada, como si todos fueran de aprobación y acompañamiento o de evaluación de la calidad artística, tan deteriorada en la actualidad por las industrias culturales del imperio. A ello se le suman “premios” que se otorgan de forma inmediata, a la semana de estar en la red, con la escusa de ser de los más seguidos.

El imperio continúa tratando de crear “una oposición cubana atractiva”. Con ayuda del medio de comunicación masiva del momento, las redes digitales, realizan su “poderosa ofensiva propagandística en nombre de la oposición declarada” A estos grupúsculos e individuos le ponen en boca los términos a emplear, los mismos de hace 60 años: el “régimen” cubano es una “dictadura”, “Cuba tiene derecho a un gobierno democrático y honesto”, “restaurar las libertades individuales”, “No a la censura”, “libertad de expresión y creación”, entre otros. Con ello tratan de desacreditar a la Revolución y a sus dirigentes. Por otra parte, posicionan la idea de que la “mayoría” de dentro y de fuera del país se enfrentan al gobierno. Con estos recursos pretenden “crear la ilusión de un movimiento popular que gana apoyo exterior.” Lo anterior se hace acompañar de componendas que recurren a la construcción o empleo de “símbolos musicales y visuales para expresar sentimientos antirrégimen”, con “expresiones pegadizas de resistencia popular”. Hacen todo lo que está a su alcance para gestar la deseada “chispa” que genere el añorado “incidente”.

La Revolución cubana, en estos 60 años, ha gestado toda una revolución cultural. Cuenta con un pueblo instruido, informado, que participa de la gestión de su gobierno, el que propicia la consulta y realiza plebiscitos populares y trasparentes. Un ejemplo de ellos fue la consulta popular al que fue sometido el Proyecto de Constitución de la República.

Entre el 15 de agosto y el 15 de noviembre del 2018 se celebraron unas 133 mil 681 reuniones para el debate del anteproyecto, con una asistencia de 8 millones 945 mil 521 personas. En dichas reuniones se realizaron un millón 706 mil 872 intervenciones, de ellas 783 mil 174 propuestas. [13]

Por otra parte, los datos del referendo popular para la aprobación de la nueva Constitución de la República, son fuerte evidencia del apoyo mayoritario con el que cuenta la Revolución.

“La nueva Constitución de la República de Cuba fue aprobada popularmente con el 86.85 por ciento de los votos emitidos… En el referendo, 7 millones 848 mil 343 cubanos acudieron a los colegios para decidir (sí o no) sobre el nuevo texto constitucional. Del total de boletas depositadas en urnas, 7 millones 522 mil 569 fueron válidas (95.85%), 127 mil 100 nulas (1.62%) y 198 mil 674 en blanco (2.53%)… 6 millones 816 mil 169 electores votaron SÍ (86.85%) y 706 mil 400 optaron por el NO (9.0%)…Por lo que —de acuerdo con el artículo 137 de la carta magna vigente— ha sido ratificada la Constitución de la República de Cuba, sometida a referendo constitucional el pasado 24 de febrero de 2019, por la mayoría de los ciudadanos con derecho electoral.” [14]

En ese texto se ratifica el aprobado en anterior plebiscitario popular, realizado en junio del 2002, como respuesta al señor Bush quien le exigía a Cuba que cambiara de “sistema social y político y que se restableciera el capitalismo y la democracia”.

En un proceso sin precedentes, a todo lo largo y ancho del país, firmaron de forma pública y voluntaria 8 198 237 electores durante los días 15, 16 y 17 de junio de 2002. Desde entonces se deja expresamente consignado el carácter irrevocable del socialismo y del sistema político y social revolucionario por ella diseñado, así como que las relaciones económicas, diplomáticas y políticas con otro Estado no pueden ser negociadas bajo agresión, amenaza o coerción de una potencia extranjera.

La nueva Constitución de la República vuelve a consignar que:

“ARTÍCULO 4. La defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano.

“La traición a la patria es el más grave de los crímenes, quien la comete está sujeto a las más severas sanciones.

“El sistema socialista que refrenda esta Constitución, es irrevocable.

“Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución.”

