Creado en: noviembre 20, 2021 a las 09:47 am.

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Las bienales y el arte contemporáneo desde la reflexión de expertos en 14 Bienal de La Habana


CARINA PINO SANTOS 

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El arte contemporáneo, sus más álgidas indagaciones a las puertas del segundo cuarto del siglo XXI, las interrelaciones entre el arte, la globalización, los avances en diversos campos de las ciencias, el examen de diferentes bienales y sus características hoy, entre variados aspectos de relevante actualidad signan los tres días dedicados en el evento teórico de la 14 Bienal de La Habana que ha transcurrido tanto de manera presencial en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, como virtual para todos los internautas, quienes pueden acceder a esta dádiva en términos de saberes estético-artísticos en voz de especialistas de primer nivel.

Encuentros de esta índole permiten, de paso, una aplicación que se hace extensiva a ámbitos como la docencia universitaria, son asimismo necesarios para el mejor desarrollo futuro de nuestra propia Bienal que puede repensarse hacia su interior, a la vez que enriquecen la capacidad dialógica del evento con otras bienales, sin mencionar que, para los que trabajamos sobre el campo del arte abre la posibilidad de adentrarnos en las más recientes teorías del arte actual. Toda vez que estas últimas no son desplegadas desde miradas eurocéntricas, sino con visiones comprometidas con los países del Sur y el arte producido por creadores que no son privilegiados por las corrientes principales del Primer mundo.

En esa dirección se pudiesen evocar otras bienales de La Habana, con la participación de teóricos como Shifra Goldman, estudiosa del arte latinoamericano quien en la 8va edición expuso su perspectiva crítica sobre el control corporativo de la información, y la destrucción de la ecología del planeta, entre otras problemáticas. O en la anterior 13 Bienal, cuyos tópicos de discusión estuvieron en torno a “la dimensión social del arte en la construcción de modelos alternativos al discurso cultural hegemónico”.

Sin duda, los eventos teóricos en La Habana también son posibles por la colaboración de las diferentes instituciones cubanas y no menos importante, por la especialización del pequeño equipo de curadores y directivos del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam que trabaja rigurosamente para este encuentro.

Análisis e historiografía de las bienales desde otros enclaves geográficos

Sumamente interesante fueron las intervenciones del día 16 que abrieron el cónclave y se centraron mayormente en el concepto, labor, análisis e historiografía de las bienales desde otros enclaves geográficos en el planeta.

Anita Orzes, investigadora del Departamento de Arte de la Universitat de Barcelona ha estudiado con rigor la transformación del modelo bienal, las redes trasnacionales entre bienales en América Latina, Caribe y Europa entre 1970 y 1991, sus itinerarios, la documentación publicada sobre estas, entre otros elementos de un tema que la historiadora del arte, quien es una especialista en ello, extendió hasta la actualidad en su conferencia virtual titulada La crisis, ¿cíclicas? de las bienales.

Quisiera referirme, de modo breve, a su participación, sumamente  interesante, ya que la autora ha trazado una cartografía de las bienales, incluidas las del Sur y países en vías de desarrollo.

En una dirección global, Orzes no pudo dejar de mencionar, claro está, el cambio que significó a nivel mundial la pandemia de la Covid-19 para la realización de las bienales que implicó un replanteamiento total de estas, en medio de la incertidumbre provocada por la pandemia, lo que implicó una transformación, nuevas estrategias o incluso, su cancelación. Ello permitió una “reflexión conjunta y deslocalizada sobre el presente y futuro de las bienales”, aseveró la experta, para quien no es la primera vez que el fenómeno bienal entra en crisis de manera cíclica. Y explica este último concepto, visto asimismo como oportunidad, y respecto a determinados enclaves.

Anita Orzes planteó, refiriéndose a otros eventos, cómo la exageración globalizada puede revelar el aspecto menos saludable de algunos de aquellos, al dejarlos como una marca genérica que atropella una ciudad para dejar luego un vacío y, cómo se recorre ―dijo a modo de párabola― “la misma partitura, sin ni siquiera contactar con músicos distintos”. A diferencia de este planteamiento, la experta subrayó “el terremoto que generó la Bienal de La Habana y como resquebrajó el sistema dominante”, en un momento en que, asegura,ya las bienales habían entrado en crisis en los setenta.

Una plataforma para establecer puentes a través de la cultura

En otra dimensión fue la charla virtual de Diana Weschler, directora artística de la Bienal del Sur, organizada desde Buenos Aires, Argentina con una intervención “Pensar de manera situada, pensar desde la indisciplina”. El evento en la capital argentina se plantea, aseguró, como una plataforma para establecer puentes a través de la cultura en un mundo que construye paredes y distancias. Su concepción de trabajar desde lo situado implica hacerlo desde lo local y lo global y así ampliar el muestreo de lo que sucede en el arte en los cinco continentes, donde establece puntos allí de Bienal Sur invocados desde un llamado internacional libre.

Asia es también un enclave de bienales, Patrick Flores ─curador, profesor y crítico de arte, director de la red de arte contemporáneo de Filipinas y especialista del Centro de Investigación de Manila― trajo sus experiencias desde un ámbito muy alejado de nuestro Caribe: “Circo, archivo, caminando y propuestas de bienales de Visayas y Singapur”. El público allí está disperso en un archipiélago y el evento es visto como un festival de arte asiático, además, integra el reflejo de los movimientos de resistencia popular, que proyectara las características de la región mas con un espíritu de contemporaneidad. Un enfoque que, según el experto, debe de estructurarse desde la región, y no desde Occidente.

