Creado en: abril 30, 2021 a las 08:17 am.

Frank Padrón, la lucha por un cine invisible

Siempre soñé con asistir al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. El sonido de Desde la aldea de José María Vitier me transportaba a las butacas de un cine enorme en que mis ojos se llenaban de escenas andinas y tristes. Ese sueño no fue posible hasta hace cuatro años atrás, cuando me mudé a la capital.

Lloré al escuchar por milésima vez aquella canción tan melancólica y esa sensación se la debo a Frank Padrón Nodarse, uno de los críticos cubanos más activos en el ámbito cinematográfico.

El cine es sin dudas el centro de la obra literaria de Frank Padrón, quien conduce y escribe desde 1989 el espacio televisivo De Nuestra América, encargado de llevar a los espectadores cubanos lo mejor del séptimo arte del continente.

De Nuestra América es para los cinéfilos cubanos, que no tienen el privilegio de vivir en La Habana, la puerta de entrada a ese cine, que nos piensa como continente y es reflejo de nuestro imaginario.

«Desde que concebimos el programa televisivo De Nuestra América buscamos rescatar un cine que no se veía, que no tenía ni siquiera tanta presencia en las salas cinematográficas. Existía el Festival  Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, había algún estreno aislado y alguna semana de cine específica pero la gran industria era, sin dudas, más difundida en el ámbito cubano. Por eso decidimos que el programa, que ya cumplió 20 años, estimulara el gusto por este tipo de propuestas con indudable valor».

«De Nuestra América tiene mucho que ver con alentar el ejercicio crítico, con no permitir que el público reciba de manera pasiva ese producto, sino ayudarlo a enfrentarse al mismo con herramientas críticas. No se trata de imponer criterios, intento que el público juegue con los elementos que le ofrecemos, para construir su valoración».

En la labor de Frank Padrón como crítico cultural, destaca su colaboración con revistas como “Cine Cubano” y “Nuevo Cine Latinoamericano” y su especialización en el cine iberoamericano. Actualmente, desarrolla secciones culturales en programas de CMBF Radio Musical Nacional y Radio Ciudad de La Habana.

«La crítica cultural es fundamental en un país como el nuestro en que se generan amplísimos movimientos musicales,  teatrales, cinematográficos y de las artes plásticas. En la situación en la que nos encontramos, la suspensión de estas actividades públicas ha hecho que el flujo cultural provenga de los medios de comunicación y las redes sociales, pero, afortunadamente, no se ha interrumpido el acceso a la cultura. Lógicamente, también está el libro. Una de las cosas buenas que ha traído el encierro es que las personas se han volcado a la literatura. Por ende, la crítica no puede cesar en su función orientadora, analítica y valorativa».

Su obra no se limita al ensayo y la crítica cinematográfica, pues destacan en ella títulos de poesía como “Los latidos del espejo”, publicado en 2008 por Ediciones Unión o libros de cuentos como “Eros-iones” (Ediciones Unión, 2001), “Las celadas de Narciso” (Ediciones Extramuros, 2006) y “El secreto demonio de los ángeles” (Letras Cubanas, 2013). En octubre de 2015 le fue conferida la Distinción por la Cultura Nacional, que otorga el Ministerio de Cultura de Cuba y un año más tarde el Premio UNEAC.

«Llegué a la UNEAC en 1989 a través de la sección de literatura, después pasé a integrar otras asociaciones como la de Artes escénicas, pues me desempeñaba como crítico teatral. Por último, entré en la Asociación de Cine, Radio y Televisión.  La UNEAC  ha sido una casa, una especie de hogar mayor donde uno encuentra  personas afines y es posible el intercambio, la comunicación. He tenido una membresía muy activa, pues he sido jurado de muchos de sus concursos como los premios David,  Caracol o UNEAC».

«La organización está abocada a un desafío tremendo, son tiempos muy complejos de confrontaciones culturales, ideológicas, políticas, y la UNEAC debe seguir fiel a su vocación de rescate de la cultura nacional, independientemente de que respete la línea artística que cada cual abrace dentro de su obra.

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