“ARTÍCULO 16. La República de Cuba basa las relaciones internacionales en el ejercicio de su soberanía y los principios antiimperialistas e internacionalistas, en función de los intereses del pueblo y, en consecuencia:

“a) reafirma que las relaciones económicas, diplomáticas y políticas con cualquier otro Estado no podrán ser jamás negociadas bajo agresión, amenaza o coerción;” [15]

Habrá quien en el mundo crea las falacias que se divulgan sobre la Revolución cubana, pero si en la década del 60 las recibían por primera vez, con los años ya han sido repetidas tantas veces que son cuestionadas y se han desgastado por su uso reiterado. El prestigio que ha ido conquistando Cuba en el mundo y su tenaz resistencia, le han ganado seguidores. Año tras año, en sus reiteradas denuncias al Bloqueo Económico, Comercial y Financiero, recibe el voto favorable de la casi totalidad de los países del mundo, que se unen a la isla en su condena a los Estados Unidos. Y al interior del país, el pueblo sigue respirando seguridad ciudadana, atención a sus necesidades básicas, inmersos en la batalla contra la COVID-19, con cinco candidatos vacunales, expresión del desarrollo científico alcanzado, sin apagón cultural, multiplicándose la presencia de los artistas, maestros y profesores en las redes, con certámenes y eventos culturales que han tenido elevada repercusión y seguimiento nacional e internacional y un pueblo que no renuncia a las metas que se ha propuesto en pos del desarrollo del país.

Las cifras y los hechos demuestran que la Revolución cubana existe y está respaldada por la inmensa mayoría de su pueblo, los de “dentro”, lo corroboran con sus firmas, con las urnas y con su entrega diaria a la construcción del socialismo, vigorizando el permanente movimiento popular que respalda a su Revolución y día a día se empeña en enfrentar las adversidades, las agresiones, con la mira hacia un país que alcance la deseada prosperidad. Cuenta con un creciente apoyo de sus nacionales en el exterior y emigrados, así como de los pueblos que han sido tocados por las manos de médicos y maestros cubanos. Año tras año aumentan las voces y los gobiernos que se posicionan a favor del gobierno cubano en la arena internacional.

No obstante, en la apreciación realizada por la administración de los EE.UU. han valorado que es este un momento que no pueden desperdiciar. En él se han conjurado diversidad de ingredientes, por lo que es el propicio para asestar el golpe tan añorado y alcanzar el deseado cambio de régimen o al menos hacer que los cubanos, que viven en la isla, estén de penitencia por mantener una Revolución socialista en su patio trasero.

Entre los factores que han sopesado están: años acumulados de campañas subversivas, de guerra económica, política y cultural contra Cuba; tiempo estimado en el que los becarios, que han recibido cursos en los EE.UU o en la entonces sede de la Oficina de Intereses de los EE.UU en La Habana, ya hayan conformado sus respectivos posicionamientos como nuevos líderes, para lo cual fueron formados; acumulación de los efectos del Bloqueo Económico, intensificado por las medidas del gobierno de Trump y que unido a los recursos que se han tenido que emplear para enfrentar la pandemia, así como la paralización de muchas actividades económicas y comerciales, tanto dentro, como fuera del país, agravan aún más la situación; tiempo de confinamiento en casa de los ciudadanos como medida de contención para evitar o disminuir la propagación del virus, incremento del tiempo de empleo de las redes digitales, entre otras. Este conjunto, unido al proceso eleccionario en los EE.UU. y a los cambios en la dirección cubana, han hecho que el sistema de guerra política contra Cuba se activara aún más y escalara a ofensiva en profundidad.

Los estrategas de la subversión saben que este compendio ha incidido en la sociedad. También tienen en cuenta que Cuba ha cambiado en muchos sentidos, su estructura económica no es la misma, han aparecido nuevos actores económicos, el rol de otros ha variado, la composición socioclasista de la sociedad evidencia diferencias antes inexistentes. Estas transformaciones, por ser objetivas, se reflejan en los modos de vida, conciencias y actitudes de individuos y grupos sociales. Si a ello se le adicionan los derivados de la guerra política y cultural desatada por el imperio contra Cuba, desde hace muchísimo tiempo, sus operaciones internacionales de recolonización cultural, la labor de los centros de subversión, del cibercomando y de las industrias culturales, llegan a complementar y enriquecer el conjunto de variables con las cuales actualizan sus cálculos. Para ello además tienen en cuentan las pérdidas heridas, lesiones, fracturas, daños, victimas, que este sistema ha ocasionado y han llegado a la conclusión de que es este el momento propicio para escalar a peldaños superiores.

Los datos apuntados más arriba demuestran que el apoyo a la Revolución socialista es mayoritario, pero también indican que han aparecido ejemplares, sean fabricados o autóctonos, aspirantes a ser apadrinados, que se pronuncian en contra. A estos les ponen altavoces y amplifican generando ecos. También hay quienes optan por no participar, unos terceros viven en realidades virtuales, que no se ocupan de conocer la información pública verás y optan por componerse los contenidos a consumir, extrayéndolo de sitios que seleccionan, creyendo que así son más “libres” y en el mejor de los casos, de forma ingenua, colocan sus cabezas en las fauces de las industrias culturales[16]. También no se puede desconocer la existencia de oportunistas y simuladores, esos, presentes en cualquier proceso, que cuando las circunstancias ya dejan de favorecerle, ya que los sacrificios son superiores a los beneficios, optan por quitarse las mascaras.

