Creado en: octubre 13, 2021 a las 08:20 am.

¿El Ateneo? de la Moderna Poesía

El 18 de septiembre, se anunció en la página de Facebook del Centro Provincial de Libro y la Literatura (CPLL) de Ciego de Ávila, que la librería La moderna poesía reabriría sus puertas un mes en lo adelante, como un proyecto Ateneo. Acompañando las estanterías de libros en venta, se sumarían instrumentos musicales como ya acostumbraban las tiendas de Artex en moneda convertible, como la que dividió a La Moderna por años, a la mitad exacta. 

Encuentros y talleres literarios como el Javier Heraud, o peñas como la que mantuvo Pável Poveda a inicios de los noventas (En la barranca de todos) en la biblioteca vecina, por y para escritores, al fin parecen tener su espacio con este proyecto no tan nuevo, pues ya hubo un fallido primer intento del mismo a principios del siglo; pero de lo que más me extrañé, fue del prometido café, sería el primero de una institución cultural moronera. Bien se sabe, que ha menos de un cuarto de cuadra sita el centro gastronómico Mi café, que de mutua ganancia, podría brindarles permanentemente el servicio.

En el Informe de Balance Provincial de la UNEAC para su Congreso en 2019, la Filial de Literatura ya mostraba su preocupación, por ser Ciego de Ávila la única provincia del país en no tener implementado uno de estos proyectos para contribuir a la formación de lectores.

Quince días antes de lo que se anunciaba, para completar la noticia, me di a la tarea de pasar por esa institución que hace 108 años habita la emblemática edificación eclesiástica, garantizada por la alcaldía de Agustín López Morales. Me hice de un Rayuela, y mientras, aquel que el Heliógrafo de abril considerase librero del mes, Miguel Ángel Lanz, me aseguró que sí, que el lunes 11 de octubre inaugurarían, y sería a las 10 a.m.; ese día, habría café.

Fundada el 28 de marzo de 1913 por Jesús Arias, es La moderna poesía de Morón, la tercera librería más antigua de Cuba y desde que “Fidel Castro habló de cierta rivalidad cultural entre Morón y Ciego de Ávila, y lanzó la exhortación de llevar a ambas ciudades esta fiesta de la literatura (La Feria del Libro) –fue La moderna… quien la gestó en su localidad– siendo, junto a Granma, las únicas provincias con eventos de esta magnitud en dos de sus municipios.” relata Rafael Martín a la periodista Ailen Castilla, en “…anverso y reverso de un librero”.

Ismael Cruz Parada, vicepresidente del Comité Municipal de la UNEAC en Morón, comentaba sobre esta institución del libro: “Precisamente por ser la segunda[1] librería más antigua de Cuba, debía transformarse en una institución emblemática del municipio y la provincia, y en un centro que irradie literatura todos los días, con eventos de todo tipo. Pero pasan los años…”

 “Creadores de la Ciudad del Gallo durante muchos años intentaron recuperar este proyecto (El Ateneo), luego de que, en la primera década del siglo, casi desapareciera el taller literario Javier Heraud.” expuso nuevamente Castilla, en esta ocasión, en voz de Yanely Santos (Directora de CPLL), en el texto noticioso que compiló para Invasor a principios de septiembre.

Añadió además “La Moderna Poesía no cambia de nombre, sino de categoría. Se encontraba entre las dos consideradas especiales junto a la Juan Antonio Márquez, en la cabecera avileña. Es interés del CPLL que estas tengan una sección de libros raros y de uso, de música realizada en la provincia y de las principales empresas discográficas del país, además de la venta de instrumentos en diferentes formatos.”

Una semana antes de la apertura, el olor al aceite color café que revestía a brochazos las puertas y marcos, inundaba aquel pedazo de acera. A un tres y otros de menor tamaño como maracas, güiro y claves, servía de estantería el gigantesco tragaluz que es la ventana de cristal izquierda del inmueble.

