Creado en: enero 18, 2024 a las 09:46 am.

Un Taller para pensar la crítica en Holguín

Fotos: Robert Rodríguez

Entre las opiniones martianas sobre el ejercicio crítico destaca la siguiente: “Criticar no es morder, ni tenacear, ni clavar en la áspera picota, no es consagrarse impíamente a escudriñar con miradas avaras en la obra bella los lunares y manchas que la afean; es señalar con noble intento el lunar negro, y desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella”.

De alguna manera esta idea motivó el I Taller de crítica artística y literaria, realizado como parte de la 41 Semana de la Cultura Holguinera, en el Centro Cultural Lalita Curbelo Barberán. Y además, el propio hecho de que, la existencia de un pensamiento crítico en los medios de prensa en Cuba y el estado de la crítica artística per se, seanejes de atención en diferentes congresos y eventos donde se estipula la política cultural e informativa del país, hacen necesario la formación y práctica de un ejercicio crítico sólido, que se inserte y emane a la misma vez del debate sociocultural del país.

En el espacio ofrecieron sus opiniones y dialogaron con los presentes los miembros de la UNEAC, José Rojas Bez, Lino E. Verdecia y Gilberto González Seik, exponentes de un ejercicio crítico en nuestros medios, enfocado mayormente al audiovisual, las artes visuales, la literatura, la música y las artes escénicas.

El Taller propició en voz de Rojas Bez, con amplia experiencia, además, en la docencia, un recorrido histórico por la crítica holguinera, desde el siglo XIX y pasando por la República hasta los momentos de auge en la década del 80 del pasado siglo, que coincide con la creación del Premio de la Ciudad y Ediciones Holguín. Entonces, a través de las páginas del periódico ¡ahora!, varios intelectuales ejercían frecuentemente la opinión sobre obras y procesos.

Hoy esta mirada crítica —destacaron Verdecia y Peña— está prácticamente ausente en la prensa diarista y no solo en Holguín, pues predomina la nota informativa, el anuncio de los acontecimientos o la reseña superficial del suceso; tampoco suele volverse sobre el hecho de forma crítica. Aun así existen espacios, como los organizados por el Centro Provincial de Arte, además la revista de circulación digital Cultura y solidaridad, la impresa Guayza, editada por la Casa de Iberoamérica, y Palco 13, boletín que acompaña las ediciones del Festival Nacional de Teatro Joven que se realiza en Holguín. No hay una ausencia total de la crítica como sí una ausencia como sistema, a pesar de los anteriores esfuerzos, momentos e intentos de fortalecerla y el interés de varios intelectuales de mantener, con constancia, un ejercicio crítico en diversos medios.

La universidad y sus programas docentes, la necesidad de vocación en un primer momento y de preparación personal, sumado a los vacíos académicos de quien ejerce hasta el logro de lo que Octavio Paz definió como “pasión crítica” y Rufo Caballero como “poéticas críticas”; las diferencias entre sectorización con especialización en la prensa; la necesidad de una adecuada remuneración, estuvieron entre los temas abordados en este necesario espacio.

Tópicos que se enfocaron en la intención de crear y fortalecer espacios en nuestra provincia para la crítica sistemática, con el apoyo de la Dirección Provincial de Cultura y las instituciones locales.

Pasión, compromiso, responsabilidad, honestidad y preparación son necesarios en el abordaje de la opinión responsable. La crítica es interpretación y sustentación de criterios sobre un determinado tema y como escribió Cintio Vitier, es también “en principio, dos cosas: iluminación de la obra desde la obra misma, y, después, toma de partido frente a ella”. A ello se convocó en este I Taller de crítica artística y literaria, que marca un necesario punto de partida.

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