Creado en: mayo 16, 2021 a las 08:15 am.

Hermanas Fáez: famosas y universales a la tercera edad (Cuarta parte y final)

René Fáez Martínez, guitarrista y ex-integrante de la Orquesta Sinfónica de Camagüey resaltó que la música trovadoresca posee una riqueza incalculable y narró uno de los tantos momentos impresionantes de sus giras por países europeos.

Las giras por España y Francia así lo demostraron. Las Hermanas Fáez vivieron momentos deslumbrantes en cada salida al escenario, al escuchar los aplausos de cientos de personas que las aclamaban a ellas y a su país: ¡Cuba! ¡Cuba!

«Eso es muy emocionante, muy emocionante. Cuando las Hermanas Fáez entraban al escenario era apoteósico. Cuando comenzaban a cantar el público las ovacionaba. Los espectadores eufóricos encendían las fosforeras en gesto de aprobación. El luminotécnico esperaba unos segundos para apagar las luces del teatro. Todo quedaba iluminado con el destello de las fosforeras. Cuando veía aquello se me ponía un nudo aquí en la garganta», precisa René con ojos que le brillan de la conmoción.

¿Cómo fue la a última actuación del dúo Hermanas Fáez luego de su estancia en la ciudad de Marsella?

La Puerta del Desierto las esperaba. Es una zona de transición a la vista del Sahara donde reside la vetusta tribu de los Bereberes.

Marsella está frente a Marrueco. Abordamos el avión y volamos hacia Marsella. Llegamos a la Puerta del Desierto. Se inicia el concierto y comienzan a llegar unos jinetes, vestidos de negro de pies a cabeza, montados en gigantescos caballos árabes. En sus cinturones, enormes espadas.

Los integrantes del grupo Golpe a Golpe en una visita a Cándida Fáez./Foto: Cortesía del Autor

Rememora Rene, que aquel panorama era impresionante. El improvisado escenario en aquella plaza, en la misma puerta del desierto, se encontraba repleto. Los espectadores estaban sentados en cojines con las piernas cruzadas.

Las voces de las dos mujeres mantenían conmovidos a los espectadores, a quienes se les iban uniendo más jinetes. Ellas, muy impresionadas, al vivir uno de los momentos más emocionantes de sus giras por el extranjero.

Las canciones hacían vibrar la plaza. Flor y Cándida interpretan Santa Cecilia: «Por tu simbólico nombre de Cecilia/ tan supremo que es el genio musical. / Por tu simpático rostro de africana/ canelado se admiran los matices de un vergel».

Los espectadores comienzan a aplaudir con pasión. Las Hermanas Fáez siguen cantando la hermosa melodía: «Y por tu talla de arabesca diosa indiana, / que es modelo de escultura del imperio terrenal, / ha surgido del alma y de la lira/ del bardo que te canta / como homenaje fiel / este cantar cadente, / este arpegio armonioso/ a la linda Cecilia bella y feliz mujer…»

En la plaza las dos mujeres reciben el aplauso en cada melodía.  René se sorprende a ver aquellos hombres:

«– Flor, Cándida, mira, esa gente. Son imponentes».

De pronto, los mismos desplegaron una gran pancarta y comenzaron a victorear:

«¡Viva Fidel Castro! Viva Cuba».

«Esa gente que viven en medio del desierto, conocen a Fidel Castro y a Cuba. Hemos llegado lejos. El ejemplo de Cuba y de Fidel ha llegado lejos», reflexiona René.

El dúo Hermanas Fáez recorrió en sus catorce giras al extranjero, desde 1999 y hasta 2008, unas cincuenta ciudades europeas, asiáticas y africanas.  Abarrotaron de costa a costa salas de importantes ciudades de Francia, Holanda, Bélgica, España, Suiza, y Gran Bretaña.

Durante su carrera contaron con un repertorio de más de doscientas canciones tanto cubanas como de autores extranjeros.

René Fáez admitió que luego de sus giras por Europa fue que comprendió el alcance musical de la trova, porque solo el entorno familiar había sido su verdadero público, al igual que las serenatas y descargas con amigos entre tragos y tragos.

«Tenía un concepto errado de la música tradicional. En mi casa era habitual. Siempre se cantó trova. Yo la veía como una música vieja para dar serenatas, tomar ron, reunirse tres o cuatro amigos y formar la descargar, pero de ahí para allá no pasaba. También era muy joven. Cuando llegué a Europa cambié de opinión. Canciones como Lágrimas negras y otras, tienen un valor cultural y comercial increíble. A un espectáculo de nosotros solo acudían a un estadio 30 mil personas».

«Con el mismo rigor que toqué en la sinfónica yo estudio la música cubana a profundidad porque es lo que me identifica», admite.

El dúo Hermanas Fáez fue considerado en la década del 2000 por la crítica especializada, como uno de los mejores de la música cubana y calidad similar a Los Compadres, Maria Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo, Clara y Mario, Las Hermanas Martí y Pablo y Silvio.

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