La guerra cultural ha generado sujetos en Cuba que se erigen en pruebas palpables de que sus objetivos, formas, métodos y vías son eficientes. No porque estén bajo el influjo del sistema educacional cubano o sean egresados, son portadores de la cultura general integral a la que aspiramos y que con ella, aun cuando estén en contacto con los productos de esa seudocultura, construida intencionalmente para degradar al ser humano, dispongan de los suficientes antídotos para combatirlos.

“… aunque nos pese reconocerlo, ya existe en nuestro país ese prototipo de consumidor de la cultura chatarra y convenientemente enlatada del capitalismo mundial”.[17]

El imperialismo cultural, construyendo falsas culturas para el consumo intencionado y apropiación dirigida, crea aparentes valores. Para ello emplea, entre sus fuentes, en algunos casos, hasta genuinos valores culturales desvirtualizándolos y descontextualizándolos. En otras ocasiones eleva al rango de valor lo que otrora eran antivalores. Costumbres, hábitos, formas de expresión de grupos marginales, de reclusos o de sectores sumidos en la más raigal pobreza, son convertidos en tendencias de modas por lo que llegan a ser asumidos por multitudes.

Conductas, modos de vida, que en épocas anteriores eran repudiadas, en la actualidad conviven en la sociedad actual y son portadas por muchos. Lo vulgar, lo chabacano, la desfachatez al hablar, vestirse y comportarse, las indisciplinas sociales, el irrespeto a los mayores y a la autoridad, el mal gusto, la banalidad, la indecencia se van apoderando, poco a poco, de espacios cada vez mayores. Estos también se reflejan en sectores e individuos con desmedida necesidad de reconocimiento, que tratan de sobresalir en algo, de darse a conocer. Asimismo ponderan el éxito individual, la vanidad y la ceguera ante las necesidades del otro, el egoísmo. Este tipo de conductas van en detrimento de reales valores que deben de ser defendidos: lo justo, lo pleno, lo digno, la fidelidad, la solidaridad, la generosidad, el humanismo, el respeto pleno al ser humano, sea mujer u hombre, a la naturaleza, al medio ambiente, así como el real repudio a todas las formas de discriminación y de violencia.

Otra arista de la guerra política, cultural y simbólica es el manejo de la información. No solo se mantiene el empleo de todos los colores de la propaganda, la combinación de lo verdadero, con lo falso, lo inventado y lo manipulado. En la actualidad se ha disparado el uso de lo visual, la inclinación hacia lo emocional en perjuicio de lo racional. Cuando de ideas se trata, se abusa de contenidos cortos, sencillos, simples, superfluos. De lo que se trata es que el sujeto sea desprovisto de la capacidad de pensar, de discernir, de arribar a sus propias conclusiones. A la sociedad toda la someten a una avalancha de información. El bombardeo de mensajes, por todas las vías, es arrollador y en ese enjambre pululan las falsas noticias. Ya no solo está la prensa, la radio, la televisión, el cine, la música, la pintura, la literatura, los espectáculos y exposiciones, sino que estos, además de existir en sus formatos originales, también tienen presencia y se emplean en las redes digitales, las que adicionan sus espacios, medios, formas y activismos propios.

“… El hombre de estos tiempos es acosado, engañado y privado, mediante el shock de imágenes y sonidos, de su capacidad de análisis crítico de la realidad.

“Tal ataque destruye automatismos y crea otros. No siempre se reflexiona ante una situación determinada, la persona actúa a partir de estereotipos, que le permiten responder sin pensar.”[18]

El escenario político cubano es diferente al de los años 60 y al existente en décadas posteriores. La homogeneidad alcanzada ha sido sustituida por una sociedad más compleja, heterogénea y diversa. En este nuevo escenario “Palabras a los Intelectuales” mantiene e incrementa su vigencia. El eterno inconforme, Fidel, ejemplo del genuino Político, exigió no solo trabajar con los que evidentemente están a favor, sino también con los que están en contra y con aquellos que son indecisos o apáticos y poco participativos. El objetivo de la Revolución es sumar, no restar. No por ello descuidar su necesaria e imprescindible defensa en todos los frentes y si se trata del artístico y literario:

“No vamos a limitar la creación, pero la Revolución que ha resistido 60 años por haber sabido defenderse, no va a dejar sus espacios institucionales en manos de quienes sirven a su enemigo, sea porque denigran cualquier esfuerzo por sobreponernos al cerco económico o porque se benefician de los fondos para destruir a la Revolución

