Creado en: julio 19, 2023 a las 10:48 am.

Desde el verdadero sentimiento…el derecho de soñar

Por José Luis Álvarez Suárez

Como un merecido homenaje a la centenaria Radio Cubana y a todos los que hemos hecho radio, a los que hacemos radio día a día en ese afán de llevar al aire tantos sueños y tantas emociones, llegó a la pequeña pantalla la telenovela El derecho de soñar. Así lo confirmó Ángel Luis Martínez Rodríguez, uno de los guionistas de la nueva propuesta audiovisual, en reciente entrevista.

«Para mi suerte, comienzo a formar parte del proyecto desde el minuto cero. Había escrito para Radio Arte una serie que se llama Huellas en el aire, precisamente para conmemorar los cien años de la Radio en Cuba. La Casa Productora de Telenovelas enterada de esto me llama, me convoca para escribir algo parecido para la televisión e inmediatamente también convocan a Albertico Luberta para que escribiera conmigo el guion, y por supuesto, con la idea de que después Albertico dirigiera la telenovela. Primero pensamos hacer una serie, después una serie documental, y no decidíamos en qué momento enmarcar la historia, hasta que finalmente decidimos hacer una telenovela con todas las de la ley para homenajear el centenario de la Radio en Cuba», explica Martínez Rodríguez

Yaremis Pérez, Niu Ventura y Karla Santos interpretarán a los emblemáticos actores María Valero, Ernesto Galindo y Minín Bujones en la primera fase de El derecho de soñar.
/ Foto: Tomada de Cubadebate

—¿Cuál es el hilo conductor de las historias que propone la telenovela?

—La novela tiene dos momentos, uno que ocurre en 1948, cuando se transmitía ese fenómeno radial que fue El derecho de nacer escrito por Félix B. Caignet y protagonizado por María Valero, excelentísima actriz española radicada en nuestro país y que es conocida como la Gran Dama de la Radio Cubana. La primera parte se ocupa de esto, de ambientar todo lo que sucedía en ese año mientras se transmitía la novela, todo lo que sucedió en lo que se conoce como «la guerra del aire» entre los dueños de las emisora más importantes de este país: Amado Trinidad, quien dirigía RHC Cadena Azul y Goar Mestre que dirigía la CMQ. Estos primero capítulos se encargan de recrear un poco la vida de María Valero, sus vicisitudes con la novela de Félix B. Caignet, y bueno, algunos actores y actrices del momento también con sus intrigas y su pequeña historia de amor. Después, en el capítulo siete, la novela da un salto a la actualidad a una emisora radial, donde se están preparando para volver a grabar El derecho de nacer, celebrando los 75 años de su salida al aire. En la segunda parte la protagonista es Daniela, una egresada de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, FAMCA, a quien le encargan hacer un documental precisamente sobre los cien años de la Radio en Cuba y sobre El derecho de nacer. Por supuesto, una etapa y la otra tienen hilos conectores. Hay historias que no se solucionaron en la primera parte y ya se verán solucionadas después en la segunda. Hay personajes que repiten de una historia a la otra secretos que se quedaron por ahí y que ven la luz después, en la actualidad.

Jessica interpreta a Daniela, joven graduada de la FAMCA, en El Derecho de Soñar./ Foto: Tomada del periódico Ahora

—Como guionista, ¿qué métodos utilizó para investigar y cuáles son los referentes literarios?

—Para la primera parte estudiamos todo lo relacionado con la transmisión de El derecho de nacer en el año 1948, sobre la vida de María Valero, sobre Félix B. Caignet, sobre estos grandes empresarios; y consultamos la bibliografía que existe de esos años. Pero quiero destacar en este momento que aunque la novela se acerca a figuras que existieron en la realidad, necesariamente hay cosas que están ficcionadas. Hay cosas que están apretadas en el tiempo para poder visibilizarlas. Hay cosas que tuvimos que recrear en aras de darle sustancia, de darle sabor, digámoslo así, de darle intriga a estos primeros siete capítulos. A veces intervienen personajes que nunca existieron, pero que aportan a los sucesos de la trama. En mi caso, un referente literario muy importante es Joaquín Cuartas, un excelentísimo escritor de la radio a quien admiro y quiero muchísimo y con quien me siento muy identificado.

Por la reconocida experiencia en el género, la Casa Productora convocó también a Ernesto Fiallo para la dirección de esta obra de 60 capítulos que exalta asimismo, la radionovela El derecho de nacer, al cumplirse en el presente año el aniversario 75 de su salida al aire. En la grabación de la novela trabajaron en paralelo dos equipos entre diciembre de 2022, y marzo de 2023. Reconocidos actores y actrices de nuestro país dan vida a los personajes, incluso el propio Ángel Luis Martínez, quien interpreta a Isidro, un oyente dentro de la historia.

La primera actriz Verónica Lynn y Ángel Luis Martínez, integran el elenco de El derecho de soñar. /Foto: Tomada de Cubadebate

—Tengo entendido que algunas locaciones se establecieron fuera de la capital cubana: en Canasí y Caibarién. ¿Por qué?

—La novela va a Canasí, porque hay dos personajes que en un momento determinado (no te puedo decir por qué) tienen que ir a ese lugar y ocurren algunas vicisitudes; y también va a Caibarién, porque la novela en algún momento va al evento Santamariare que convoca la Uneac en Villa Clara, y que se desarrolla allá en Caibarién. Hay dos radialistas que son invitados a este evento y la novela recrea, por supuesto el marco de la visita; y desde luego, allí pasan cosas importantes, y cosas que de alguna manera cambian la vida de los personajes.

—Usted mantiene estrechos vínculos con la radio desde que era un niño. ¿Qué experiencias y sentimientos surgen en su carrera artística y en lo personal, a partir de El derecho de soñar?

—Afronté el trabajo con mucha emoción. Desde el primer momento dije que sí cuando supe que se trataba de la radio, porque desde muy pequeño este medio de comunicación llegó a mi vida. Yo soy de Encrucijada, un municipio de Villa Clara, donde el radio estaba encendido casi las 24 horas del día, y por supuesto, todo aquel mundo de magia, de sueños, me atrapó desde muy temprano. Fui un oyente chiflado, un oyente muy loco. Escuché cuanto programa salía por el éter, todas la emisoras que cogía aquel radio de mi casa, y me enamoré desde muy temprano de los dramatizados, de todo lo que se transmitía no solo en las emisoras nacionales, sino también en mi querida CMHW. Después tuve la oportunidad de acercarme al mundo de la radio, de trabajar en el cuadro dramático de la CMHW, y luego en Radio Progreso, en La Habana. Me convertí en un radialista: cumplí ese sueño. La radio es una de las cosas más importantes de mi vida y haberle devuelto a través de esta novela todo lo que me dio ha sido muy emocionante y un reto tremendo porque siempre hay cosas que se te quedan. Siempre hay nombres que se te quedan porque cien años de radio yo creo que necesitarían cien novelas para verlos reflejado, pero lo que sí te puedo asegurar es que está hecho desde el corazón, está hecho desde el verdadero sentimiento, está hecho desde la verdad con unas ganas inmensas de que todos los radialistas se vean identificados en las subtemas de El derecho de soñar.

(Tomado de Radio Enciclopedia)

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