Creado en: octubre 6, 2020 a las 11:50 am.
Katiuska Blanco y su guerrillero del tiempo
Por Daynelis Rodríguez Peña
“Desde un punto mínimo en la vida y hasta un árbol frondoso” fue el camino que siempre recorrió el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz (1926-2016), para la periodista Katiuska Blanco Castiñeira, en cada cosa que se propuso hacer.
Partiendo sobre todo -contó la profesional en el 2016, al calor de sus 90 años- de la capacidad de su inteligencia, sedimentación de conocimientos, interpretación y avistamiento en el futuro de cuanto proyecto esbozó.
De ahí su certeza que no hay tarea intelectual más importante y elevada que transformar una sociedad y luchar por todo su pueblo; por eso nadie como Fidel, decía, cuando se habla de aporte intelectual y cultural extraordinario, ya sea desde la praxis revolucionaria o el empeño de alcanzar siempre, la auténtica y verdadera justicia social.
Adentrándose en la vida y obra del Comandante en Jefe, Katiuska Blanco fue perfilando su ejercicio de investigación, resultando de esa actividad creadora, donde necesariamente se entrecruzaron exahustivas jornadas de revisión documental, búsqueda de testimonios y finalmente la redacción, títulos como “Fidel Castro Ruz, Guerrillero del Tiempo. Conversaciones con el líder histórico de la Revolución Cubana” (2011) y
“Todo el tiempo de los cedros. Pasaje familiar de Fidel Castro Ruz” (2003), bajo el sello de la Editorial Abril.
Solo en un mes, dio forma al relato la escritora -considerada entre las más importantes biógrafas de nuestro Comandante-, para regalarnos en casi 500 cuartillas un ejemplar nacido luego de cinco años de cuidadosa revisión.
Ella ha contado que su mayor prueba de fuego, además de su concepción, estuvo solo superada por la espera de la reacción del público y, sobre todo, de Fidel, ante la publicación definitiva del volumen. Asegura que no le cambió ni una coma a la maqueta que vio del texto, el cual confiesa se leyó completamente, una vez salió de imprenta.
Definido como un homenaje no solo al protagonista sino a todos los familiares y vecinos de Birán, “Todo el tiempo de los cedros…” surgió de una visita que hiciera la entonces reportera del Diario Granma a la localidad holguinera, por invitación del Comandante, la cual le ofreció inspiración y deseos de mostrar el paisaje familiar donde nació y comenzó a formarse el joven martiano.
Esta amorosa edición, valoraría el periodista cubano y ex director del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, Guillermo Cabrera Álvarez (1943-2007), en la Feria del Libro de 2004, “(…) narra la retaguardia de los héroes, se ahonda en el tronco de la familia Castro Ruz, de cuyas ramas germinó una revolución sin precedentes en el hemisferio occidental(…)”.
Desde aquel entonces calificó a su autora como una “empedernida contadora de ternuras”, por lo que aseguró que una vez en las páginas finales, después de andar por medio siglo de palabras sentidas, los lectores comprobarían cuanto se les había enriquecido su admiración por Ángel y Lina, los padres de Fidel”.
“Todo el tiempo…” nos traslada hacia la infancia y la adolescencia del líder, sus primeros estudios en la escuelita de su pueblo natal y posteriormente en Santiago de Cuba; así como su paso por la Universidad de La Habana, en la cual se graduó de Doctor en Derecho y consolidó sus ideas y actitud revolucionarias.
Fidel, fue siendo en ese tránsito más de Cuba y menos de Birán, hasta convertirse en el gran político y ser humano que admiramos y recordamos hoy, a solo tres días de conmemorarse el aniversario 94 de su natalicio.
A inconformidad de la periodista Katiuska Blanco Castiñeiras, hubiese querido ser un José Martí para contar la historia con la hondura de su pensamiento, o desde la imaginación deslumbrante del Gabo o la minuciosidad de Balzac; sin embargo, logra la misma adentrarnos en la personalidad del revolucionario e intelectual, preciso y minucioso en los datos y las fechas, y con una capacidad enorme de escuchar a los demás.
“ (…) Por eso es que Fidel pregunta tanto. Él considera que de todos se aprende. Siempre digo que lo hace con dos objetivos: uno en el camino del conocimiento, pues sabe que para conocer hay que indagar y preguntar; y dos porque siempre está pendiente de lo que el otro piensa para poder aprender de la visión ajena (…)”.*
Nota:
* Valoración emitida por la periodista durante el Coloquio en homenaje a los 90 años del mayor artífice y protagonista de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 18 de febrero de 2016, en la capitalina Casa del Alba Cultural, durante la XXV Edición de la Feria Internacional del Libro.