Creado en: septiembre 13, 2022 a las 08:26 am.

Manuel Varela Pérez: decano de la prensa sureña

Morir no es verdad cuanto se ha

cumplido bien la obra de la vida

José Martí

El periodista Manuel Varela Pérez (1930-2022) fue a encontrarse, en ese mundo lleno de música, poesía, luz y color, con el «Espíritu Universal»; leitmotiv en la obra poético-literaria y periodística del Apóstol; sitio a donde van a dormir el sueño eterno las almas de los hombres, como él, que —al decir del genio martiano— «aman y crean».

Varela (como cariñosamente lo llamábamos los corresponsales, reporteros y colaboradores de Radio Progreso) nació en el humilde barrio cienfueguero de «Pueblo Griffo», y desde su más temprana juventud, se consagró en cuerpo, mente y espíritu al ejercicio del magisterio y el periodismo; profesiones concebidas por él como fuente nutricia de ética, patriotismo, humanismo y espiritualidad.

Era un hombre sencillo y humilde, ajeno por completo al orgullo o la vanidad, basada en su fecundo saber hacer periodístico, que era «ancho y lejano, como la pampa argentina». Tanto es así, que en una entrevista que le hiciera este cronista con motivo del aniversario 80 de la fundación de la «Onda de la Alegría», declaró —entre otras virtudes, que reflejaban la transparencia de su personalidad— que «desde niño, tuve vecinos y amigos muy pobres, que no vestían ropas lujosas, pero eran [personas] honradas, trabajadoras y muy solidarias […]».

Testigo y actor excepcional de momentos trascendentales en la historia contemporánea de la Perla del Sur, era —por otra parte— un fiel seguidor del ideario de los grandes próceres cubanos: José Martí Pérez, Antonio Maceo Grajales, Ignacio Agramonte Loynaz, don José de la Luz y Caballero, venerable padre Felix Varela Morales, Eduardo R. Chibas Rivas, Ernesto Guevara de la Serna y  Fidel Castro Cruz.

Maestro primario primero y periodista después, Varela Pérez se destacó —en lo fundamental— por su largo historial en la prensa cienfueguera revolucionaria, y por sus méritos se hizo acreedor a disímiles distinciones: los premios «Patria» de la Sociedad Cultural «José Martí», «Antonio Hurtado del Valle», por la obra de la vida, así como la Distinción «Félix Elmuza» que otorga la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), organización de la cual era miembro fundador.

Al fallecer en su Cienfuegos querido, se desempeñaba como integrante del colectivo del periódico 5 de septiembre, en cuyas páginas colaboraba con frecuencia, así como del equipo de trabajo de la Emisora de la Familia Cubana, ya que —aún jubilado— Varela Pérez seguía formando parte del equipo de corresponsales de la Decana de las Emisoras Cubanas, donde nos conocimos desde que —hace casi un cuarto de siglo— comencé a colaborar con la revista dominical «RP-105», donde mantengo un segmento de Salud Mental, que sale al aire a través de ese medio masivo de comunicación y por audio real en INTERNET.

Al principio, nuestra relación era estrictamente profesional, pero —con el discurrir del tiempo, «al igual que llega cojeando la verdad […]»— ese vínculo se fue tornando mucho más afectivo-emocional, ya que Manuel Varela Pérez no solo era un excelente periodista, sino también un ser humano excepcional.

La última vez que supe de mi querido colega y amigo fue el día de mi onomástico, ya que —con la amabilidad que lo caracterizara— me felicitó a través de la red social Facebook.

¡Gloria eterna al alma noble y buena del maestro Manuel Varela Pérez, Hijo Ilustre de la Perla del Sur!  

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