Creado en: agosto 22, 2021 a las 07:37 am.

Más allá de las memorias de Sergio Corrieri

Premios Nacionales e Intelectuales conversaron sobre el actor cubano Sergio Corrieri./ Foto de la autora.

«Intervenía en obras cuyos personajes a veces nos maravillaban, pero que resultaban lejanos, ajenos. A nuestro alrededor había un mundo en transformación, en movimiento, con personajes tremendamente engrandecidos por el intenso dramatismo de una Revolución, personajes y situaciones que no encontraban expresión en las obras que hacíamos. No había más que dos caminos, o dejaba la carrera o tenía que buscar la manera de hacer el teatro que yo creía que necesitábamos».

Así lo expresó Sergio Corrieri en sus escritos, uno de los tantos incluidos en el documental Más allá de Memorias, realizado por la crítica de arte y documentalista Luisa Marisi sobre el rostro del cine cubano postrevolucionario. El material se proyectó este sábado en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, como parte del homenaje que le realizó la institución.

Corrieri fue un hombre «de pescados y sal, de barcos amados y distantes». La ciudad muchas veces le pareció remota, prefería el Escambray. El Sergio de Memorias del Subdesarrollo, el Alberto Delgado de Maisinicú, el David de En silencio ha tenido que ser, prefería el anonimato de mezclarse entre guajiros, inventar un teatro que se pareciera a la gente, eliminar las distancias entre las ciencias sociales y los procesos creativos.

Bien lo saben el Premio Nacional de Cine Manuel Pérez Paredes, Jesús Chucho Cabrera, Premio Nacional de Televisión, Carlos Pérez Peña, Premio Nacional de Teatro y la actriz Elena Álvarez de Teatro Escambray. Estas figuras compartieron la experiencia de haberlo conocido como artista y ser humano.

Como afirmó Magda Resik, vicepresidenta de la UNEAC, Corrieri tenía la gracia y la garantía de ser un actor de excelencia.  Robó tiempo de su espacio creativo para dedicarlo a otros. Hizo un teatro por y para la gente, con las historias de la Revolución.

Vía online el director de cine Manuel Pérez Paredes conversó sobre la sobriedad que caracterizaba la interpretación de Sergio Corrieri. Él defendía un teatro que planteara los problemas estéticos y de investigación social. 

«Era un actor de una sensibilidad extraordinaria, de la misma manera que fue un excelente director de escena y actores, un hombre inteligente, sensible, austero, exigente consigo mismo y con los demás. Tenía una sapiencia para ligar las personalidades disímiles que convivían juntas en La Macagua. Teatro Escambray era irse a un lugar de Cuba con una situación desgarradora y ver si podíamos hacer algo en esas circunstancias. El teatro no era solo una representación, sino un canal de comunicación entre los actores y el público», explicó el actor Carlos Pérez Peña sobre el proyecto iniciado por Corrieri y su madre Gilda Hernández, actriz y directora de la Compañía Teatro Estudio.

Para Elena Álvarez, su experiencia en las montañas del Escambray es insuperable. Describe a Sergio Corrieri como una persona siempre preocupada por los vecinos del lugar, por sus compañeros. Cuando estuvieron en Nicaragua, fueron con el catre al hombro desde el Escambray y tenían apenas una cafetera. «Pasamos mucha necesidad —confiesa—pero aprendimos mucho».

El director de la serie En silencio ha tenido que ser, Jesús Chucho Cabrera, aprendió mucho de su carácter, amabilidad y calidad humana. Recordó las escenas grabadas en Baracoa, su antagonismo audiovisual con Reynaldo Miravalles. «Sergio fue y será el mejor actor de Cuba»

Su hija Luisa Marisi resaltó la postura crítica de su padre Sergio Corrieri como intelectual en el contexto cultural que le tocó vivir y trasformar. Desde niña lo vio escribir poesías, lo narraba todo. Por eso antes de partir escribió:

«Cuando me vaya quedarán pequeños remolinos de polvo en el camino, la lluvia crucificando el asfalto, la palma imbatible, el ojo del mar sobre los techos, quedarán las calles inagotables, algún rumor sobre la hierba, saldos perdidos y cuentas pendientes, un hilo remoto, la memoria de la ceiba y ustedes».

Jóvenes artistas homenajearon este sábado a músicos fundadores de la UNEAC. / Foto de la autora

La jornada de este sábado culminó con el concierto Herencia y continuidad, un homenaje de jóvenes artistas a grandes músicos fundadores de la UNEAC como Harold Gramatges, Juan Blanco, Carlos Fariñas y Leo Brower.

La vicepresidenta de la UNEAC Magda Resik, hizo una dedicatoria especial en el encuentro: «Este concierto se realiza en memoria de nuestro querido amigo y miembro muy activo de la UNEAC, José Luis Estrada Betancourt, Maestro de Juventudes de la AHS, quien desarrolló una intensa carrera en la promoción de la cultura cubana».

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