Hadji Malick Ndiaye, nominado como director artístico de la Bienal de arte africano contemporáneo de 2022, habló sobre “La historia del arte y la Bienal de Dakar”.  Durante su exposición delineó la historia de ese evento en relación a cómo se realizó de acuerdo a los rasgos del arte contemporáneo.

Mística de la bienal habanera

En la tarde los especialistas y curadores de la Bienal de La Habana participaron sobre el encuentro cubano. Nelson Herrera Ysla, el curador que más años lleva en activo en La Bienal, realizó un recuento ilustrado con imágenes del evento desde su inicio. Remembranzas de  lo que se ha  dado en llamar, apuntó, la “mística de la bienal habanera”. Ya en la 5ta Bienal se deseó ampliar la exhibición más allá del Museo Nacional, recordó, y comenzaron a legitimarse espacios históricos como La Cabaña, entre otros, que permitieron una relación del público con la arquitectura de nuestra capital.

Herrera Ysla, uno de nuestros más prestigiosos curadores y críticos de arte cubanos y un veterano de la labor curatorial, abordó peculiaridades de nuestro evento a diferencia de otros que los conferencistas anteriores mencionaran sobre sus respectivas bienales.

En el caso cubano, se inició con el análisis de los especialistas de cada país seleccionado para el cónclave en Cuba, que en las primeras ediciones tuvo hasta 800 artistas. La Bienal se fue extendiendo más allá de La Cabaña, irradiándose así hacia otros espacios del casco histórico, de acuerdo a la dimensión, formato y cantidad de los proyectos de los artistas, hasta conformar lo que hemos llamado la “galería más grande del mundo” en La Habana, contribuyendo a las dinámicas de la ciudad y al disfrute del público que vio extenderse ante sí un arte con carácter participativo, más allá de la visita del museo, algo que le permitió interactuar y acceder a las complejas particularidades del arte actual, expresó Herrera Ysla. Entre ellos en la historia de nuestra bienal, el de Detrás del muro, en el malecón, organizado por Juan Delgado, un curador con gran capacidad de convocatoria. Y el curador señaló cómo de igual modo, la Bienal de La Habana ha ido ensanchándose a otras provincias como a la provincia de Cienfuegos con Mar adentro, a Matanzas con Ríos intermitentes dirigido por María Magdalena Campos, el festival de video arte de Camagüey y en Pinar del Río el proyecto La Farmacia.  

Igualmente, durante su exposición, el reconocido crítico de arte fue mencionando proyectos y performances en sitios citadinos muy disímiles que fue copando el evento con la cuantía y valía de las instalaciones, a lo largo del tiempo, y  que, en verdad, muchos recordamos, no sin cierta nostalgia, pues han quedado como paradigmas de magníficas obras de reconocidos artistas cubanos e internacionales.

Comunicación con públicos más amplios,  a través de la experiencia en las bienales

Lógicamente los curadores que han sido directivos o curadores de la Bienal cubana guardan una memoria afectiva y del trabajo especializado que ha conllevado su compleja realización. Jorge Fernández ─actual director del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, dirigió por varios años también la Bienal de La Habana y su equipo histórico─, recontó sus remembranzas de las personalidades internacionales y tesis teóricas que se afrontaron al enfrentar el pensamiento sobre la Bienal. Sobre los antecedentes del evento cubano, afirmó Fernández, reflexionamos sobre “cómo se construyen los imaginarios sociales, las narrativas desde el arte y el pensamiento de América Latina”, la importancia de cómo se han contextualizado las propuestas, su nivel simbólico y cultural en relación centro-periferia, que hoy la trazamos en otros términos. Y recordó, a partir de numerosos ejemplos en la historia del arte y en el arte cubano, del replanteamiento de conceptos como lo privado y lo público, las redes sociales, la comunicación con públicos más amplios, entre otros a través de su experiencia en nuestras bienales. 

Nelson Ramírez de Arellano, actual director de la presente 14 Bienal en pleno desarrollo durante su plática aseveró que él se considera, ante todo, un artista que ha devenido director de una institución como el Centro Wifredo Lam que le sobrepasa por su historia. Las mejores bienales de La Habana han sido, comentó, las que se desarrollaron en momentos más difíciles en el país, afirmó, y de ahí la esperanza que cifra en el éxito en nuestro actual evento.

Llevar el arte contemporáneo a los espacios científicos

A continuación el público comenzó a intervenir con participaciones que partieron del interés de llevar el arte contemporáneo a los espacios científicos entre otras temáticas. En esa dirección, Nelson Herrera recordó, por ejemplo, al movimiento bio arte, y aseguró que han sido los artistas los que se han acercado a las ciencias, aunque no ha sucedido al revés. Según su opinión lo importante es que el acercamiento sea por ambas partes, aunque comprende que los científicos se hallan inmersos en sus disciplinas, por lo que éstas sabemos que demandan en todo sentido.

Ciertamente fue fecunda esta primera jornada en la 14 Bienal por su elevado nivel teórico y el abordaje de problemáticas esenciales sobre la historia, estructura y experiencias de las bienales internacionales y no menos importante, de nuestra propia Bienal de La Habana.

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