“Los límites comienzan donde se irrespetan los símbolos y los valores sagrados de la Patria.” [19]

En tiempos de incertidumbres las “Palabras” de Fidel, su vida y ejemplo, hace llegar su luz. Sus ideas son guía necesaria que debe acompañar el accionar de todo aquel que se interese y responda por el desarrollo cultural de la nación y su salvaguarda. Aporta claridad, honestidad y optimismo. Es resultado de un verdadero dialogo, responsable, con interlocutores que tienen la intensión de cooperar, de tributar a un bien que asumen como común, con intensiones constructivas, en el que lo ético, lo estético y lo útil para el pueblo, están indisolublemente unidos. El afán mayor: aportar felicidad, emociones de calidad, con la mira puesta en el incremento, en cantidad y calidad, de la participación activa en pos de la edificación de un mundo mejor, de un país próspero y sostenible, con seres humanos más plenos.


Referencias Bibliográficas

[1] Ver. Pérez Betancourt, Rolando. La regla del juego. Disponible en: http://www.granma.cu/pensar-en-qr/2021-02-22/la-regla-del-juego-22-02-2021-23-02-17

[2] De la Embajada en Cuba al Departamento de Estado. La Habana, 25 de febrero de 1959. Disponible en: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1958-60v06/d257

[3] Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro. Documento preparado por el Comité 5412. Washington, 16 de marzo de 1960. Disponible en: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1958-60v06/d481

[4] Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro. Documento preparado por el Comité 5412. Washington, 16 de marzo de 1960. En: Diez Acosta, Tomás. La guerra encubierta contra Cuba. Editora Política, La Habana 2006, pág. 10.

[5] Cubadebate. Operación Peter Pan: Una fake news propia de la propaganda nazi. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/10/11/operacion-peter-pan-una-fake-news-propia-de-la-propaganda-nazi-video/

[6] Ibidem

[7] Examen del programa por el Jefe de Operaciones, Operación Mongoose (Lansdale). El Proyecto Cuba. Washington, 18 de enero de 1962. Disponible en: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1961-63v10/d291

[8] Ibidem.

[9] Ver Horario de operaciones prioritarias para la operación mangosta. Washington, 17 de mayo de 1962. Disponible en: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1961-63v10/d338

[10] Ver: Ramírez Cañedo Elier. El pueblo es la meta principal: A 59 años de “Palabras a los intelectuales” Disponible en: http://www.cubadebate.cu/opinion/2020/07/05/el-pueblo-es-la-meta-principal-a-59-anos-de-palabras-a-los-intelectuales/

[11] Ver Castro Ruz, Fidel Palabras a los Intelectuales. Revista Bohemia. Año 53, No. 31, 30 de julio de 1961.

[12] Suárez, Suárez, Orlando: “La jaula invisible” Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1986.

[13] Ver: Acosta, Homero. Intervención en la Asamblea Nacional, sobre los principales cambios de la Constitución a partir de la consulta popular. Disponible en: http://www.granma.cu/cuba/2018-12-22/un-texto-enriquecido-con-el-aporte-del-pueblo-22-12-2018-01-12-24

[14] Cubadebate. Cuba ratifica la nueva Constitución con el 86.85% de los votos emitidos, según datos preliminares Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/02/25/cuba-constitucion-referendo-resultados/

[15] Constitución de la República de Cuba. La Habana 2019. Gaceta Oficial No. 5. del 2019. Proclamada el 10 de abril de 2019. Disponible en https://www.gacetaoficial.gob.cu/sites/default/files/goc-2019-ex5.pdf

[16] Hernández, José Ángel. Industria cultural e ideología. Siete ensayos de participación en las contradicciones. Ed. Ciencias Sociales. La Habana, 2018

[17] Morales Brito, Jorge Aportes para un debate sobre la Patria y la Vida. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2021/03/03/aportes-para-un-debate-sobre-la-patria-y-la-vida/

[18] Antonio Capote, Raúl. No hay magia, sino servicios especiales para la manipulación. Disponible en: http://www.granma.cu/pensamiento/2021-03-10/no-hay-magia-sino-servicios-especiales-para-la-manipulacion-10-03-2021-02-03-40

[19] Díaz-Canel Bermúdez, Miguel. Discurso en la clausura del IX Congreso de la Uneac. 30.06.2019. Disponible en: http://www.granma.cu/cuba/2019-06-30/diaz-canel-trabajen-por-hacer-realidad-todo-lo-que-entiendan-que-aportara-al-bien-de-la-nacion-a-su-espiritualidad-al-porvenir-que-quieren-negarnos-los-que-no-han-podido-destruirnos-30-06-2019-21-06-23

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