Resulta difícil aún, para las instituciones provincianas, organizar un evento –en este caso literario– que no parezca un matutino informativo, con todos de pie a la escucha del micrófono y alguna manifestación cultural de relleno. Até más de un cabo para estar al menos cinco minutos antes de lo esperado, pero el tiempo sobró hasta las 11 a.m. que el escritor Larry Morales conciliase las palabras de inauguración, para acto seguido, hacer la entrega de postales-diplomas a trabajadores, como reconocimientos de los CDR y el Gobierno, y dar paso a la común venta de libros.

Que me disculpen los escritores y dirigentes, si fue mucho esperar una larga tertulia con los autores moroneros o con aquellos que recién publican en ed. Ávila y sus ejemplares no pasaron de la mención; o una –aunque leve– presentación del número Uno de la Tercera época de Videncia, habiendo contado incluso con la presencia de Servando Carbajal esa mañana. Pero si queremos verlo como que, el objetivo de una librería es vender, dos horas después, aún desapilaban clientela.

Las librerías de Libros de uso y raros, en especial, son de mucho público y venta, pues tienen la ventaja de proponer libros y autores clásicos sin pagar un derecho de autor, también de poseer viejas ediciones y un sinfín de misterios; ejemplares estos, que ya comprenden un séquito, aunque no tengan por qué limitarse a tales características sus libreros. Lastimosamente esta prometida estantería, no encontró lugar en la inauguración, tampoco así El Café, aunque las mesas, sillas y tasas ya decoran el fondo del local, haciendo de conjunto a la verdadera remodelación visual de las paredes y cristalerías.

“La historiografía moronera consigna que La Moderna Poesía logró antaño el otorgamiento del Premio Ávila. Ojalá este nuevo empeño tenga resultados tangibles que el público y los escritores locales agradezcan.” escribió Yuliet Teresa en su noticia promocional “La Moderna Poesía de Morón, sueño ‘casi’ cumplido”; pero teniendo en cuenta los pendientes, ese resurgir parece un sueño lejano, como la mesa de diálogo que propone Ismael Cruz Parada:

“Morón, ciudad turística, es sitio ideal para un proyecto de librería ateneo, con posibilidadades de vincularse a un proyecto de desarrollo local relacionado con la histórica imprenta ubicada al frente, donde funcionan viejas máquinas y se imprime toda la papelística empresarial del territorio. Los creadores de la ciudad hemos expuesto nuestra disposición a protagonizar los diversos espacios literarios propios de este tipo de institución.”

La imprenta que sita en el número 239 de la calle Martí, esquina de la cuadra donde habita La moderna poesía, fue constituida en 1968 como resultado de la Segunda Ofensiva Revolucionaria, llevada a cabo en el municipio por Manuel (El Chino) Wong Guevara; y donde según afirma Gloria Pardillo, aún se encuentra La Minerva semiautomática de su padre Sotero Andrés. Décadas atrás, entre otras labores, el centro imprimía y encuadernaba tesis y viejos documentos, como la colección del Periódico Revista de Morón, que celosamente guarda la familia Pardillo, como legado familiar.

También es hora ya de irse preocupando por las nuevas plataformas y soportes de libros, la digitalización no espera por nosotros y llegar tarde al internet, no significa comenzar de cero, toca adaptarse y coger el paso a las nuevas tecnologías. Las obras de escritores locales, deberían pensarse ya para su distribución tanto física como digital, e incluso en audiolibro, y crear la estrategia para su monetización.


[1] De manera errada se usan los términos para referirse a la longevidad de la librería La moderna poesía de Morón, explica el investigador y escritor Larry Morales que, es la tercera creada en el país, luego de las habaneras que terminan por fusionarse (lo cual trae consigo tal confusión) La moderna poesía (1890) en la esquina de Neptuno y la Miguel de Cervantes (1910) en la calle Gallardo. En la actualidad, La moderna poesía de Morón es la más antigua, en activo, del país.

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